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martes, 2 de septiembre de 2014

Marian Raméntol: “Ser poeta es comprender el lenguaje de una psiquis que está más allá de la razón”

En el mundo poético puede hacer de todo: romper las palabras a su antojo, naufragar en emociones, reinventarse miles veces y ser absolutamente universal. Así de generosa, flexible y comprensiva ha sido la poesía con Marian Raméntol a través de los tiempos, por eso, ella  siempre le corresponde con lealtad y entrega. Y es que esta relación le brinda la facultad de volar con libertad y estar bien conectada a su corazón.
Conozcamos a esta autora catalana, que también gusta de expresarse en otros registros.

¿Le sigue siendo fiel a la poesía pese a que la tentación de la narrativa está ahí, paciente, esperando su momento?  ¿Cómo se puede ser tan leal y  consecuente con un sentimiento en estos tiempos actuales? ¿Desde cuándo mantiene esa relación tan estrecha con la poesía?

Asegura que la poesía forma parte
de su ADN. 
Antes de entrar en materia quisiera agradecer la posibilidad de esta entrevista que ni qué decir cabe, es para mí un honor y un privilegio. Dicho esto y respondiendo a su pregunta, me gustaría matizar que, en mi caso, me nutro constantemente de todo tipo de manifestación artística por lo que, para ser precisos, debo decir que no tan sólo la poesía forma parte de mi ADN aunque bien es cierto que la mayor parte de mi obra se desarrolla a través de ella. Yo no lo calificaría de "fidelidad" si no más bien de "comodidad" ya que es la poesía con la disciplina que más libre me siento a la hora de manifestar mis inquietudes. La poesía me brinda la grandísima posibilidad de la sugerencia, herramienta de expresión principal en lo poético bajo mi punto de vista, y que no es tan propia en otras disciplinas como la prosa, por ejemplo, que precisa de una mayor narrativa o descripción. En el mundo de lo poético puedo universalizarme, naufragar o reinventarme con mayor facilidad, romper el significado original de las palabras para readecuarlas a lo que quiero expresar y que esa expresión llegue con intensidad al lector me permite franquear cualquier tipo de limitación expresiva. Quizá el factor tiempo ayude también a esa sensación de "lealtad" para con la poesía ya que mi relación con ésta nace a edad temprana y se va afianzando a lo largo de los años y sigue haciéndolo hasta la fecha, mientras que con otras disciplinas mis incursiones han sido siempre más esporádicas y en algunos casos, como en las artes plásticas por ejemplo, mucho más recientes.

¿La poesía puede abarcarlo todo tanto que no tenga necesidad de echar mano de la prosa para manifestar otro tipos de pensamiento o sensación?  .En ese sentido, ¿es completo dicho género?

Bajo mi punto de vista, todo género expresivo es complejo y por lo tanto completo. Y si estamos hablando más concretamente de prosa o poesía, con más razón si cabe, ya que en ambos casos estamos hablando de lenguaje estructurado. Ambos lo abarcan todo, ambos son independientes y ambos pueden, por qué no, echarse una mano el uno al otro.

¿Cómo se ve a sí misma como poeta?  ¿Lleva el ropaje de la poesía todo el tiempo? ¿Qué es ser una poeta?


Sus libros son siempre un éxito 
Bueno, en mi caso el ropaje de poeta no se escoge, se lleva siempre a cuestas, es una forma de ver la vida, de entenderla y sentirla, tanto es así que, a veces, hasta puede causar dificultades de comunicación dependiendo de quién sea el receptor, como ejemplo contaré una breve anécdota que me ha sucedido hace poco, conversando en un bar con amigos ajenos al mundo de la poesía, charlábamos sobre la precisión descriptiva de cada uno de los presentes frente a un servilletero, unos apuntaban a sus medidas y forma, otros al color y materiales, todos intentando ser lo más exactos posible, hasta que llegó mi turno y simplemente apunté: "es una pequeña montaña decapitada, ¿no lo veis?", consiguiendo en el acto la consecuente cara de estupefacción de mis colegas.
Pues a eso me refiero, para mí ser poeta es esa sinestesia en grado absoluto, la locura en las pupilas, la playa donde evacuarme, esa explanada donde lo real es lo intangible, donde la palabra se adelgaza hasta convertirse en un mero perfil, un eco, una silueta de su verdadera naturaleza; ser poeta es comprender el lenguaje de una psiquis que está más allá de la razón.

Manifiesta que la poesía no puede ni debe explicarse, ¿por qué?  ¿Hasta que punto los conceptos no nos sirven para nada?

La poesía no puede ni debe explicarse porque no es su misión hacer entender al lector los códigos iniciales del autor, lo que éste quiso decir, sino más bien brindarle la posibilidad de iniciar un viaje ‘personal’ e intransferible a través del poema. El poema invita al lector a dejar que sus fibras se zarandeen sin intentar identificar cuál de ellas lo hace o por qué, provocar que una pupila se dilate, que haya un cortocircuito en los poros de la piel, que el ritmo cardíaco “sienta” de manera primaria, no consciente.
¿Sirven los conceptos cuando admiramos una pintura abstracta? ¿De verdad intentamos averiguar o comprender por qué el autor colocó la mancha roja en el vértice superior izquierdo de la tela y lo circundó de negro? ¿O más bien intentamos aspirar lo que esa combinación de colores y su disposición espacial nos transmite? Pues lo mismo sucede con la poesía.

¿Hay un tiempo para hacer poesía? ¿Tiene su momento preciso como el comer o dormir?

En absoluto, al menos a mí me asalta en cualquier momento o situación, voy por la vida con un cuaderno y un bolígrafo siempre a mano para poder anotar todo cuanto irrumpa en mi cabeza. Lo que sí precisa de un tiempo más ordenado y tranquilo, que no de horarios, es trabajar el poema, vestirlo y desvestirlo cuantas veces haga falta hasta que asome completamente maduro.

Considera que el género poético es
complejo y completo
¿La poesía debe comprometerse con alguien o con algo? ¿Cuándo la poesía deja de ser el lenguaje  del espíritu y pasa a ser algo más terrenal y tangible?

En mi opinión la poesía en sí misma no tiene la obligación de comprometerse a nada ni a nadie, en todo caso, eso dependerá siempre del poeta, ergo del artista que hay detrás de la obra y no del medio de expresión que éste use. No por tratarse de poesía su expresión debe ser más o menos comprometida que en otras disciplinas.
Para mí no existe un "lenguaje del espíritu" en contraposición con otro "más terrenal o tangible", como he apuntado anteriormente, el género poético como cualquier otro género expresivo es complejo y completo, por lo que puede abarcar cualquier ámbito sin limitación alguna. ¿Se puede escribir poesía hablando de la centrifugadora de una lavadora? Evidentemente sí.

¿En qué momento los poemas dejan de ser nuestros y lo son de todos? ¿Cree que podemos ser mejores a través de este intercambio comunicacional?

En el momento en que el poema tiene voz propia, ha madurado lo suficiente y decidimos exponerlo al lector, el poema deja de ser nuestro para pasar a ser propiedad de cuantos pares de ojos lo acunen, A partir de entonces serán los lectores quienes le otorguen mayores o menores alas, mayor o menor envergadura. Yo siempre digo que es el autor quien bautiza al poema pero es siempre el lector quien le pone los apellidos.
 Si por "poder ser mejores a través del intercambio comunicacional" se refiere a si creo que la humanidad puede mejorar compartiendo poesía, la respuesta es rotundamente no, eso se me antoja más bien como una utopía de lo más inocente, y aunque me encantaría poder creer en ella, parto de la base de que a nadie le importa la vida del vecino (o la mayoría al menos), y hasta que eso no cambie substancialmente, ni poesía ni ninguna otra forma de manifestación artística tendrá jamás el poder suficiente como para hacer mejorar al ser humano, en el supuesto de que éste debiera hacerlo.
Sin embargo, si su pregunta se refiere a si podemos ser "mejores poetas" a través del intercambio, entonces ya estamos hablando de otra cosa, intercambiar es posibilitar el aprendizaje, y si favorecemos la posibilidad de aprendernos, entonces ganamos todos.

¿Tuvo necesidad de asistir a un taller de poesía?  ¿Cree en la necesidad de éstos?

A Marian le gusta compartir con poetas de todo
el mundo
Tuve la suerte de coincidir con grandes y generosos poetas que me dedicaron su tiempo y esfuerzo para compartirme sus conocimientos y experiencia, tanto en la poesía escrita como en la rapsodia, así que durante aproximadamente dos años (2004-2005) disfruté del seguimiento exhaustivo por parte de éstos en ambos temas. Bajo mi experiencia los talleres y cursos siempre pueden desvelarnos algo nuevo, el secreto de su éxito radica en saber escoger el que precisamos, los hay de muchos tipos y niveles y si no acertamos en la elección del taller que necesitamos, lo más probable es que no cubra nuestras expectativas.

¿De qué se nutre un poeta y cómo crece en su expresión?  ¿Piensa que el proceso creativo tiene un límite?

El primer impulso es decir que el poeta se nutre de todo cuanto acontece a su alrededor, desde una conversación en el autobús hasta la charla de un vecino en el ascensor, pero si bien esto no deja de ser cierto, creo que precisa de una matización, ‘el poeta se nutre del arte de los demás’, sí. Una vez hace ya mucho tiempo, me dijeron "para poder escribir bien solo hay tres máximas a tener en cuenta: leer, leer y leer" y no la he olvidado, efectivamente, para nutrirse como es debido, si de escritura hablamos, hay que leer la obra de otros, leer y releer mucha poesía, y no en foros o comunidades virtuales, me refiero a leer poesía incontestable, de la que podamos aprender técnica, forma e imaginario en el proceso, solo así asimilaremos otros mundos y submundos que nos llevarán al crecimiento de nuestra poética personal.
Yo creo firmemente que el proceso creativo no tiene más límite que el que nuestra capacidad de aprendizaje nos marque, si somos capaces de seguir aprendiendo seremos capaces de seguir inspirándonos y nacerá en nosotros el deseo de la experimentación lo que nos lleva ineludiblemente a seguir evolucionando.

¿Cómo se distingue la genialidad o el talento dentro de la poesía? ¿Quién tiene la autoridad de decir que uno es mejor que otro?

Sus libros han sido traducidos
a muchos idiomas
Leyendo, leyendo y leyendo. Estudiando, estudiando y estudiando. No todo vale, ni en poesía ni en ninguna otra disciplina artística, el criterio nace siempre de la experiencia así que cuanto más podamos llenar nuestro "saco" de conocimiento y más certeramente podamos aplicarlo, mejor criterio tendremos para distinguir la calidad.

En este mundo actual donde la gente incursiona en todo, y al parecer no hay restricciones, ¿también cualquiera puede hacer poesía? ¿Cómo ve esta situación?

Si bien es cierto que la virtualidad ha abierto puertas y posibilitado el acceso de todo el mundo a casi todo, cosa que me parece muy interesante siempre que se sepa hacer un buen uso, como he dicho antes, no todo vale. Para poder escribir poesía hay que impregnarse de ella primero, y cuando digo impregnarse me refiero a conocer sus distintas y variadas técnicas, su historia, sus representantes de cabecera, etc., etc. Es cuando se tiene un buen conocimiento de la herramienta que queremos utilizar y sus múltiples posibilidades, cuando obtendremos mejores resultados, así que obviamente, no basta con querer hacer terapia personal y escoger la poesía para satisfacer esa necesidad, o escribir "pensamientos" o "sentimientos" colocando una frase debajo de la otra, no, escribir poesía requiere y exige mucho más.

¿Cómo nació su tutoría en verso libre? ¿Hacia quiénes está dirigido?

Pues todo viene a colación del estudio que mencionaba anteriormente, ya que nació del seguimiento personal de la obra de grandes autores como Whitman, Mallarmé, Rosales, Montalbán, Panero, Huidobro, Girondo, Parra y otros muchos. De la lectura exhaustiva de sus obras fui confeccionando a lo largo del tiempo toda una serie de anotaciones que fui contrastando con trabajos y doctorados editados por universidades de España y de Latinoamérica, para finalmente acabar dándome cuenta de que tenía material suficiente en mis manos como para estructurar un taller, dirigido sobre todo a los poetas que quisieran iniciarse en el arte del verso libre, en él se trata temas como:  los lugares comunes que han sido ya dichos y trabajados hasta la saciedad por otros autores y que por tanto debemos evitar; el peso de las palabras y el ritmo interno del verso; el marco estructural de un poema y la distribución espacial de las palabras; los encabalgamientos como agentes de agilización versal; el uso de las rimas y cuándo ejercen de agente estabilizador; las formas geométricas de los poemas y sus órganos vitales, entre otros.

Al lado de su compañero Cesc Fortuny Fabré, quien
también es escritor
 ¿Qué opina de los críticos literarios?  ¿Cómo la han tratado hasta el momento?

Partiendo de la base que una crítica literaria no es más que la opinión de un lector avezado en la materia. Me parece muy interesante su existencia ya sea ésta favorable o neutra (que en  poesía es lo mismo que decir desfavorable). En el primero de los casos parece que le hayan inyectado a uno unos gramos de adrenalina, cosa que siempre sienta bien y, en el segundo hay que saber tomar notas y apuntes para poder valorar si hay algo a redirigir o qué debemos asumir como voz propia guste o no. Hasta la fecha no he tenido ningún sobresalto desventurado con la crítica por lo que me siento agradecida y satisfecha, sin embargo sí he recibido críticas no tan favorables de poetas amigos que suelen ser más críticos que los profesionales del sector, y debo confesar que he aprendido mucho de ellas, por lo que aquí nos viene como anillo al dedo el refrán popular "No hay mal que por bien no venga"
De todas formas siempre hay matices a tener en cuenta, como he apuntado al principio, la crítica no es más que una opinión personal, de un lector experto, sí,  pero no por ello pierde su carácter subjetivo y por lo tanto será tan válida o inválida como cualquier otra opinión del mismo nivel. Y resulta que a veces podemos encontrarnos con verdaderas sorpresas, como lo son críticas completamente contrarias entre sí refiriéndose sin embargo a la misma obra.

¿Hacer poesía en catalán era un compromiso con sus raíces? ¿Cómo lo asumió? ¿Encuentra alguna diferencia sustancial frente al español?

Con frecuencia es requerida por diversos medios
de comunicación
En mi caso ambas lenguas, catalán y castellano, han convivido siempre entre sí, y aunque el catalán es mi lengua materna y la escogida para mis primeras composiciones, la mayoría de mi obra se ha desarrollado siempre en castellano pero, ya que tengo la suerte de ser bilingüe, era poco menos que un deber para mí no desaprovechar esta circunstancia.
Yo soy de la opinión de que cada lengua tiene su propio cosmos, palabras que en una lengua determinada adquieren una fuerza morfológica tremenda en otras son completamente blandas o neutras, o por ejemplo palabras que concentran su fuerza en su semántica, al trasladarse a otra lengua llegan casi a perderla, por lo que cada idioma  es un mundo completo de posibilidades. Para mí, la experiencia de poder trabajar con texturas léxicas tan diferentes es todo un lujo del que no me quería privar.

Marian Raméntol es una mujer de una creatividad sin límites y que está metida en una serie de actividades, así la vemos formando parte del grupo poético LAIE, es directora de la revista La Nausea, además de miembro activo del grupo musical O.D.I, del colectivo artístico Grup Tremó y del grupo poético-pictórico-musical Oxímoron, ¿de dónde saca tanta energía y cuál es el fin de vincularse con estos colectivos?

Bueno, no todos los colectivos que menciona son simultáneos, algunos de ellos ya no existen en la actualidad. No obstante, cierto es que mi vinculación con colectivos poéticos o proyectos artísticos ha sido siempre muy intensa. Para mí es una forma de mantener los motores de la mente engrasados y en perfectas condiciones. Es un medio de mantener abiertas las puertas a la imaginación y la inspiración, una forma de aprender y de seguir evolucionando.

Ha leído su poesía frente a públicos tan disímiles como los rumanos o  colombianos, ¿qué aprendió de estos encuentros multiculturales?

Uno de sus tantos libros
premiados 
Una de las cosas que he aprendido es que en realidad, hablando de poesía, no importa tanto en qué idioma se exprese, si no la fuerza y esa extraña magia que se desprende cuando es el propio autor quien recita. Gestos, miradas, complicidad y modulaciones de voz, todo se une para transportar al oyente hacia un universo irrepetible que inevitablemente cala en nosotros, de algún modo, para siempre.

Su poemario en catalán Avui fosquejo morta     ( Hoy oscurezco muerta) es muy especial por múltiples razones, ¿de qué está hecha esta nueva obra?  ¿Qué parte de usted nos desvela en sus páginas?

 Avui fosquejo morta es un trabajo intimista que nace del dolor de la pérdida, crece hacia la asunción de la misma y muere solo, como morimos los seres humanos, en la más desnuda de las soledades. Yo lo concibo como un viaje iniciático a través de la muerte.
Por supuesto no voy a desvelar más detalles ni voy a ahondar en qué parte de mí se afianza la obra ya que eso no es lo que importa, lo único importante es que el lector pueda y quiera viajar hacia sus propios paisajes cuando lo lea.

La magia, tenemos entendido, es importante para usted, ¿cómo es la suya y qué quiere conseguir a través de ella respecto a sus lectores?

La magia es múltiple y también compleja, y como sucede con la poesía, no puede ni debe explicarse ya que en el preciso momento en que intentemos someterla al pensamiento estructurado, la destruiremos sin remedio. La magia hay que sentirla y dejarse llevar por ella ya que también forma parte de esa psique que está más allá de la razón.
Si desea saber más de la poeta y su obra
pueden pinchar 
los siguientes
enlaces: 

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