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viernes, 4 de mayo de 2012

Natalí Jiménez: “Creo que las mujeres necesitan un mundo propio”

Sus canciones encontraron su propia vía de difusión cuando la radio tradicional les cerró sus puertas. Ahora son menos suyas, pero parte de un número cada vez  mayor de admiradores que la siguen a través de las  redes sociales y Youtube. Natalí Jiménez  ‘la está haciendo linda’, como dicen en su tierra, pero pese al éxito de su disco “Lady Qwam”, el apoyo de la prensa y la opinión favorable de los especialistas, toma las cosas con mesura y considera que lo suyo recién empieza. “Vivo rodeada de personas que me critican para bien y quizá eso hace que mi temple esté más preparado para recibir opiniones contrarias a las que podría esperar. Tengo aún demasiado camino por hacer y muchísimas cosas por aprender”, sostiene convencida.
Conozcamos a esta cantautora sudamericana que espera el llamado de su intuición para ponerse a componer, le disgusta la palabra competencia, ignora a quienes realmente están dirigidas sus canciones y que lamenta no poder practicar su ritual supersticioso favorito antes de subir a un escenario.   

Nos consta que preparó con minuciosidad y paciencia el disco que ahora tiene en sus manos, ¿qué la llevo a invertir tantos años en la elaboración de "Lady Qwam”?   ¿Un enorme despliegue creativo o, tal vez, lograr la mayor perfección posible?

Hubiera preferido que se trate sólo de eso: de un despliegue creativo que demoró cinco años. Es decir, dedicación, creatividad y perfeccionismo hubieron, sin embargo la razón principal de que este disco haya demorado tanto, fue que, como le ocurre mayoría aquí en el Perú, me tocó autofinanciar mi propio trabajo, pues los recursos no siempre están al alcance. Eso hace que retrases un trabajo; el no saber si contarás con el dinero para sacar adelante el material.

El nombre de su CD nos remite un poco al budismo, en especial,  a la diosa Quam Yin. Claro usted ha cambiado la k por la q, pero díganos, ¿estamos en lo cierto o andamos perdidos?

La inspiración de Lady Qwam responde a una historia escrita por Enrique Cáceres y Víctor Espinoza. Estos viejos amigos hicieron apología de una mujer  interesante, atractiva y etérea, que en algún momento estuvo relacionada con algún concepto oriental, como bien dices tú. Yo tomé prestado el personaje para componer esta canción que ahora también da nombre al disco. Y claro, le añadí algunos rasgos; como que la transformé un poquito.

"Lady Qwan"es  un logro que se hizo esperar
Su amor por la música  es parte de su esencia, por ello, desde muy jovencita tomó clases de piano clásico y guitarra. Esto a su vez  facilitó su tarea de compositora, nos puede decir ¿qué o  quién fue su primera fuente de inspiración?

Mi primera fuente de inspiración en realidad fue un pequeño televisor musical. Cuando rondaba por los  dos o tres años recuerdo que mis padres solían tener un sistema en casa para que yo pudiera dormir, pues era un poco inquieta. Me recostaban sobre la cuna y encendían este juguete que, en realidad, era una especie de caja musical con imágenes. Curiosamente la melodía que salía de allí era bastante nostálgica y yo la escuchaba mientras me quedaba perdida en las imágenes. Creo que eran paisajes y animales y  con la contemplación de éstos por fin lograba descansar. Si bien, dicho recurso ayudó  a  procurarme relax, a la vez, alojó cierta tristeza en mi alma. Es decir, activó mi sensibilidad. Luego vinieron la música de la radio y los discos.

¿Qué aspectos de la vida y del ser humano la invitan a componer? ¿Cuánto tiempo le demanda dicha tarea creativa?

Para mí componer es algo inesperado. No suelo dedicarme, digamos, una hora del día para crear algo. Conmigo no funciona así. En mi caso es más instintivo: algo me dice que ha llegado el momento que me encierre en una habitación con el piano o la guitarra, y algo sale. En cuanto a qué me motiva para componer, en un inicio siempre fueron las emociones fuertes: como la aparición o la pérdida de un amor. Sin embargo cuando uno va creciendo se va dando cuenta que alguien que escribe canciones y que es apasionado, tendría que enamorarse cientos de veces y perder esos mismos amores otros cientos de veces más para mantener la creatividad. Pero esto no ocurre así en la vida real; sería insostenible, bordearíamos la locura. Así que la madurez tiene que ver con no esperar episodios tan extremos para tener que escribir algo bueno. En ese camino me encuentro trabajando, en el de ya no buscar emociones radicales para componer; pues eso mata un poco de alguna manera.

¿Existe algún de estado de ánimo que predomine frente a otros a la hora de ponerse a componer? Y, ¿qué me dices de los sentimientos?

No puedo negar que estoy un tanto empatada con la nostalgia, así que este podría ser un sentimiento que predomine, aunque en algunos casos, me sale el lado más fuerte. O quizá, debería decir, el más desesperado y desolado. Hay otras emociones que también suelen aparecer, y  son la quietud y,  en especial,  la contemplación, que es un estado que empieza a gustarme ahora y que no me parece tan pasivo. Sumergirme en ella es muy agradable y creo que me viene de tanto observar paisajes y situaciones especiales. Se lo debo a una abuela que tuve y que solía llevarme de viaje con frecuencia.

¿Hay mucho de sus experiencias personales en sus canciones o prefiere echar mano de las ajenas?

Hay de todo. De lo mío y de los demás en la mayoría de canciones de este disco. Contiene historias que se cruzan porque hubo personas que  formaron o compartieron ciertas etapas de mi vida. En  “Lucía”, por ejemplo, en algún momento pude ser yo esa chica, pero en otro momento soy la persona que le dice a Lucía que debe continuar, y eso se da porque en la vida a veces somos víctimas, pero otras veces podemos ser los que salvan a alguien. En “Bajo la niebla” hablo de situaciones de parejas y de hermanos; circunstancias extremas donde hay mucho dolor de por medio. A veces estoy presente en la historia, y en otras, únicamente una espectadora que cuenta lo que ocurrió. No sé, al final lo personal y lo ajeno terminan siendo una sola cosa en las historias.

¿Se fija mucho en el trabajo ajeno? Es decir, ¿está al pendiente de sus competidoras?

En principio, no veo a las cantautoras como competidoras. Las asumo como artistas, y siento admiración por varias que conozco y también por algunas que no conozco personalmente. La palabra competencia no me gusta mucho, y es por eso que a veces cuestiono ese afán por los programas televisivos donde todo el tiempo se compite, donde las personas necesitan ser calificadas o aprobadas por un jurado; donde no hay una búsqueda de lo personal sino de simplemente ser mejor que el otro a toda costa. Deploro la obsesión por ganar. Creo que en el arte no hay competidores, sólo personas únicas, de las cuales hay mucho por aprender.

Sostiene que en el arte no hay competidores
¿Cómo la han tratado sus colegas? ¿Ha recibido ya consejos o críticas?

Tengo muchos amigos en la música, y tengo la suerte de que la mayoría sean magníficas personas. Desde que empecé intentando hacerme un camino, siempre he sabido respetar las opiniones de los demás y he sabido escuchar. Pero depende mucho de cómo vengan esas críticas y uno se da cuenta cuando vienen con la mejor intención. Lo que sí puedo decir es que, en todo momento, vivo rodeada de personas que me critican para bien y quizá eso hace que mi temple esté más preparado para recibir opiniones contrarias a las que podría esperar. Tengo aún demasiado camino por hacer y muchísimas cosas por aprender.

¿Cree haber hallado su lugar en el panorama musical?  ¿Cuál es el aporte de Natalí Jiménez a la música?

Este año acabo de lanzar mi primer álbum solista y creo que es muy pronto para sentir que el camino está ya hecho. Considero que con este disco estoy abriéndole una puerta al público, los estoy invitando a conocerme. He tenido la suerte de trabajar con un estupendo productor musical para este disco y además con músicos de primera que participaron de la grabación, entre ellos, mi hermano cuyo aporte ha sido bastante especial. Todo ello ha sumado muchísimo a este trabajo.
Me parece que dado que las radios aquí en el Perú se están dedicando a programar lo que ellas deciden, dejando fuera a muchas bandas y solistas, es justo que el público pueda tener como referencia otros canales para escuchar los trabajos de sus compatriotas que no pueden ser escuchados vía la FM.
Me pueden ubicar en Facebook, en Youtube y pueden adquirir los discos en las principales discotiendas de Lima; pero tal vez no me podrán escuchar por la radio comercial. Así que en ese contexto, para todos aquellos que se han acercado a mi música, espero sean ellos mismos quienes sientan y opinen sobre este aporte musical mío.
Por mi parte, no creo ser más que una escritora de canciones, alguien que puede colorear situaciones grises o cosas cotidianas y ponerlas en bonito para no morirse de aburrimiento. Como aquella mujer que después de haber llorado por horas, se baña, se viste, se perfuma, se maquilla, se pone linda, y nadie se dio cuenta de su pena. Creo por ahí van mis canciones, es todo lo que puedo decir.

¿A qué tipo de público están dirigidas sus canciones?  ¿Cuáles considera son sus características?

Es muy complicado saberlo ahora. Es curioso pues hay gente por arriba de los 45 que siente mucha cercanía y apego a mis canciones, como hay gente de 30 o más que gusta de ellas, así como gente adolescente que se ha pegado con “Lucía”, por ejemplo. Pero lo más me ha llamado la atención hasta ahora, me sucedió una vez en una presentación en el Instituto Cultural Peruano-Norteamericano de Miraflores (ICPNA), donde al final del concierto se me acercó una niña muy pequeñita vestida de rojo que me abrazó y me cantó “Tan Fugaz”. Se sabía toda la letra completita. Fue muy tierno.

Junto a “Colección privada”, su primera banda, musicalizó importantes obras teatrales, ¿cuándo decide dar por concluido su paso por dicha agrupación?

La época de las obras de teatro fue corta pero muy significativa. Musicalizamos una comedia romántica, una obra juvenil muy contemporánea, un drama femenino y finalmente, una obra que rindió homenaje a una de las actrices más importantes del teatro peruano. En esa época  aprendí y disfruté de la otra faceta: la música como fondo, como sugerencia, la música detrás de los personajes; el lado menos narcisista del quehacer musical, pero no menos disfrutable y grandioso. Lo más emocionante llegaba al final, cuando el público no se guardaba lo que sentía y se acercaba para decirte las emociones que le habían generado las canciones y la música, y lo feliz que estaban por ello. Eso no tiene precio material en ningún lugar. Con respecto a la banda, habíamos llegado a un punto sin retorno y nos íbamos a separar de todas maneras. Así que por sugerencia del guitarrista y ahora productor de mi disco, decidimos empezar a trabajar en este proyecto solista.

Tenemos entendido que cedió su voz y algunas composiciones al proyecto pop electrónico “Nun”, ¿qué la conduce a involucrarse en estas contribuciones artísticas?

Creo que siempre me ha gustado la experimentación, soy curiosa por naturaleza y eso me ha llevado a explorar distintas cosas. En el caso de “Nun”, me pareció muy interesante entregarme a una sonoridad con la cual no había trabajado hasta ese momento.

Pero también colaboró con otros proyectos en la línea del rock clásico mientras iba preparando su material discográfico, ¿le alcanzaba el tiempo para todo?

Ja,ja,ja, pues siempre he sido ‘la loca actividades’, trabajaba casi todo el día y por las noches me dedicaba a mis asuntos musicales. Reconozco que no tuve mucho descanso por esas épocas. Participé en algunos proyectos de rock clásico por una necesidad de aprendizaje mayor, de beber un poco de las grandes bandas y de los grandes músicos de rock, blues y jazz. Por esa época asistía mucho a las sesiones privadas o reuniones donde los músicos improvisaban blues y rock and roll. Conocer ello fue realmente muy valioso y estoy muy agradecida con algunos amigos músicos por este aprendizaje.


Las imágenes siempre la acompañan a la hora de componer

Usted se mueve con una soltura envidiable entre los géneros: pop, rock melódico, blues y el folk, y comentan quienes han escuchado sus canciones que las letras calzan a la perfección con la música que las reviste, ¿cómo logra esa mezcla? ¿Cómo saber qué ritmo les afín a una idea?
Y, algo más,  ¿qué surge primero la música o el tema?

Siempre es primero la música, y luego la letra. En realidad al crear la música, esta ya va sugiriendo la letra en el subconsciente de uno, y luego es cuestión de aterrizar todo. Ya sea en el piano o en la guitarra, donde decida crear la canción, es el instrumento y la melodía quienes ejercen poder sobre lo que dirá la canción. Y en mi caso hay un elemento más, las imágenes, pues al momento de componer siempre las tengo presentes en mi cabeza.  Así que me dejo guiar por ellas para que las letras puedan fluir con naturalidad. Uno siempre debe tener algo que decir y muchas emociones guardadas, pues llegado el momento de crear una canción, el alma tiene que ser como una tienda a la que entramos y encontramos de todo un poco.

Ha hecho covers de canciones de destacadas bandas rock y pop de todos los tiempos y no puede negar la influencia de cantantes cómo Stevie Nicks, Cindy Lauper, Sheryll Crow o  Suzanne Vega en su particular estilo de interpretación, ¿qué despertó su admiración por ellas?

Todo pertenece a épocas de mi infancia, que es cuando uno asimila mucho. A Stevie, Cindy y Suzanne las escuché en paralelo, a Sheryll la escuché ya después. Quizás la que más me impactó al principio fue Suzanne Vega por ese tema llamado “Luca”. Me conmovió la forma en que hablada del caso de un niño que era golpeado por sus papás. Que haya hecho una canción tan sencilla y a la vez, con tanto mensaje me pareció hermoso y genial, y creo que me inspiró mucho respeto a las cosas que hago ahora.

¿Extraña cantar inglés? O no importa el idioma en que se canta porque el sentimiento es el mismo.

Debo reconocer que el inglés es un idioma redondo. Casi perfecto, que te permite colocar con mayor facilidad la voz. Te da licencia para hacer más flexiones y a veces tener más recursos en el canto y la composición. En esta lengua las palabras son más cortas y se puede jugar mucho con ellas; pero precisamente he ahí el reto de cantar en un idioma no tan sencillo para la música, pero igualmente hermoso como es el castellano. Por mi parte, creo que no debería existir el prejuicio de interpretar un tema en castellano o en inglés, pues hasta he cantado un tema en francés. Eso fue como a los 20 años, uno de Vanessa Paradis. Sin embargo  hay que hablarlos con perfección y solvencia. Por ahora, el único idioma que domino casi a la perfección es el castellano, así que quiero seguir cantando en esta lengua que adoro.

Define  “Lady Qwam”  como un disco conceptual, explíquenos: ¿cómo debemos entenderlo?

Es un disco conceptual en la medida que parte de un personaje, que es “Lady Qwam”, y este personaje tiene una historia que se entrelaza con las demás. Puedo decir que todo el material discográfico está inundado de historias femeninas de amor y desamor, de pérdidas y logros, de relaciones y de personas, de fantasías y realidades.
Un seguidor en Facebook me dijo  algo muy bonito; que “Lady Qwam” es un viaje al interior del mundo de una persona. Me gustó mucho esa apreciación sobre mi trabajo.

La siguen públicos de todas las edades
Algunos de los temas que aborda en su disco son lo femenino y el arte de saber perder y ganar, respecto a lo primero, ¿estamos dejando de ser femeninas las mujeres? Y ¿qué hay del lado femenino de los hombres?  Y en segunda instancia, ¿cuándo aceptar la derrota y qué actitud asumir cuando la suerte está de nuestro lado?

Sobre lo primero, es muy difícil saberlo, depende de qué se entienda con ser femenina, si nos vamos a lo superficial o lo físico; la publicidad y la moda nos venden estereotipos de cuerpos y rostros perfectos, vestuarios sofisticados, mujeres realmente bellas y muy femeninas en apariencia. Pero, por el lado de las conductas, somos testigos de la individualidad y la bravura con que la mayoría de mujeres conducen sus vidas en estos tiempos, incluso algunos hombres califican esto como la ‘masculinización’ de la mujer. Pero no hay que confundir ser femenina con ser sumisa, en mi opinión son dos cosas distintas. Ahora, creo que en la vida real y para efectos de ser prácticos, es necesario que existan mujeres que en algunos aspectos piensen como hombres, y por otra parte, que existan hombres que en algunos aspectos piensen como mujeres, las épocas de lo absoluto ‘ya fueron’. Donde los machos eran sólo machos y las hembras eran las que vivían únicamente para ellos. Creo que las mujeres necesitan un mundo propio, donde puedan ser ellas mismas. Un mundo en donde solo ellas gobiernen bajo su propia sensibilidad y no bajo los estereotipos del mundo. Desempeñarse en una actividad que les permita sentirse realizadas, sin necesidad de competir en todo momento con los hombres, sin creerse un hombre, sin llegar al extremo del feminismo, solo siendo ellas mismas. Y claro, las virtudes propias de las mujeres que sirven para mejorar la convivencia, no deberían perderse pues de ello depende el futuro de los niños. Ellos necesitan ver madres capaces de resolver situaciones difíciles con más inteligencia, temple y cuidado. Y por otro lado, los niños también necesitan ver papás que tengan cierta sensibilidad para entender a sus esposas.
Sobre ganar y perder, creo que si asumimos que una y otra cosa nos sucederá todo el tiempo, dejaremos de sentir ese terror a perder. Creo que en las escuelas debería haber un curso sobre el arte de saber perder, así muchos adolescentes evitarían la frustración y se repondrían con mayor facilidad a las caídas. Sobre ganar creo que es lo mismo, si consideras que ganar es parte del juego de la vida, te vendrá bien cuando te llegue ese momento, pero no te hará falta si no lo sientes por algún período. Realmente depende en qué estén concentradas tus expectativas.

Y ¿qué fue del periodismo? ¿Lo ha aparcado por un tiempo o lo ha dejado definitivamente?

Trabajo a medio tiempo en una agencia de comunicación corporativa. No he dejado el tema de las comunicaciones, pero confieso que en realidad nunca me consideré periodista pese a haber estudiado esa carrera; pues creo que un periodista es quien ejerce la profesión a cabalidad, a jornada completa y asumiendo riesgos. Eso ya es imposible para mí ahora.

El público español supo hace unos días de su disco, ¿tiene pensado darse una vueltecita por aquí?

¿Y quién no quisiera viajar para allá no? Hace algunos días tuve la suerte de que, desde Lima, se estableciera contacto con el locutor José Ramón Lorenzo de La Telaraña Radio (Madrid). En realidad él ya me había encontrado a través de la página de Facebook y estuvo haciendo buenos comentarios de algunas canciones mías que están colgadas en Youtube,  y a la vez, estuvo publicando algunos de estos temas en su página; cosa que me pareció muy gentil de su parte. Y finalmente a través del contacto que tiene en Lima con el periodista Wili Jiménez, José Ramón nos comentó que quería hacer un programa especial de cantautoras latinoamericanas y españolas, dentro del cual deseaba incluir mi música. Si bien estamos hablando de una radio online pequeña, el hecho de que alguien con tanto conocimiento musical como el Señor José Ramón, quiera dar a conocer mi música, programándome entre cantautoras de tallas mayores, ya es demasiado halagador para alguien que apenas acaba de iniciar un camino como solista. Ha sido una pequeña ventana por la cual se ha escuchado mi trabajo fuera y estoy agradecida por ello. Ahora, hay intenciones serias de editar mi disco allá en España este año. Se trata de un amigo peruano que radica hace más de diez años en Madrid y tiene una banda por allá. Él me ha hecho esa propuesta, pero prefiero que se concrete para poder anunciarlo, son cosas que se van dando en el camino y las personas se van acercando a uno motivados por tu trabajo;  son cosas que agradezco. Pero y sin embargo,  no estoy apurada. Es mejor caminar de a pocos; además ya se vienen las ‘tocadas’ en Lima y primero se empieza por casa.

¿Es usted supersticiosa? ¿Qué suele hacer o decir antes de salir al escenario?

Si tuviera más tiempo y facilidades para hacerlo, días antes de una presentación me gustaría viajar, estar cerca de un lago, de un gran paisaje o del mismo mar, y luego regresar a la ciudad con toda esa paz y belleza de colores en mi cabeza, y subirme a un escenario y cantar. Pero es una superstición que no la puedo cumplir por el momento (risas).

Comparta una frase o canción que le levante el ánimo de inmediato, ¿tiene alguna?
“La madurez del hombre es haber recobrado la serenidad con la que jugábamos cuando éramos niños” (Nietzsche). Repetirla me hace sentir que no estoy tan mal como pensaba.


Si desean saber más de la cantautora o sus canciones
pueden pinchar:
http://natalijimenez.com/


4 comentarios:

  1. Es una artista muy completa. Gracias por participar. Saludos, Elga.

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  2. Cada vez que escucho su música me gusta mucho más :)

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  3. Sin duda es una artista con gran sensibilidad y con mucho por compartir. Saludos.

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