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sábado, 8 de noviembre de 2025

Eloi Yagüe:«Para todo poeta es fundamental poder compartir con otros»

 

La poesía llegó a Eloi Yagüe durante la adolescencia, sin embargo, en aquel tiempo no hubo quién lo ayudara en esos primeros escritos pese a que frecuentaba un Club de Poesía. Un tanto decepcionado dejó de hacerlo y se centró en la narrativa, pues era mucha su necesidad de expresarse. De vuelta a su natal Valencia (España), en 2019, retornaron esos poemas del pasado, decidió trabajarlos y someterse a la inspiración para crear otros. El poemario Punto de partida e Ignota revela sus vivencias de inmigrante, la urgencia de reconectar con sus raíces y la nostalgia por lo que dejó atrás, experiencias que le son comunes a miles como él que tuvieron que salir de sus países en busca de un sueño o la necesidad de mejora.                                                                    

Se te conoce por tu labor narrativa, pues publicaste varias novelas, algunas de las cuales fueron galardonadas, sin embargo, ahora nos sorprendes con la aparición del poemario Punto de partida e ignota, ¿qué te motivó a publicar en este género?

Empecé escribiendo poesía cuando era adolescente, luego seguí en la universidad Central de Venezuela, mientras estudiaba periodismo escribía más que nada poesía. Más tarde estuve en uno de los famosos talleres literarios del Centro Rómulo Gallegos, donde se formaron varias generaciones de escritores venezolanos. Fue una experiencia contradictoria: buena porque conocí a escritores de mi edad (menores de treinta) y leí mucha poesía; mala porque mi jefe de taller, un destacado poeta, no me dio ningún feedback lo cual alentó mi inseguridad y como resultado dejé de escribir poesía. Pero como la necesidad de escribir era mucha, pronto derivé hacia la narrativa, primero relatos y después novela. Por otra parte, para mí no es una cuestión de género sino de necesidad expresiva. Cuando escribo no me planteo en qué género lo estoy haciendo, escribo y ya. La parte racional la dejo para después, para la revisión y corrección.

Esta obra contiene, en verdad, dos libros, los cuales pertenecen a dos épocas distintas, ¿que los une y los hace diferentes?

Con su libro finalista del Concurso
Rómulo Gallegos 

Punto de Partida es mi primer poemario completo, lo escribí siendo joven y motivado por mi experiencia como emigrante de España a Venezuela. Al retornar a España en 2019 lo reviso y constato que me parece un buen conjunto de poemas, por lo que decido publicarlo. Pero como era muy breve (treinta poemas), lo complemento con los nuevos, escritos bajo la influencia del Club de Poesía de la Casa de Patraix, en el que participo desde hace varios años.  Por tanto, lo que los diferencia es, en primer lugar, que fueron escritos en dos periodos distintos; por otro lado, que los poemas del primero son muy breves y los de Ignota son un poco más largos. Lo que los unen son los temas, principalmente el desarraigo, pero también la memoria, y la identidad.

En el poemario evidencias el sentir del inmigrante debido a que saliste muy pequeño desde España a Venezuela y, luego, en 2019, a una edad madura, decides retornar al inicio del periplo. ¿Qué sentimientos son los más persistentes en tu libro? ¿Cómo experimentas lo que dejaste y recuperaste?

R: La realidad del emigrante es compleja, yo la he vivido dos veces, de niño y de mayor. Pero los sentimientos son los mismos: la incertidumbre, el asombro, la inseguridad por salir de la zona de confort que habías construido durante tantos años y el temor, a veces, al enfrentarte a un nuevo medio que te parece hostil al comienzo, hasta que entiendes cómo son las nuevas reglas del juego. No añoro las cosas materiales que dejé atrás sino los amigos, que son irremplazables. Trato de hacer nuevos amigos y de no dejarme inmovilizar por la nostalgia. Por lo demás, siento que he regresado a mi hogar: allí, en El Cabañal, está la casa donde nací y vivimos muchos años y eso me conforta.

 En Punto de partida hablas de tus vivencias propias, sin embargo, en Ignota el yo poético se convierte en un nosotros, porque incluyes a los otros que también salen de sus hogares y tierras en busca de mejores condiciones de vida, ¿crees que quien migra ya no se reconoce en ningún sitio, que siempre le falta algo?

En los poemas de Ignota reconozco que el planeta actualmente está surcado por multitudes errantes, gente que se ve obligada a irse de sus lugares de origen impulsada por la guerra, por la pobreza, por las dictaduras de todo tipo. Esa movilización general, que si lo pensamos bien ha sido así durante toda la historia de la humanidad, es conmovedora por lo que tiene de tragedia y a la vez de osadía. Pienso por ejemplo en los venezolanos y de otras nacionalidades que atraviesan a pie el peligroso Darién en busca de una existencia mejor, una utopía que a veces les cuesta la vida. O los africanos que montados en improvisadas embarcaciones huyen desesperadamente de la miseria y la opresión. La memoria de los seres queridos es el único equipaje que los salva. Yo conozco personas migrantes que se adaptan perfectamente al nuevo entorno, mientras que a otros les cuesta más o no lo logran y esto yo creo que sucede porque se abandonan a la nostalgia, una emoción que puede ser desmotivadora o incluso paralizante.

En Venezuela forjaste una destacada carrera como periodista, escritor y docente universitario, ¿en tu decisión de volver a España pesaron las circunstancias políticas del país o es que querías ir al encuentro de tus raíces?

Por las calles de valencia acompañado de su libro

Las dos cosas, circunstancias no solo políticas sino económicas y sociales que nos hicieron la vida imposible en Venezuela. Pero, a la vez, sentí el llamado de mi padre, que falleció cuando yo tenía tres meses. Ahora, al fin, completo la información que me faltaba sobre él.

 ¿Cuán importante fue formar parte del Club de poesía de Patraix entre tus motivos para escribir tu poemario?

Muy importante pues para todo poeta es fundamental poder compartir con otros, conocer sus escritos y poder opinar y escuchar opiniones. Forma parte del crecimiento de un escritor. Oyendo a los compañeros me sentí estimulado a escribir poesía, cosa que no hacía desde años.

Uno de tus importantes logros fue ser finalista del prestigioso premio Rómulo Gallegos en 2001, ¿cómo viviste esa experiencia?

Con asombro y alegría a la vez, porque Las alfombras gastadas del gran hotel Venezuela era mi primera novela y el espaldarazo de Roberto Bolaño –quien fue miembro del jurado y yo no conocía personalmente– resultó decisivo para llegar a ser finalista. Ello me motivó a seguir escribiendo novelas.

En la actualidad, te dedicas a escribir, por supuesto, pero también a dictar talleres literarios y a organizar actos culturales, ¿al regresar supiste, exactamente, que querías entregarte por completo a la literatura?

 Yo esto lo sabía desde los diecisiete años, cuando llené la planilla de inscripción de la universidad. Pero no quise estudiar Letras sino Comunicación Social porque pensé que me sería más fácil conseguir trabajo siendo periodista y que a la vez me mantendría siempre cerca de la literatura. Y así fue, en efecto, el periodismo me dio muchas satisfacciones y aún lo practico escribiendo crónicas. Luego fui docente universitario casi veinte años y ahora, finalmente, me siento libre de dedicarme por completo a la literatura, pues, por fortuna, para ejercer este oficio la edad no es impedimento (aunque preferiría que no doliera la espalda).

¿En qué género te sientes más tú? O, poniéndolo de otro modo, ¿qué te permite expresar la poesía que la narrativa no? 

A ver, cuando escribo narrativa busco contar una historia, y pienso más en factores externos a mí como el público al que va dirigida, la posibilidad de edición, etcétera. Con la poesía no hay ese problema; sí pudiera asumir que en la poesía me siento más libre, pues profundizo más en mí mismo, exploro en mi subjetividad de manera más exhaustiva. La narrativa es más externa, implica un desdoblamiento; la poesía es más íntima, más de estar con uno mismo. Pero, en general, toda escritura es liberación. Cuando escribo me siento verdaderamente libre.

  

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lunes, 15 de septiembre de 2025

Ricardo Guadalupe: «De los conflictos también se aprende»

 


Ricardo Guadalupe ha logrado la novela que anhelaba escribir. Se tomó su tiempo: investigó con interés, conversó con entendidos y buceó entre libros. Sin embargo, esta búsqueda externa de material para su obra, también lo condujo a emprender un viaje interno, donde volvió a encontrarse con sus yos del pasado, revaluar hechos vividos y rescatar su verdadera esencia. Según el autor, La regeneración de Dios es una obra que le sumió en un hondo proceso terapéutico, el cual trajo consigo una urgente necesidad de evolucionar para poder culminarla.  

Por fin lograste concretar tu sueño de escribir una novela: La regeneración de Dios, para la cual invertiste muchos años de documentación e investigación, sin contar el proceso de escritura, y todo para dar forma a un libro que denominas de ficción urbana. ¿La búsqueda de Abel Soca es, quizá, la tuya, lidiando con su sombra y su parte luminosa?

Sí, volqué en Abel Soca muchos aprendizajes de mi propio proceso terapéutico personal. Es una novela de formación, porque el protagonista va madurando y se va formando a lo largo de la historia. Pasa de vivir sobreprotegido por su madre a enfrentarse a una serie de vicisitudes por las que tiene que coger confianza en sí mismo y tomar decisiones. Conocerá la amistad, el amor, la noche, incluso la intemperie. Y tiene que enfrentarse a su propia sombra, porque lleva dentro una sombra, un lado oscuro, por el que es tentado continuamente. Esto en realidad le ocurre a muchos jóvenes, a mí me ocurría, pero no lo hablaba con nadie. Yo hay muchos tabús o nudos que he podido resolver gracias a la literatura, porque en los libros sí que está todo, no así en las conversaciones familiares o con los amigos. El sexo, el amor, el alcohol… son temas que salen al paso de Abel en la novela y que he tratado de mostrar en toda su complejidad.

Jamás pensamos, e incluyo a otros escritores y periodistas que conocemos al completo tu repertorio literario, que para este debut en la novela tocaras un tema de naturaleza espiritual, no conocíamos tu inquietud por el autoconocimiento, el propósito de la vida o la lucha contra la oscuridad, ¿son temas que te rompían la cabeza desde hace mucho o quizá tienen que ver con la influencia religiosa de tu abuela, a quien le dedicaste el libro?

El libro está dedicado a mi madre

Mi seudónimo está dedicado a mi abuela, que se llamaba Guadalupe. En cuanto a la novela, está dedicada a mi madre. Ellas son las dos personas que me criaron, porque a mi abuelo y a mi padre, por diferentes motivos, no los conocí. Y fue con la muerte de mi abuela, teniendo yo seis años, cuando empecé a dudar de las explicaciones teológicas que recibía a las preguntas “¿a dónde vamos, de dónde venimos?”, así que comencé a darme mis propias explicaciones y concebí un cosmos diferente, más interconectado, de ideales panteístas. En la novela tiene mucho protagonismo el símbolo de la espiral, un símbolo de origen celta que representa esa interconexión de todos los elementos de la Naturaleza. Porque la espiral está tanto en el macrocosmos como en el microcosmos, está en el movimiento de los planetas, en la Vía Láctea, y por otro lado está en muchas conchas, en cuernos e incluso en el ADN. Por eso en la novela hay dos personajes que son extraterrestres o de otro mundo, porque lo que pasa aquí en la Tierra también les afecta a ellos. Todo está conectado.

Sé qué para sustentar las conceptos que desarrollaste acerca del origen de la vida en el planeta tierra tuviste el asesoramiento de Judith Palacios, tu amiga astrónoma, ¿qué nuevos conceptos o teorías puso a tu alcance que enriquecieron La regeneración de Dios?

Pues me descubrió, por ejemplo, el protagonismo que habían tenido los cometas en el origen de la vida en la Tierra. Yo no sabía que los cometas transportan compuestos químicos precursores de la vida y que fue la materia orgánica de los cometas la que dio origen a los seres vivos en la Tierra al caer en grandes cantidades desde los primeros momentos de la formación de este planeta. Esta hipótesis se llama panspermia. Y encaja muy bien con la idea panteísta que planteo en la novela sobre un gran Todo del que formamos parte, un Universo al que llamo Dios.

En los tiempos que corren proliferan los jóvenes con el perfil de Abel Soca: sobreprotegidos, mimados o inadaptados, los cuales más temprano que tarde se  dan de cara con la realidad y son forzados por la misma vida a tomar decisiones acerca de su propósito o la misión de su existencia. No todos tienen un papel tan trascendental como tu protagonista en sus existencias o, ¿tal vez, sí, según por donde se mire?

En mi opinión, nuestra evolución y nuestro futuro como especie están en nuestras manos, en las de todos, porque cada uno de nosotros tiene su parte de responsabilidad. Ahora que está tan de moda el malismo, en la novela pongo en valor el papel del amor en el proceso de mejora y perfección de la Naturaleza. Entendido aquí el amor como la interacción solidaria que se ha dado desde el principio de los tiempos entre diferentes elementos de la Naturaleza, a nivel micro y macro. Simón, uno de los personajes de la novela, dice: “¿Por qué no? Claro que sí. Podría desencadenarse la gran ola humana. No te quepa duda. Si un mero salto al unísono de todos los chinos puede mover el mundo o, ¡qué coño!, ¿no has oído que el leve aleteo de una mariposa puede acabar provocando un tornado? Entonces imagínate el poder que tendríamos los seres humanos si cada uno de nosotros, todos, supiéramos lo que es el amor”.

Abel en su camino de búsqueda y lucha contra el mal, también posee unos guías, tanto de este mundo como del plano espiritual que le brindan ayuda y protección. Y, esto, aplicado a nuestros casos particulares, también lo vemos o sentimos en nuestras existencias, ¿te ha pasado, por ejemplo, a la hora de escribir tu historia?

Fronte y Braxo, personajes de la historia

Sí, en mi caso considero que he tenido tres maestros, con nombres y apellidos: el terapeuta Ángel Zapata, el escritor Jesús Ferrero y el filósofo David López. Me ayudaron a entenderme mejor, a entender el mundo que me rodea y a transmitir las ideas de un modo más certero. En la novela es Fronte, uno de los extraterrestres, quien guía a Abel desde la sabiduría. Y además tiene a Braxo, el otro extraterrestre, quien representa la fuerza y le enseña técnicas de lucha. Para esto último me estudié toda una enciclopedia de artes marciales que me prestó un amigo policía.

Para documentar tu novela retornaste al libro El arte de amar de Erich Fromm. El amor está presente en sus variadas formas en tu novela. El amor de pareja y el que se da en la amistad, entre otros, ¿llegamos a amar de verdad alguna vez en la vida? ¿Tu personaje lo consigue?

Erich Fromm venía a decir que el amor va más allá del enamoramiento inicial. Hay que cuidarlo en el día a día, con generosidad, respeto y responsabilidad, no dando nada por hecho. Y afrontando las diferencias, que nos enseñan a conocer mejor al otro e incluso a nosotros mismos. De los conflictos también se aprende. En resumidas cuentas, el amor es complejo, aunque a menudo sea tratado de forma superficial en las canciones, pero podemos llegar a él si le otorgamos un lugar primordial en la vida, el lugar que se merece. Respecto a Abel, no quiero hacer espóiler, pero sí puedo decir que vivirá el amor en profundidad.

¿Qué simboliza o representa el guerrero tribal en la vida de Abel Soca?  ¿Es, quizá, su espejo o, tal vez, sus miedos acechándolo?

Respecto a cuál es el vínculo de Abel con el guerrero tribal en la novela, de nuevo debo guardarme la información para no hacer espóiler. En otro ámbito, en el psicológico, quizás el guerrero podría representar esa sombra que te persigue hasta que finalmente la haces frente.

¿Esta historia viene con una moraleja muy bien pensada o no hubo intención alguna al respecto?

Reconoce que en el libro hay un 
proceso terapéutico personal 

Reconozco que he pretendido con la novela influir para bien, que el viaje por su lectura dejara poso y una forma más gozosa de ver la vida. Por eso le he dedicado años, para cuidar cada frase y que las emociones y sentimientos calaran. No todo el mundo conectará, pero quien conecte con ella estoy seguro de que la disfrutará y mucho. Almudena Grandes, homenajeando a Robinson Crusoe, decía que una novela es como una isla desierta que espera algún naufrago que con suerte la colonice y la haga suya.

¿El título fue idea tuya? ¿Cómo se te ocurrió?

Tiene que ver con la trama, porque en el concepto que plantea sobre el Todo, sobre el Universo entero, eso que en la novela llamo Dios, todo está interconectado; y para que evolucione es necesario que aquí también evolucionemos. Y aquí viene la explicación de que la novela se titule La regeneración de Dios. Resulta que Dios, el Todo, ha ido, regeneración tras regeneración, evolucionando a mejor; de manera que estaríamos inmersos, desde lo que conocemos como el Big Bang, en la última regeneración de Dios. Pero, tras cada regeneración, los desechos han ido conformando un antagonista, la Nada, que para bloquear esta última regeneración ha introducido un virus, unos bloqueadores, aquí, en la Tierra. Así que en la novela se está decidiendo aquí en la Tierra la evolución y regeneración del Todo.

¿Qué hay en ti ahora de ese muchacho que participó en un concurso literario con un relato y que de repente se vio inmerso en el ambiente literario?

Aquello fue el inicio de un largo camino de formación que incluyó la publicación de tres libros. El primero de recursos estilísticos (Palabras literarias), el segundo de aforismos (Frases en el muro) y el tercero de narrativa (Relatos con abrelatas). Durante esos años fui narrador oral como persona-libro, colaborador en un programa de radio, redactor de discursos políticos, profesor de escritura creativa y hasta patafísico. Finalmente tengo en mis manos la novela que tiró de mí desde el principio, La regeneración de Dios. Sí, en la novela los personajes tienen que evolucionar y yo mismo tuve que hacerlo para terminarla.

Si desean saber más del autor o su obra
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lunes, 24 de febrero de 2025

Leslie G: «Todos mis libros tienen fragmentos de sueños»

 


La noticia que más esperaba demoró en llegar, pero hoy la disfruta con intensidad. Leslie G. ya se había hecho un camino como escritora independiente, sin embargo, su ilusión era fichar para un sello tradicional y lo ha conseguido. En breve su saga de fantasía El Bosque Azul se podrá adquirir en las librerías más importantes de habla en español.  La autora de origen cubano, residente en Brasil, declara que escribe para lidiar con sus pesadillas y que  se siente protegida en los bosques. 

Iniciaste tu andadura literaria sacando a la luz, de forma independiente, el primer libro de una colección de historias titulada Leyendas del bosque azul, pero ¿cuándo descubres tu pasión por la escritura?

Desde niña escribía cuentos y textos cortos. Pero siempre me guardé mis escritos para mí. Un día tuve un sueño que no podía sacarme de la cabeza y decidí escribirlo. Me sentí genial haciéndolo y, desde entonces, no he parado.

Sé que te inspiras en la naturaleza y en lo que sientes, pero sobre todo, escribes en base a lo que sueñas, cuéntame.

Tengo sueños hiperrealistas donde puedo sentir cada detalle, visito lugares regularmente, vivo historias que se interrumpen cuando despierto y continúan cuando me vuelvo a dormir. A veces son lúcidos y puedo manipularlos. Otras veces, aunque sé que estoy dormida, no logro despertar y eso me asusta bastante. Cuando el sueño es muy profundo, me levanto confundida y me cuesta identificar qué es real y qué no.

Escribir fue una forma de lidiar con esto, sobre todo con las pesadillas. Ahora, cuando tengo una pesadilla fuerte ya no despierto con miedo, sino que aprovecho la idea para una nueva historia. Todos mis libros tienen fragmentos de sueños.

Tu lugar seguro son los bosques, y hacia allá vas desde la adolescencia, sin embargo, no me queda claro si ese viaje es físico, mental o espiritual, aclara, por favor.

Yo trato de que sea físico, trato de escapar a un bosque cada vez que puedo. Pero el Bosque Azul es un estado mental. Es un lugar que me creé a modo de refugio. Es mi lugar seguro. Lo visualizo tanto que puedo sentir su olor y la textura de sus plantas, los sonidos de los animales. Me inventé mi propio bosque porque crecí en una zona urbana llena de grises y tristezas.

¿En qué situaciones te refugias en los bosques? ¿Buscaste ese cobijo también para tus lectores con tu colección de libros?

Así es. Quise compartir el Bosque Azul con mis lectores porque es mágico, para que todos tengan un lugar a donde ir cuando la vida les pese demasiado.

Yo lo visito cuando necesito una pausa, cuando quiero quedarme sola conmigo misma.

Tras autopublicarte en una primera etapa, consigues que un sello de la editorial Almuzara ponga su atención en tu libro Erawol: La última leyenda  -que forma parte de Leyendas del bosque azul -y decida publicarla, ¿qué expectativas albergas con este lanzamiento luego de tu primera experiencia como independiente?

Pasar a la edición tradicional fue un salto grande en mi carrera. Creo que lo que más impacta es la distribución, pasas de vender solo por Amazon a estar en todas las librerías del país. Pero todavía me queda mucho camino por recorrer, porque abrirse espacio escribiendo fantasía en español es muy difícil, principalmente para una escritora latina.

Dentro de tu anterior casa editorial obtuviste varios premios y reconocimientos, ¿de qué manera influyeron para animarte a tocar puertas de editoriales tradicionales en busca de otras oportunidades?

Creo que esto fue fundamental. No solo los premios, sino los informes de lectura. Aceptar las críticas fue muy duro, pero me ayudó a ir mejorando. Yo veía que con cada libro nuevo el informe era mejor hasta que empecé a quedar finalista y obtener sellos importantes. Cuando La Maldición de Tonr ganó mención especial y Sello Talento, supe que el próximo manuscrito estaba listo para buscar casa editorial.

Con Erawol: La última leyenda, ¿cierras Leyendas del bosque azul o habrá otras publicaciones?

Erawol cierra la colección. En total son cuatro libros independientes que pueden leerse por separado y en cualquier orden. Las nuevas publicaciones serán de fantasía también, pero de nuevas historias.

¿Qué historia encierra Erawol: La última leyenda? ¿La trama tiene vínculos con las historias anteriores?

Erawol es la historia de un cazador de recompensas con una magia oscura, un joven aventurero que ha perdido a sus amigos y una muchacha atrapada en una celda cuya mirada es letal para todas las criaturas vivas que toque. Cuando sus caminos se crucen, partirán en busca de un lugar llamado la Tierra de las Sombras, donde aguardan criaturas sedientas de venganza que fueron encerradas por los dioses desde hace mucho tiempo.

La trama se desarrolla en el mismo mundo que los libros anteriores: un mundo con dos soles y Bosques Azules llamado Erawol. Los protagonistas de los libros anteriores aparecen aquí como personajes secundarios. Pero la historia es completamente nueva e independiente. Se puede comenzar leyendo Erawol y luego buscar los otros libros, o viceversa.

Tengo entendido  que, posiblemente en marzo,  salgan a la luz los tres libros anteriores a Erawol bajo tu nuevo sello editorial. Tendrán la suerte de llegar a más lectores, ¿cómo recibiste la noticia?

Es una noticia que llevo esperando un tiempo ya. Estoy muy ilusionada con eso porque las Leyendas del Bosque Azul al fin van a estar completas en las librerías. Tengo grandes expectativas y también les tengo mucho cariño a esas historias. No veo la hora de descubrir las nuevas portadas.

Eres una profesional en Ingeniería electrónica y telecomunicaciones de origen cubano que reside en Brasil y, que,  además es cofundadora de una empresa especializada en agronegocio en dicho país, ¿de qué manera combinas tu trabajo con la escritura? ¿Cuáles son las horas o momentos que le dedicas a tu creación literaria?

Escribo en mis ratos libres. Temprano en las mañanas o tarde en las noches. Los fines de semana le dedico más tiempo.

Has dicho que tus personajes tienen mucho de ti: son resilientes y siguen adelante, pese a sus miedos e inseguridades. ¿Cuántas veces Leslie se ha caído y vuelto a levantar para persistir en sus objetivos?

Muchísimas, y lo sigo haciendo. Creo que la vida nos va poniendo retos y depende de nosotros superarlos. Ningún camino es siempre cuesta arriba. Hay días en los que las fuerzas fallan y es más fácil desistir. Una pausa está bien, pero solo para coger impulso.

También has declarado que crees en las buenas acciones, en la tenacidad y en los sueños, ¿consideras que en los tiempos que corren existe mucha gente así o son muy difíciles de hallar?

Creo que hay mucha gente así, pero a veces no nos encontramos. En un mundo hiperconectado nos agobian las noticias, la desinformación, los odios y rencores. Porque parece que las personas andan desesperadas por poner sobre la mesa toda su carga negativa. Sin embargo, al mismo tiempo, hay quienes difunden amor, quienes tratan de ayudar y emanan energía positiva. Creo que aprender a reconocer a estas personas es fundamental, también aprender a ser una de ellas.

Por ejemplo, la comunidad de lectores y escritores es muy bonita. Veo gente que no se conoce ayudándose, deseándole éxitos a los demás, compartiendo experiencias. Es como una burbuja dentro de la tormenta.

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