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jueves, 2 de agosto de 2012

Juan Carlos Guerrero: “Es bueno mirar atrás, sobre todo cuando de uno se trata”

Es de esa especie que confía en sus capacidades y sale a devorarse el mundo con ilusión. Que entiende que nada se logra  en este mundo con solo con visualizar sueños e imaginar que ya ha se alcanzado la meta,  sino que hay que colaborar con la suerte: trabajar, luchar, perseverar e incluso retarse a uno mismo en momentos de flaqueza para verla convertida en realidad.  Eso lo sabe Juan Carlos Guerrero, quien confiesa tener callos en el alma, y que nada de lo que digan de él ahora le afecta en lo más mínimo. Sus más 20 años de vida artística avalan su talento y experiencia, y  no nos queda otra que darle crédito, pues es un tipo al que le tocó un camino zigzagueante, infestado de un montón de detractores, y todo por querer ser original y diferente y hacer lo que le gusta. “Cuando tienes 40 años y decides disfrazarte para hacer rocanrol eres el punto fijo de críticas despiadadas de tus contemporáneos y de los más jóvenes,  y claro de la misma familia. Me importó poco,  ya había tomado una decisión y como te dije a esa edad las decisiones son firmes. El sueño demoró en consolidarse pero valió la pena el esfuerzo; al menos hasta hoy lo es”, rememora.
Conozcamos a este productor musical y líder “Los Drugos”, banda de rock peruana que en sus inicios fue comparada con el grupo británico “Gorillaz” por la prestigiosa revista Rolling Stone.
Desde que decidió salir a la conquista de sus sueños ha tenido que bregar  con una serie de obstáculos interpuestos por la propia vida y por terceros, y es sorprendente comprobar  al echar un vistazo a su  trayectoria profesional que su karma o la constante que se le presentaba a la hora de ponerse manos a la obra era siempre  ‘querer hacer mucho con tan poco’. La vida no se lo puso fácil y ha tenido que dejarse la piel en muchas de sus conquistas, ¿alguna vez se le pasó por la cabeza renunciar a sus proyectos, metas, ilusiones?  ¿O siempre hizo honor a su apellido Guerrero?  ¿Alguna vez se deprimió o frustró tanto que tuvo ganas de tirar todo por la borda?

En principio muy agradecido por la oportunidad y sobre todo por lo que expresas como preámbulo al iniciar esta entrevista. Pues sí, es cierto la vida no me la puso ni me la pone fácil hasta hoy; cada logro, mérito o sueño me ha costado y me sigue costando mucho esfuerzo y más de una vez he caído en la desesperación, desesperanza, desilusión, desidia, derrota y todos esos sentimientos o emociones que frustran el avance de las cosas o que se presentan como latentes realidades porque a veces se puede y otras definitivamente no. Sin duda en mi vida hay más cosas de las que puedo sentirme orgulloso y agradecido y por  qué no decirlo estimulado aun cuando algunas de éstas vivan o sobrevivan solo en mi yo interior;  ese mundo paralelo en el que siempre he sido soy y seré el mejor. Muchas veces pensé en eso del apellido, pero confieso que fue para estimular a mis hijos o a mis alumnos;  y una que otra vez para gozar después de haber conseguido algo que me costó mucho.  ¡Yo soy un guerrero!, me he dicho tantas veces. Sin embargo, aun cuando esta primera pregunta que me haces me lleva a una inevitable y honesta descripción sobre parte de mi, debo decir también con sinceridad absoluta que mi emprendimiento nace, crece y se hace fuerte cuando las cosas o las posibilidades me son negadas, cuando la mirada o las palabras o actitudes de la gente me dicen “ No podrás, no debes, no vale la pena”.Es ahí cuando el  verdadero guerrero que tengo dentro sale a flote y me empuja a ir hacia adelante sin mirar a nada ni a nadie; sin pensarlo dos veces hasta llegar al objetivo.

Tuvo que "jubilarse" del periodismo por
motivos políticos
Tras 18 años ininterrumpidos de reportero decide ‘jubilarse’ para entregarse de lleno a un proyecto radial que se gestó en sus épocas universitarias. Y sale al aire el que sería el exitoso programa de rock “Zona 103” que logró tener más de un millón de oyentes en todo el país, y que, además, se dio el lujo de emitir música en vivo desde un auditorio repleto de público, ¿qué no le daba el periodismo que la radio estaba dispuesta a ofrecerle?  Por otro lado, fue usted muy audaz y confiado, cambiaba la estabilidad laboral—que todos sus colegas desean alcanzar alguna vez— en un importante canal de televisión  por un proyecto en solitario que no sabía si iba ser aceptado en alguna radio ni mucho menos tenía la certeza de que funcionaría. Sin duda, eso habla mucho de su confianza en sí mismo o de su fe en algo superior, ¿qué nos puede decir al respecto?

Siempre he confiado en mí, y mi  primer paso para cualquier gesta o proyecto que haya de iniciar es saberme seguro de mí mismo. Ya sabes si uno no se quiere no podrá querer al resto. Y sí, es cierto, me “jubile” del periodismo activo pero no por decisión propia sino por las circunstancias políticas y empresariales en las que me vi inmerso. Como muchos otros colegas, en un determinado momento de mi carrera profesional y me refiero al cambio abrupto de administración que hubo en el canal 2 de televisión que propició el fujimontesinismo y que dejó fuera de juego no solo al dueño en funciones Baruch Ivcher, sino a muchos periodistas que decidimos quedarnos tras su salida porque simplemente teníamos familias que mantener y no teníamos, en ese momento, a dónde ir. Esa situación  me impedía entrar a otros canales de televisión pues, como muchos fui “vetado”. Es decir en esos tiempos quien salía de los canales controlados por el fujimontesinismo ya no volvían a entrar a otro, sobre todo, si habían demostrado ser independientes políticamente; pero eso me permitió explorar nuevos caminos, apelar a mi creatividad y saberme útil en algo más que ser periodista. Es en ese contexto que aparece Zona103; este programa que hice en Radio Nacional  me devolvió a la vida comunicacional desde otro ámbito, y que me permitió empezar a ser reconocido públicamente como siempre lo había deseado. Es cierto, no estaba en un canal de televisión grande, carecía de estabilidad laboral, estaba en un medio estatal susceptible de cualquier cambio imprevisto (hubo muchos), pero tenía llegada a nivel nacional con la juventud rockera, libertad creativa y sobre todo independencia política. Ese fue un momento genial en mi vida; siempre había soñado con ganarme la vida con la música y eso sucedió en Zona103 durante casi cuatro años.


Sus buenos tiempos en Radio Nacional del Perú

Tras cuatro años de intenso y fructífero trabajo su programa no va más en la emisora del estado, y se ve obligado a buscar otro medio donde seguir emitiéndolo, sin embargo, la suerte no está de su lado, y es cuando piensa que es el momento de su música y se convierte en productor musical, ¿es cierto que “Los Drugos” fue primero una banda virtual y que el proyecto recién pudo despegar en el tercer intento?

Terminar con Zona103 en Radio Nacional fue producto de una decisión personal muy difícil pero inevitable. Ya existía la determinación de la gerencia de la radio de eliminar el programa al amparo de una “necesidad” de entregar horarios a programas producidos por instituciones del estado y mi horario era, según me dijeron, uno de los más reclamados. En realidad querían sacar el programa del aire para favorecer a otras personas que como yo hacían programas juveniles. En fin, lo cierto es que me dijeron que el programa iría hasta una fecha determinada y yo renuncie al día siguiente de ese aviso. Digamos que no les di el gusto de que me dijeran adiós. Intenté colocarme en otras emisoras sin mucho éxito. Estuve en Radio América, otra tradicional radioemisora limeña, pero estaba al borde de la quiebra y me reclutó para intentar capturar más audiencia rockera, pero en poco tiempo fue vendida y su señal transferida para géneros tropicales. Luego entré en la siempre rockera y bien ponderada Radio Doble 9, el último bastión del rock radial en el Perú por más de 30 años. Un paso brevísimo de apenas un mes con programas de rock nacional que marcó el final definitivo del sueño. La escena rockera local había empezado a decaer y sus artistas a desgastarse, la venta de discos se veía aplastada por la piratería y las descargas en Internet,  y el rock peruano dejó de estar de moda nuevamente; los nuevos ritmos de comienzos del siglo 21 se apoderaron de las nuevas generaciones. En ese contexto desalentador, radialmente hablando, y en medio de una crisis económica personal muy aguda generada por no tener empleo empecé nuevamente a hurgar en mis archivos cerebrales y a recordar cuantos sueños había abrigado y a pensar cuántos podrían ser realidad. Eran tiempos difíciles para mí pero también de cambios, ya estaba en los 40 y había tenido que regresar a casa de mis padres por la crisis. Dicen que a los 40 se empieza nuevamente a vivir pero con capacidad y experiencia, y sobre todo, con la toma de decisiones importantes; pues bien, empecé nuevamente. Ingresé a dictar una cátedra en la Universidad Privada San Ignacio de Loyola y la tranquilidad económica regresó y con ello el refresco creativo, pues ahí tome la decisión de crear “Los Drugos”. Me dije a mí mismo, he tocado por mucho tiempo la música de otros así que ahora quiero hacer la mía y a mi manera digan lo que digan y sin temor al ridículo. Cuando tienes 40 años y decides disfrazarte para hacer rocanrol eres el punto fijo de críticas despiadadas de tus contemporáneos y de los más jóvenes y claro de la misma familia. Me importó poco,  ya había tomado una decisión y como te dije a esa edad las decisiones son firmes. El sueño demoró en consolidarse pero valió la pena el esfuerzo; al menos hasta hoy lo es.

Usted es el genio creativo de todo lo que encierra “Los Drugos”, es decir, la estética, las canciones y la puesta en escena, explique su filosofía y lo que pretende alcanzar  de esto que sus integrantes denominan “Bastard pop”.

Hacer una banda como “Los Drugos” era un sueño acariciado por mí durante años. A finales de los ochenta asistí a un cine club con mi entonces novia (ahora esposa) para ver una película que se llamaba “La Naranja Mecánica” de la cual yo recordaba haber escuchado hablar a mis primos mayores en los setenta y cuyo título lo relacionaba más con la selección nacional de futbol de Holanda, pues así se le conocía en el ámbito deportivo (risas) No sabía nada sobre la película pero todos esos elementos la hacían atractiva para mí, así que fui a verla. Mi mujer salió espantada y yo alucinado. Cuando vi en acción a los personajes principales de la película “Alex and his Droogs” me dije a mi mismo: “Estos deberían ser una banda de rocanrol o de punk”. Se visten igual, tienen una actitud provocadora e irreverente. Son como "Los Beatles" en versión maldita (risas). Pues ahí empezó mi sueño de hacer una banda de rock de esas características y aunque me tomó algunos años no paré hasta hacerlo realidad. La filosofía de mis Drugos guarda cierta relación con la estética y propósito de los originales,  pero “a la peruana”. O digo mejor “de manera más bizarra. La idea es ser pillos como ellos, pero para robarnos las canciones de otros y reconvertirlas al rock y también atrevidos como ellos, pero para hacer alucinar a la gente con poses y actitudes absurdas sobre el escenario. Lo de “Bastard Pop” viene a colación de  la música que hacemos nosotros;  en buena cuenta una mezcla de varios ritmos y estilos a la vez y algunas veces en una sola canción, terminando siendo una suerte de música sin raíz, sin paternidad conocida.  Es decir, música bastarda (risas). 

"Los Drugos" fue en sus inicios una banda virtual
El público de su país se tomó su tiempo para comprender el concepto musical que propone “Los Drugos”, sin embargo, la aceptación fue inmediata en el extranjero, ¿cómo entender dichos resultados? ¿Los peruanos siguen siendo muy puristas, conservadores o pocos dados al humor en cuanto a la música o sus nuevas formas de hacerla?

Creo que la explicación se cae de madura y radica en algo muy simple: En el Perú la masa no tiene idea de quién es Stanley Kubrick, qué es La Naranja Mecánica, qué es el cine independiente de impacto, qué significa ser bizarro o simplemente ser diferente. El público peruano apenas empieza  a ser global con la generación de la segunda mitad de los noventa. Cuando llegan a Lima las computadoras, la televisión por cable, Internet y los celulares. Y bueno al recibir estos adelantos lo primero que hicieron no fue precisamente investigar e informarse sino más bien descargar música gratis y ver videos musicales. Antes de eso conocer los temas a los que hago referencia era asunto de gente “muy culta” o “muy curiosa”. A eso súmale que la sociedad peruana es pacata, convencional, conservadora e hipócrita, sobre todo la de la capital. Todo lo que sea largo, grueso y con punta redonda para los limeños es un falo. Todo lo que sea lucir prendas de tipo militar les recuerda a las dictaduras y al abuso. Todo lo que sea usar máscaras es porque eres feo, tonto o delincuencial.  “¿Todos cubiertos con máscaras de payasos de circo?” ¿Me entiendes? Al mencionar esto recuerdo dos anécdotas. La primera: Andaba de compras en el Centro Comercial Polvos Azules de Lima―un emporio comercial popular―y vi una venta de cuadros de “The Beatles”, espectaculares y muy bien logrados y le pregunté a la vendedora: “¿Cuánto vale ese cuadro de “The Beatles”? Ella me respondió cuál. Le contesté  ese de la izquierda y ella se dirigió hacia el lugar indicado y levantó un cuadro de un paisaje. "No, ese no, el de The Beatles”,  insistí, y se quedó parada mirándome sin saber qué decir ni qué hacer. "Este cuadro, este donde están The Beatles”, indiqué. ¿No sabes quiénes son no es así?, le pregunté. Y su mirada me lo dijo todo.  No hacía falta palabras para sentenciar el momento. La segunda,  en el 2010,  Televisión Nacional del Perú vetó la aparición de “Los Drugos” en un programa musical de folklore porque la directora del canal dijo que mi mascara hacía alusión a un pene erecto y no podía permitir que eso aparezca en la pantalla. Se supone que las autoridades del canal estatal son gente entendida en el tema cultural, pero esa acción demostró que no era más que una autoridad prejuiciosa. Bajo ese argumento deberíamos dejar de mostrar al mundo las máscaras de las Diabladas Puneñas o del Señor de Paucartambo o destruir los huacos eróticos. En fin es evidente que la aceptación en el extranjero fue más inmediata porque el conocimiento de la cultura contemporánea y popular es parte de la educación y la vida cotidiana. En el Perú “cultura” es la música clásica y las danzas típicas, todo lo demás es cualquier cosa. Increíble.

El repertorio musical  de “Los Drugos” es amplio, variado, raro, irreverente, sarcástico, abigarrado e innovador, y su estilo no deja indiferente a nadie, por eso algunos  de sus detractores lo definen (muy al estilo de esas tierras) como ‘un arroz con mango’. Suponemos que a estas alturas, la crítica con mala leche no le produce  rasguño alguno, ¿nos equivocamos?

La crítica con “mala leche” me produce risa. “Perdónalos, señor, porque no saben lo que dicen” Ya tengo callos en el alma, no me interesa lo que digan o no de “Los Drugos”. Al inicio de la carrera del grupo yo me desvivía por ser publicado en el Diario  “El Comercio”, el Decano de la prensa nacional, donde, se supone, están los periodistas más cultos del país (risas) , pues nunca pasó eso y quiero creer que fue porque no es cierto que ahí están los más cultos. Pues bien,  yo deseaba eso con ansias y un día mi hija me dijo: “Papa si la revista Rolling Stone habla de ti por qué te preocupas si El Comercio no dice nada” Sabiduría popular. Nunca más me preocupe y ya no me interesa que ese diario publica algo o no de “Los Drugos”. Me interesa la opinión de quienes aprecian mi trabajo o de quienes lo descubren.

Juan Carlos Guerrero expresa que quiere divertirse
haciendo algo diferente
Juan Carlos Guerrero y su banda se han atrevido a incluir en su material discográfico varios clásicos de la música internacional, pero dándoles un nuevo sonido, otra interpretación, otro sentir, así podemos escuchar a temas como “"Singing in the rain", convertida en "Fucking under lluvia",  "La danza de los que cobran", polémica interpretación de "El baile de los que sobran" de Los Prisioneros de Chile o “May Choklona”, un "mash up" de la popular canción ochentera “My Sharona”, ¿adónde quiere llegar sometiendo a radicales transformaciones estas canciones ícono de una generación? Pues no sólo cambian a nivel musical sino también alteran las letras. Está claro que “Los Drugos” no versionan, crean algo distinto, ¿está de acuerdo?

Estoy de acuerdo. Nuestras reversiones son en realidad “nuestras canciones”. ¿A dónde pretendo llegar? Pues a un público que aprecie la versatilidad y la irreverencia, que reconozca el esfuerzo creativo, que en nuestros temas descubra un pasado que le es ajeno o simplemente se divierta escuchando lo que tocamos. La verdad sólo quiero divertirme haciendo  “algo diferente”.

Los disfraces y máscaras ponen a buen recaudo la identidad del resto de integrantes, pero en su caso, pese a llevar dichos atuendos, todos saben perfectamente quién es usted, ¿le resulta fácil dejar a su personaje en el escenario y  ser en su vida diaria simplemente Juan Carlos Guerrero?

Eso es correcto. Las máscaras cubren la identidad del personaje real. Eso lo hice al comienzo porque los primeros Drugos no querían comprometerse con el proyecto del todo y ver así perjudicado su trabajo musical individual o más claro aun,  tenían miedo al “qué dirían” (risas). Típica vergüenza peruana. Sin embargo respeté sus criterios e implanté el uso de las máscaras. Pero luego me di cuenta que la gente, como sucede con Batman o El hombre araña recuerda al personaje disfrazado y no a quien lo encarna. La gente habla de Batman  y no de Bruno Díaz, de El hombre araña y no de Peter Parker. La gente habla de Los Drugos cuando se trata de ellos y Juan Carlos Guerrero cuando se trata de mí. Antes pensaba que sería bueno dar la cara pero he logrado dar su lugar a cada personaje, y sé  que aunque alguna gente se dirija a mí como Drugo entiende con claridad que una cosa es una cosa y otra cosa es otra.

El veto a  "Los Drugos"
Como ya sabemos “Los Drugos” se ganó al público y a la crítica foránea antes de  conquistar a su propia gente, y prueba de ello es la nota aparecida en la afamada revista “Rolling stone”, donde entre muchos halagos incluso se le compara con el grupo británico “Gorillaz”. Un reconocimiento inesperado, ¿no?

Sin duda. Lo dijo La “Rolling Stone”, la biblia de la música, la revista de mayor reputación musical en el mundo. Para algunos fue un exceso pero para mí fue absolutamente gratificante y, a la vez,  beneficioso para el propósito de hacer conocida a la banda. Tal como también lo han sido las apariciones en TVE (Televisión Española) Cadena Telemundo, Direct TV- USA, y las entrevistas en radioemisoras mexicanas, ecuatorianas, uruguayas etc.

Pero “Los Drugos” no fue su primera experiencia con la música, pues ya antes, en los ochenta, fundó y lideró la banda “Strato”, un proyecto totalmente diferente a su propuesta actual, ¿qué recuerdos guarda de esa su primera incursión musical?

En verdad, hubo muchos proyectos. Los recuerdo con mucho cariño e inocencia. Fueron los primeros pasos que di en la música que sin duda me sirvieron para gestar lo que ahora hago. Por ejemplo,  "Strato" fue el que me acercó por primera vez a los medios y tú fuiste la responsable de ello. La entrevista en el Diario Expreso de Lima en 1988 fue la primera que tuve como “artista” y tú fuiste quien me la hizo. Hasta hoy  guardo el recorte del diario y te estoy eternamente agradecido. Soy de los que los que mira al pasado no con desidia, cólera o vergüenza si no con análisis. Nadie puede entender el presente y visionar el futuro sin conocer y entender el pasado. Por eso es bueno mirar atrás, sobre todo cuando de uno se trata.

La banda sonora de su vida  está compuesta por la música de “The Beatles” y se puede decir que es un fan convicto y confeso porque conoce a fondo la vida y milagros de ‘Los cuatro de Liverpool’ y colecciona todo lo que tenga que ver con sus integrantes, pero por sobre todo, admira y sigue la filosofía de Sir Paul McCartney. Por él es vegetariano, preconiza la defensa de los animales, y obviamente, le debe su amor por la música. ¿En qué momento se le ocurre encabezar un movimiento encaminado a convencer a las autoridades competentes de su país de la importancia de otorgarle un reconocimiento oficial  al exBeatle durante su visita a tierras incas? Consiguió su objetivo pero fue víctima de ataques por parte gente que se sintió afectada de no ser la autora de la iniciativa. ¿Qué lección sacó de dicha experiencia?

Primera lección: Cuando te decides a hacer algo hazlo  hasta llegar al objetivo o acercarte a él. El que la sigue la consigue, no hay duda. Segunda lección: Aprovecha todas las oportunidades que se te presenten, nada pierdes con intentar. Tercera lección: Nadie más sabio que Don Quijote.  “Ladran sancho,  señal de que avanzamos”. Si hablan bien o mal de ti es porque algo importante hiciste. Yo fui  invitado a un importante canal de televisión por cable que requirió mi opinión sobre la llegada de McCartney y en medio de la entrevista, en vivo, me atreví a sugerirle al presidente de la república que hiciera lo que han hecho con importantes líderes en otras partes del mundo: condecorar al visitante ilustre. Cuando salí del canal un reportero de un canal de señal abierta me esperaba para preguntarme sobre ese tema, entonces decidí hacer una nota de prensa y enviarla a los medios y el asunto caló y la gente apoyó y el objetivo se logró. Lo que se dijo o no se dijo bueno o malo en su momento me tocó,  es cierto,  pero cuando obtienes lo que buscas ya nada te afecta, te lo aseguro. Hay una máxima en el mundo de la publicidad que acuñaron los norteamericanos en los años cincuenta: “No importa lo que digan de ti, lo importante es que digan algo”. Muchas veces regreso a esa máxima y me siento bien porque la labor de publicitar mi trabajo no lo hago yo sino quienes hablan de mí. Me olvidaba Cuarta lección: Nunca será un error ser un Beatle fan.

La revista Rolling Stone se hace eco del talento
de la irreverente banda
Otra de sus vocaciones es la enseñanza, y tiene a su cargo el curso de Producción radial en una joven casa universitaria limeña, al ver a sus alumnos ¿qué rememora desde sus épocas estudiantiles en la Universidad San Martín de Porres?  A su modo de ver, ¿qué diferencias y semejanzas encuentra entre su generación y la actual?

No sé si el ser profesor sea para mí una vocación, soy honesto en decirlo. Yo diría, en todo caso, que es un trabajo que hago bien;  al menos mis calificaciones en la encuesta de alumnos refleja eso y no puedo negar que resulta alentador saberlo. Creo que quizá sea una vocación oculta que me niego a descubrir plenamente o, tal vez, una forma eficiente que he desarrollado para transmitir conocimiento.  La verdad no lo sé a ciencia cierta, por eso prefiero decir que es un trabajo que hago con eficiencia; porque cuando asumo una responsabilidad pongo mucho empeño. Mi madre siempre me dijo desde muy niño. “Si vas a hacer algo o lo haces bien o no lo haces”. Y hasta sigo el consejo. Cuando observo a mis alumnos, la verdad, lo único que veo en ellos en relación a mí es la energía, las ganas y el entusiasmo para la vida que tiene uno cuando es adolescente. Porque los chicos de hoy no se parecen en nada a los de mi tiempo. Aun cuando es cierto que en esencia el ser humano es el mismo y lo será en el futuro.  Es decir, ama, siente, come, se arrepiente, peca, se reproduce y etc., etc., etc., etc. Los chicos del siglo XXI son totalmente diferentes a los del siglo XX. La tecnología, las oportunidades, la globalización, el criterio, la mentalidad abierta, la confianza en sí mismos, la identificación con sus raíces y miles de cosas más los hace diferentes a los chicos de mi época. Creo que estar con ellos me ayuda a conocer más el mundo actual y empaparme de su energía positiva. Eso sí, son chicos y como tales a veces el entusiasmo los traiciona,  pero vamos quién de joven conoce a fondo la vida

Obtiene el premio "Leyendas" en la categoría arte
Hace muy poco fue galardonado con el premio “Leyenda” en mérito a su talento y  trayectoria profesional,  ¿alguna vez pensó en ser alguien inspirador, digno de ser seguido,  imitado?  ¿Qué piensa de su pasado, su recorrido y de lo que es hoy en día? ¿Se arrepiente de algo? Si tuviese la ocasión de volver al pasado y corregir algo, ¿en qué suceso u hecho pondría su mejor disposición?

Obtener ese premio fue para mí algo muy importante; representa obtener de alguna forma el reconocimiento público que siempre he ambicionado como persona y profesional. Siempre quise que la gente se fijara en mi trabajo no para sentirme amado sino para que dijeran: “Eso también lo puedo hacer yo”. Cuando era un adolescente y leía las revistas extranjeras, veía las fotos de otros países, conocía realidades o personas de diversas latitudes decía: “¿Y por qué yo no? Voy a tratar de ser como ellos”. Es decir me inspiraba;  lo que me parecía aleccionador,  y siento que ahora otros podrían hacer lo mismo al conocer mi trabajo. Mi pasado es mi libro de recuerdos y en mi experiencia de vida, de hecho existe una gran diferencia entre lo que viví años atrás y lo que vivo hoy, pero la esencia de quien soy se mantiene por suerte. A veces pienso en tantas cosas que perdí o dejé de hacer y me reclamo a mi mismo, pero creo que eso es muy humano.  Por suerte lo que más quiero en la vida, mi esposa y mis hijos, y mi familia no la he perdido y de eso me siento orgulloso, pues para lograrlo también tuve que decir no, dejar de hacer cosas o verlas solamente pasar. Si tuviera la oportunidad de volver en el tiempo me empeñaría en ser un tipo más atrevido de lo que he podido ser en la madurez.  Creo que dejé pasar muchas oportunidades interesantes por la timidez que me gobernaba y que me jugó muchas malas pasadas.

"The Beatles" siempre están presentes en su vida
“Los Drugos” hasta el momento es su mayor obra y logro,  ¿seguirá adelante con ese único proyecto musical o se abrirá a otras experiencias de semejante índole o quizá comenzará a producir para otros?

Digamos que “Los Drugos” es mi logro más estable en el tiempo y creo que esto es producto de la madurez alcanzada. En el pasado hice miles de cosas que me gustaban o me interesaban, fui coleccionista, dibujante, escritor, poeta, candidato al congreso de mi país, conductor de bus escolar y no sé cuantas cosas más; todas las hacía con el mismo afán que hice “Los Drugos” desde un principio,  pero valgan verdades nunca las concluí. De niño mis profesores le decían a mis padres que yo era un chico inteligente pero inquieto y que me aburría rápidamente de las cosas y es cierto creo que hasta hoy me sucede pero en menor intensidad. Quizás fui un niño índigo y nunca lo supimos, en fin. Mis hijos siempre me dicen que lo único que me falta es ser ¡astronauta! pues de lo que han visto y conocen lo he hecho todo (risas)

En los momentos tristes o cuando todo iba mal, y no había un familiar o amigo cerca para darle ánimos, ¿en qué pensamiento o credo buscaba refugio?

Bueno siempre he recurrido a la música como elemento de sanación. “Los Beatles” son mis mejor terapia, pues escucharlos me renueva y me tonifica; pensar que mi espíritu adolescente está intacto gracias a su música: me hace sentir fuerte y seguir adelante. ¡Beatles forever!

Si desean saber más de Juan Carlos Guerrero, de su grupo o escuchar
su música pueden pinchar:
http://www.myspace.com/juancarlosguerreroylosdrugos
https://www.facebook.com/LosDrugos
http://www.youtube.com/drugosmusic
 


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