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domingo, 1 de noviembre de 2015

María José Pastor: "No se es poeta con fines utilitarios"

Fue primero médico. Más tarde se descubrió como poeta en circunstancias que necesitaba salir de sí misma y darse a conocer. A partir de allí, su vida dio un giro completo tanto en lo personal como en lo creativo.  Se adentró en el mundo de la poesía con una forma de escribir diferente que llama mucho la atención y genera controversia, pues ha introducido en sus versos la terminología médica, aporte o innovación que no ha sido muy bien recibido por quienes se oponen al 'mestizaje literario'.
Les invito a penetrar en el cuerpo poético de María José Pastor, una escritora que afirma convencida: "La poesía nos penetra y cuando tienes imágenes del cuerpo a nivel microscópico la ves fluir por él".

Eres una médico involucrada en el mundo de los versos, ¿cuánto de poesía hay en nuestro organismo que has podido reflejar en tus escritos?
Somos cuerpo y somos poesía. Se trata de ver ambas facetas del individuo y no tener miedo a experimentar su fusión.
Somos poesía porque-lo sintamos o no- estamos en el mundo rodeados de objetos, de sucesos y del propio cuerpo y mantenemos una relación con ellos de una forma especial que a menudo no percibimos. No es una relación como la que se describe de forma lineal tanto por los medios de comunicación como en la literatura en prosa.  Es una relación rizomática en la que las palabras se relacionan entre sí formando redes.
Muy concentrada en su faceta de médico analista 
Además en nuestro estar poético los límites entre lo supuestamente externo y lo supuestamente interno se desdibujan, sufren cizallamientos, mezclas que dan como resultado un tipo de vivencia más sensible.
Fruto de ello son los poemas que son capaces de crear entidades complejas al combinar palabras de distintos campos semánticos que arrastran connotaciones de ritmo y ambientes evocadores que dan multidimensionalidad a la experiencia y al conocimiento.
La poesía nos penetra y cuando tienes imágenes del cuerpo a nivel microscópico la ves fluir por él.

La palabra carnal

sagrada si se conecta con los humores
que recorren tejidos nutriendo espacios
y células                  y posee
esa plasticidad de quien está en camino.


La palabra se mueve      
y su estela sacude textos
y ablanda fibras          y las deforma 
rejuvenece puentes          perfora muros.

La palabra tiene membranas     poros
por donde escapa un gel de extrema ligereza
capta mensajes y abandona           
         el texto inicial en busca de aventura.

La palabra se arquea                bailarina
sobre las puntas romas
promiscua
presta cada faceta al mejor postor
tira del hilo                    y engendra el hilo
y la melodía fluye a través del cobre
y hiere
con ebriedad que te navega       que te circula.
.


Entonces es                 eje virtual          silencio de raíces
un remolino           una borrasca
un parásito abecedario móvil
                                                    en los tejidos. 
( La palabra microscópica, libro inédito)

El libro que le abre las puertas al  mundo
literario 
Tu caso es tanto inédito en nuestro medio, ¿cuál es tu visión cuando empiezas a crear un poema? ¿Partes de lo físico a lo espiritual?
Por regla general cuando construyo un libro me lo planteo como una unidad de pensamiento. Un hilo conductor que guía los poemas que lo conforman. Lo físico es secundario aunque es omnipresente y necesario a la vez que condicionador del libro.
Pero ¿cuándo se gestó María José la poeta? ¿Fue antes que la médica?
No primero fui médico. Empecé a escribir en 1999 poco antes de terminar mi tesis. Coincidió también con un cambio vital importante. Tal vez el esfuerzo de condensación de toda la información fue el desencadenante juntamente con la necesidad de salir de mí misma.
¿Qué tuvo que ver el poeta Ricardo Llopesa en tu decisión de mostrarte como poeta?
Empecé asistiendo a sus tertulias y  allí me encontré en un medio de cultivo ideal. Hablaba de poesía con los compañeros contertulios, empecé a leer mis poemas en un ambiente protector y amable. Supe que aquéllo me atrapaba en sus redes y que me gustaba sentirme atrapada.
¿Por qué escribes poesía? ¿Qué te condujo hasta ella?
Julia Kristeva habla de retorno a la jorá. Ese lugar antes del lenguaje del padre, antes de que el individuo se vea reflejado en el espejo (Lacan) y adquiera un lenguaje lineal y simbólico. Sería un retorno a un estado anterior de fusión con la madre. El lenguaje entonces tendría otros componentes que acompañaban a la palabra.
Sea esto verdad o no - ¿Qué es verdad?-, me parece interesante.

Recorro ese trayecto hacia los verbos
que levitando en azar se engarzan
y entre sus hilos mis alas catalizan
y enlazan y tejen la escritura.

Camino hacia el recinto en que hechos aire
desnacen de su esencia mientras yo
apenas soy presencia y desconozco
los signos convenidos.

O me deslizo a lo profundo buceando
en busca de la espuma el burbujeo
en busca del bullicio donde hierven.

Y observo con los párpados cerrados
cómo pulsan mis células de nieve
cómo cabalgan curiosas las palabras
a lomos de pegasos que se besan.

Y me desplazo sin brújula y a tientas
con los brazos tendidos como el ciego
que palpa hasta topar con lo seguro
y se abandona y se disuelve y se cobija
y se mece con la música
del esférico vientre de su madre.
(Del libro Ecuaciones recicladas)
En la foto de familia tras un acto literario
Ya sabemos que tu poesía es especial, pero, ¿cómo la defines? ¿Adónde quieres llegar a través de ella?
No quiero llegar a ningún sitio. Escribo por el placer que me proporciona el proceso de escritura, los poemas acabados, la relación que a través de ellos establezco con la gente. La poesía me engancha, supongo que, como dice Christian Pringent en un intento de fundirme con las cosas y  con las personas .
En 2003 te  conceden el  Premio del IV Certámen Literario Tertulandia 2003 de Benetúser en la modalidad de poesía con Autonomía del Deseo, ¿con qué expectativas participaste y qué objetivos cumpliste?
Uno se presenta a los concursos sin muchas expectativas pero siempre con la idea de ser querido y con la falsa idea de que ellos pueden validar tu escritura. Pronto se aprende que eso no es lo importante. Pero siempre es agradable.
Sobre tu primer libro has declarado que "una vez que los individuos crean sus deseos, estos se independizan, tienen autonomía y se defienden por sí mismos", ¿quiere decir que nuestros deseos nos arrastran y ya no tenemos el control sobre ellos?  Explícanos, por favor.
No, no es que nos arrastren es que nos envuelven formando una atmósfera ionizada a nuestro alrededor. Son como gases conductores de la energía que hay entre los individuos. Además considerando que los supuestos límites que nos conforman son membranas permeables, los deseos se introducirían en los individuos y serían capaces de formar parte de ellos y por tanto de condicionar sus existencias. Digamos que son inevitables. Es un ejercicio de visualización de una realidad invisible.
Es una mujer con mucha curiosidad por la vida
En 2004 publicas Esporas de Cordura,  inspirado en La Resistencia de Ernesto Sábato. La temática es distinta y se puede decir que refleja tu postura antiglobalización. ¿Es así?
Bueno, eso lo vi a posteriori. Los poemas fueron fruto de una idea inicial de recuperación de lo que creía importante y fue construyéndose de forma crítica frente a aquellos aspectos sociales que sentía próximos.
Me remito al significado y alcance de la palabra resistencia, ¿a qué te resistes, María José?
Me resisto a la manipulación constante que sufrimos los individuos inmersos en una sociedad  cuyos poderes fácticos te van marcando pautas acerca de lo que definen como importante.
¿Sigues pensando que el individuo es capaz de modificar su realidad? Y si es consciente de ello y sencillamente no quiere hacerlo, ¿estamos condenados a sufrir eternamente por gusto?
Creo que sí somos capaces de modificar las cosas pero desgraciadamente nos cuesta mucho darnos cuenta del poder de la ciudadanía. Creo además que tenemos miedo a movilizarnos. Estos pensamientos son de rabiosa actualidad.
No es que no queramos modificar las cosas en favor de una sociedad más justa, es que son muchos los intereses que van en contra de que las cosas cambien.
Por supuesto no es fácil pero hay injusticias flagrantes que todos sabemos que podrían ser mejoradas.

Nada es irrevocable, autoinventemos.
Rescatemos el valor de la avalancha,
del alud de miles de moléculas,
celebremos la blancura inevitable alfombrando la miseria.
Aunemos nuestros nómadas esfuerzos
a la luz solar del grito humano

Su segunda publicación poética 
¿Qué quiere decir exactamente cuando hablas de esporas y de cordura? ¿Cómo ajustas ambos términos al mensaje que quieres reflejar?
Una espora es un germen que resiste en condiciones desfavorables. En mi poemario las esporas de cordura podrían guardar en su interior valores que sería interesante rescatar. Por ejemplo el sentimiento de comunidad, la capacidad de unirse y relacionarse de una forma más generosa, ajena a las leyes del mercado. Se ha ganado mucho en individualidad pero se ha perdido en empatía.
Esporas de cordura,
esporas en tiempos de sequía
esferas de feroz sabiduría
arte para recordar la historia
núcleos de resistencia germinados
brotes de humanidad otra vez virgen

¿Es verdad que este poemario lo escribiste mientras navegabas en internet? ¿Qué buscabas?
Fue un divertimento. Buscaba contrastar y acompañar mis ideas con textos escritos por otros y que cito a modo de artículo científico o tesis.
Me gusta la intertextualidad, creo que la conversación con otros genera textos ricos y dialogantes.
Tu tercer poemario se titula Plomo papilas pluma (sin comas) y  se refiere al  cuerpo y a la  escritura, ¿a qué hace alusión esta combinación de términos y qué quieres contar con ellas de manera individual y colectiva?
El libro surge tras la lectura y la asistencia a un curso impartido por Hélène Cixous en el Escorial. Tiene ecos de las lecturas de las escritoras feministas, también de Derrida y Deleuze.
Es un trayecto desde la pesantez del cuerpo a la liberación por la escritura pasando por la sensibilidad, De ahí el título: Plomo por la pesadez, Papilas por la sensibilidad, Pluma por la escritura.
Acompañada de varios compañeros del mundo poético 
Rosa Mª Rodríguez Magda fue muy generosa conmigo y escribió un espléndido prólogo que desmenuza todo el trasfondo del libro.  Yo no habría sabido sintetizar mis lecturas previas como lo ha hecho – magistralmente- ella.
“y ello nos abre otra de las claves referenciales para situar la poética de María José Pastor, que se inscribe dentro de lo que se ha dado en llamar “escrituras del cuerpo”. Esta tendencia se desarrolla a partir del giro lingüístico que en la filosofía propiciaron las corrientes postestructuralistas, sobre todo en Francia. Frente a la preeminencia del sentido, el significado aparece como el producto de la yuxtaposición de significantes; emerge la mirada hacia la materialidad de los discursos. La escritura, el trazo, la huella y su dispersión se convierten en elementos para destronar y desvelar la hegemonía del “Logocentrismo” (Derrida), profundizar en “el placer del texto” (Roland Barthes), se evidencia cómo el saber, en su bifronte dimensión de poder, “penetra los cuerpos” (Foucault), explora el deseo (Lyotard), en una simbología biológico-cartográfica (Deleuze). Esta inflexión teórica adquiere una nueva dimensión en pensadoras como Hélène Cixous y Luce Irigaray, quienes indagan en la escritura del cuerpo sexuado, del cuerpo femenino.”
¿Alguna vez te has sentido discriminada por venir de otro ámbito que no es el literario? ¿Hay resistencia a este tipo de 'mestizaje'?
Es una creadora a la que le gusta el mestizaje artístico 
No más discriminada que todos aquellos heterodoxos, los que escriben fuera de los cánones establecidos. Pero está claro que hay gente que aprecia la marginalidad. Considero un regalo poder combinar campos de conocimiento teóricamente alejados.
Creo que es un error cerrar puertas, formar grupos. Solemos tender a encontrarnos más cómodos en aquello que conocemos. Literatura que habla de literatura. Sospecho que bajo el argumento de que esto no es para gente de ciencias se nos considera intrusos y de algún modo competidores. Nada  más lejos de mi interés que competir con filólogos. Se trata sencillamente de expresar una necesidad de forma personal, sin pretensiones.
Participas con frecuencia en antologías poéticas, ¿qué tipo de aprendizaje o experiencias extraes de ellas?
Escribir poemas para una antología temática me ha obligado a desarrollar la creatividad puntualmente. Trato de escribir un poema para la ocasión y eso me estimula.
En otras antologías he participado con poemas que ya tenía escritos. Por ejemplo  “por donde pasa la poesía” recoge los poemas que en principio estaban pensados para otro libro porque me pareció interesante que estuvieran en esa antología.
María José sostiene que hay que mirar siempre 
¿En qué momento te sientes dispuesta a escribir? ¿Hay visita de la musas y es cuestión de estar dispuesta simplemente?
Inicialmente me daba la sensación de ser visitada por las musas. Luego prevaleció la idea de escribir sobre un tema. Ahora sé que hay que preparar el terreno, estar disponible. Vivir de una determinada forma. Hay que situarse en el margen, mirar las cosas y a uno mismo con un continuo ejercicio de enfoque y desenfoque, de cizallamiento, de porosidad. Con un continuo ajuste de las escalas desde lo microscópico a lo filosófico pasando por lo sensible.
Se trata de cultivar la mirada. En este sentido tras mis cursos de fotografía creo que hay que aprender a mirar. Mirar con los ojos abiertos, mirar con los ojos velados, mirar con los ojos cerrados pero siempre mirar.
La red lanzada desde el umbral del párpado
el intento ambicioso de atrapar
la capa interna de las cosas
los espacios que anidan electrones
el vuelo del aire en la memoria.

De párpados adentro es de color violeta
de nudos remendados.

La red experta que se lanza
con su arteriosclerosis sus dosis de sosiego
sus movimientos vanos.

El arte de la pesca de las noches.

De puertas para adentro
                      las redes de los párpados
recogen su cosecha.

Afirma que ni ella sabe quién es en su poesía
¿Escribes a mano o tienes que estar frente al ordenador?
Escribo en el ordenador. Es una herramienta fundamental que te permite hacer versiones y versiones. Eso no quita que tome notas en papel de forma esporádica.
En poesía, aparte de Sábato, ¿qué poetas alimentan tu espíritu y te animan a escribir?
Valente, Paz, Claudio Rodríguez, Gamoneda, Juarroz, Lorca, Pizarnik, Chantal Maillard. Abelardo Linares. Félix Grande, César Vallejo, Huidobro, Pessoa, Elliot.
Clarice Lispector, María Zambrano.
¿Cómo funciona una médico que tiene el alma de poeta o viceversa?  ¿El poeta llega a tener conflictos con la ciencia?
Para nada. Todos tenemos facetas distintas, fragmentos que nos definen a la vez que van evolucionando e indefiniendo. Somos mestizaje. Es inevitable mezclar disciplinas. No hay que empeñarse en ser estancos, puristas, en ser algo concreto. Se es un compendio de facetas en continuo trayecto.  Yo creo que esta mezcla además de necesaria es positiva. El producto que segrega cada persona es único, fruto de sus experiencias, sus conocimientos,  su creatividad.
¿Pensando en fines prácticos y terrenales de qué le sirve a una médico ser poeta?
No se es poeta con fines utilitarios. Pero en todo caso es divertido, por ejemplo, explicar que la glucemia de un diabético es como la foto de un radar al principio del túnel y que la hemoglobina glicosilada se calcula midiendo el tiempo que tardas en atravesar el túnel y ya que se sabe su longitud puedes calcular la velocidad media a la que has circulado.
¿Cómo encajan tus aficiones, tales como la fotografía o tu gusto por customizar ropa y muebles con la escritora y la científica?
El trabajo manual me resulta creativo a la vez que relajante. Ver el resultado tras personalizar un objeto me parece muy relacionado con la poesía. Es creación al fin y al cabo. En cuanto a la fotografía - además de ser un reto a la hora de conseguir algo bello- me parece que está relacionado íntimamente con la poesía y también con la ciencia. Como decía antes para escribir hay que mirar.
La poeta afirma que se encuentra en constante cambio
Además combinar imagen y texto es una forma de mestizaje que atrae.
Una experiencia interesante me vino -de nuevo- de la mano de Rosa María Rodríguez Magda.
Cuando me dirigí a ella para pedirle que escribiera el prólogo de Plomo Papilas Pluma, le dije que quería que el libro llevase fotografías. Como directora de la revista Debats , me propuso participar en el número que se estaba elaborando sobre Ética y Ciencia
Me lancé al ruedo y estuve un mes fotografiando , enloquecidamente, para ilustrar los artículos incluidos en la revista. Fue muy divertido –por ejemplo- transformar una fuente en óvulo .

Gracias a esto conocí a Pompeo de Vicienti  responsable de la maquetación de la revista y que magníficamente realizó el diseño de mi libro Plomo Papilas Pluma.

¿Podemos llegar a saber quién es exactamente María José Pastor a través de su poesía?
Ni yo misma sé quién soy. A través de mi poesía se conocerá mi faceta poética, es indudable que mis sentimientos y pensamientos alimentan mis versos, no trato de ocultarlos. A través de mi trabajo se conocerá mi faceta laboral, etc.
Todo metido en una coctelera y agitado dará lugar a una bebida que aspiro a que resulte agradable. Pero si pretenden definirme no creo que puedan, soy un constante cambio.

Soy un sujeto en tránsito soy
temblor y anhelo entre las palabras.

Inmersa estoy en la ingravidez
de lo indecible y de lo sagrado.
.
Retorno y tejo para contarte
trazos de espacios y de trayectos.

 Si desean saber más de la autora o sus libros
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