Nació princesa, pero carece de estirpe real, sangre azul y no luce corona. Ni falta que le hacen, pues lo suyo es un estilo de vida más que una colección de títulos nobiliarios y privilegios. Sostiene que hay muchas como ella en este mundo terrenal y cotidiano, y las podemos ver simplemente poniendo atención plena en las mujeres que forman parte de nuestro entorno. Las podemos hallar en todas partes: en las calles, oficinas, hogares, etc. Allí están las princesas y son aquellas que tienen la capacidad de soñar, ser feliz con las pequeñas cosas y se atreven a sonreír a quienes pretenden menospreciar su particular forma de entender la vida.
Miriam, Mimi o Pandora es la trilogía que habita en su ser, sin embargo, en esta ocasión hemos charlado con Mimi Alonso, la autora valenciana que escribe relatos y novelas, colabora en blogs, participa en talleres de lectura, realiza entrevistas para varias publicaciones, diseña ropa y complementos, y pasa las largas horas ‘en diálogo musical’ con su violín.
Se presenta como princesa a tiempo completo. ¿Qué significa serlo en estos tiempos? ¿No es acaso una figura en desuso? O quizá, hemos entendido mal, y es usted una princesa literaria. Estoy confusa, ¿qué tal si me aclara este pequeño dilema?
Ser princesa es un estilo de vida. No creo que sea una figura en desuso. Con echar un vistazo a supermercados, oficinas, colegios, hogares de tu misma ciudad, encuentras una cantidad ingente de princesas. No hace falta tener una corona para serlo. Es suficiente con soñar, ser asquerosamente feliz con las pequeñas cosas y sonreír al que increpa dedicándole un “me da exactamente igual lo que pienses de mí” antes de continuar por tu camino real. A grandes rasgos, para mí, eso significa ser de la realeza.
Escribe a tiempo completo e incluso a veces compulsivamente, según ha expresado en público muchas veces, ¿cómo combina sus labores de princesa con las de escritora?
Como buenamente puedo. Desafortunadamente no dedico ocho horas diarias a escribir, así que hay que hacer malabares con los horarios y acostarse a horas tempestuosas para forjar los sueños.
¿Es una autora que vive refugiada en su mundo de ficción o es de aquellas que hacen visitas frecuentes al mundo real?
El mundo de ficción tiene su punto, pero también una gran pega: que es mentira. Vivo en el mundo real, con un trabajo real y un coche que me pide diésel real. Eso sí, practico el arte de la evasión de vez en cuando. Vivir en un mundo ficticio, a largo plazo, produce una insatisfacción terrible.
Su madre y su hermana tuvieron mucho que ver en su vocación literaria, ¿en qué medida la ayudaron a hallar su camino?
Recuerdo a mi madre contándome que siendo niña leía hasta tres novelas por semana. Pensarla así, sumergida en libros, maravillada con ellos, me animó a probarlo también. Una tarde entré al dormitorio de mi hermana y ella guardó algo que escribía en un cajón. Cuando le pregunté qué era respondió: “algo que no puedes leer”. Lógicamente, al irse ella de casa lo primero que hice fue abrir ese cajón y descubrir que estaba construyendo una historia preciosa. Confesé mi pecado. La recuerdo también dejando libritos de cuentos infantiles en la cama. Cada noche antes de acostarme, metía la mano debajo de la almohada y me maravillaba al topar con semejantes tesoros. Luego ella me leía los cuentos. (Gracias H.)
Una mujer que siempre va con la verdad por delante |
¿Cuándo se dijo a sí misma soy una escritora y voy a dedicarme a la tarea de contar historias?
Creo que surge. Llega un momento en que descubres que escribir no es algo que te guste como te puede gustar cantar mientras vas conduciendo. Es que resulta que no puedes imaginarte si no escribieras.
Recuerda ¿de qué trató su primer relato? ¿Con quién compartió esa creación?
Trataba de un libro mágico que arrastraba a niñas hasta un laberinto… Todavía sigo influenciada por esa peli. Compartí mi versión de la historia con las dos citadas unas preguntas más arriba.
Escribe desde los ocho años, aproximadamente, por ende, se deduce que es autodidacta.
No tengo estudios universitarios. Considero que cuando fue el momento de comenzarlos no había alcanzado el punto de madurez necesario para emprenderlos. No descarto hacerlo en un futuro, pero sinceramente no es una de mis prioridades.
¿De dónde saca sus historias y personajes? ¿Son producto de su entera imaginación o se inspira en gente de carne y hueso y en hechos pertenecientes a la realidad?
En ocasiones de la vida cotidiana. Otras veces, como dices, conoces a alguien que encaja perfectamente con tu personaje y sirve de inspiración para crear la historia.
¿Su creatividad es siempre un manantial inagotable o, quizá, alguna vez, sintió que sus aguas escaseaban? ¿Experimentó momentos de sequía?
Todos tenemos momentos donde la inspiración flaquea. Creo que lo importante cuando ocurren estas cosas es pensar que son eso: momentos. La musa viaja y tiene que visitar otras casas, pero si se le trata bien siempre vuelve.
¿Sigue algún ritual antes de sentarse a escribir? ¿Qué elementos no deben faltar para sentirse cómoda?
Una estilográfica y a ser posible papel A4 blanco o con cuadrícula. Pero no le hago ascos a los bolígrafos publicitarios y al papel “de segunda mano”.
¿Pertenece al grupo de escritores que envía su obra recién terminada a medio mundo con la finalidad de que respalden su valor literario? ¿Qué nos dice de su obra? Una vez terminada, ¿queda conforme con el resultado?
Pertenecí a ese grupo de escritores hasta que me di cuenta del error que cometía. Los únicos que impulsan el envío precipitado de una obra son el ego del autor y la prisa. No suelo quedar conforme, todavía le falta la corrección, y eso es duro. Hay gente que nunca deja de corregir sus trabajos, pero creo que llega un punto en que obra y autor empiezan a sentirse incómodos uno en mano del otro, y es ahí cuando hay que soltarla.
¿En su trabajo es fácil distinguir la influencia de los autores que admira?
Me alegra pensar que pese a las influencias logro trabajar mis textos desde una perspectiva innovadora. No baso mi trabajo en ideas de otros.
Junto a sus amigos de siempre |
¿Una escritora como usted de tiene vacaciones? Es decir, ¿tras el término de una obra sobreviene el descanso, o tal vez, se lanza entusiasmada a otro proyecto?
Sobreviene el descanso, pero en él siempre surgen ideas para un nuevo proyecto.
Es prolífica en su producción, y tengo entendido que cuenta con ocho obras terminadas y listas para publicar, ¿cuándo será el momento de que salgan a la luz?
Cuando nos empecemos a desquerer. Hay manuscritos escritos compulsivamente, hay otros todavía en proceso de corrección, siempre hay mucho que mejorar. Lo que no hay es prisa. Esto es un constante aprendizaje.
Hace mucho dio el salto a la novela y en este momento, se encuentra escribiendo una nueva obra, ¿nos puede adelantar algo de su contenido?
Esta obra pertenece a un género nuevo para mí. Es un experimento que se basa en un filtro de información y conocimientos, mentiras que se tienen por verdades y en todas esas cosas que creemos, pero descubrimos no son ciertas. Habrá humor que no buscará la carcajada. Grandes dosis de absurdo, lógica, caos y filosofía.
Sus proyectos son muchos y disímiles entre sí, en especial, me ha llamado mucho la atención el libreto operístico en que está trabajando, el que, por cierto, una vez listo, será interpretado en el Conservatorio de Salamanca. Todo un reto.
Lo cierto es que sí. Me encantó la idea y decidí aceptar la proposición al momento. Estoy escuchando más ópera en estos meses que en toda mi vida.
Dicen que quienes se dedican a escribir consiguen aniquilar más rápido los demonios que llevan dentro, ¿usted ya los mandó a mejor vida o está en proceso de hacerlo?
Sigo en proceso. Hay un pulso entre los demonios y las ganas de expulsarlos de nosotros. A veces justifican la comodidad, la excusa, y eso, en ocasiones, viene realmente bien.
Es sabido que no pocos autores de renombre han utilizado la literatura para vengar viejas afrentas, ¿ha tenido la oportunidad de hacerlo?
No considero que la literatura fuera creada a tal fin, lo que menos pretendo es escribir para vengar nada. Dedicarle un esfuerzo a uno de estos temas implicaría seguir dándole importancia a algo que obviamente estorba.
No le pregunto si cree en los concursos, pues sabemos que ha ganado varios, cuéntenos su experiencia en dichos certámenes.
El certamen Max Aub supuso un impulso, descubrí que las cosas que escribía podían convertirse en algo más que papel garabateado. “Sonrisa de gato” fue muy emotivo. El relato escrito está dedicado a mi gatito que murió ese mismo año. Me sentí muy emocionada al tener el libro que se confeccionó entre mis manos, y ver que gracias a él Neo seguiría vivo para siempre.
Considera que su blog es un 'territorio comanche' |
Colabora en varias publicaciones culturales y en algunos blogs, pero asimismo participa en numerosas redes sociales, ¿qué le anima a estar presente en estos medios?
Diversión principalmente.
Su blog “El estante olvidado” representa mucho para usted y lo curioso es que lo define como un ‘territorio comanche’, díganos, las razones.
“El estante olvidado” es un lugar ideado para el disfrute propio y de quien tenga a bien pasar por allí. Me refiero a él como dices, porque intento que en mi blog se traten temas diversos, una vez buscando la divulgación y otras, sencillamente, que el lector “se parta la caja” que decimos por aquí. El estante mola, señores...
Otras de sus inquietudes son los cuentacuentos, el teatro y los clubes de lectura. Es usted, por donde se la mire, infatigable, ¿de dónde saca tanta energía?
De la tostada y el zumito que tomo al desayuno. No, en serio. Cuando hay ganas se saca energía hasta debajo de las piedras.
La música es una de sus pasiones, y el violín su instrumento preferido, ¿desde cuándo lo toma como otro medio de expresión?
Empecé a tocarlo hace unos cinco años. El violín es un amigo íntimo y como tal no pretende que le haga sonar perfectamente bien ni me juzga si no lo toco. Es lo que tienen los buenos amigos.
El periodismo no le es ajeno, y sabemos que también ejerce de entrevistadora, ¿se prepara con antelación o es espontánea al momento de formular las preguntas?
Las preparo. Me gusta saber del entrevistado (o su obra) antes de liarme con las preguntas. De ahí que mis entrevistas se publiquen a cuentagotas.
Los idiomas también forman parte de su amplio bagaje cultural. Habla el español, obviamente, pero también, el valenciano, inglés, portugués, francés y algo de griego, ¿ha intentado escribir o, quizá, ya ha escrito obras en alguna de esas lenguas?
Inglés, francés, portugués y griego son idiomas chapurreados graciosamente por mi persona. No tengo el nivel necesario para escribir en otro idioma, aunque no lo descarto para cuando lo consiga.
A estas alturas, nuestros lectores saben de sobra que su amor por el arte y la literatura es intenso y absoluto, sin embargo me falta agregar que su talento creativo se manifiesta también a través del diseño. Junto a una amiga suya montó “Cáctus cadáver”, una tienda on line donde ofrecen al público vuestras creaciones: artículos de moda, complementos y ropa hecha a mano. ¿De esto podemos deducir que es una fashion victim?
En absoluto. Me doy mis caprichos como todo el mundo y tengo mis diseñadores fetiche, pero no invierto grandes cantidades en ello. Lo que más me llama la atención del mundo de la moda es diseñar prendas y complementos (me encantan los complementos), hacer combinaciones con ellos y materializar los que sean viables. Me divierto mucho.
"Vivir en un mundo ficticio, a largo plazo, produce una insatisfacción terrible",asegura |
Asegura que le encantan los proyectos imposibles, ¿nos puede explicar por qué? Y, en ese sentido, ¿hay alguno que, para tristeza suya, se haya tornado posible?
Son retos. No me provoca tristeza que se vuelvan posibles, al contrario. Mi tercera novela, un embarazo que duró cerca de tres años, pasó de ser una idea peregrina a un tremendo cisco, para después transformarse en la que considero mi ópera prima.
Se presenta con frecuencia como Pandora. ¿Cuándo deja de ser Mimi Alonso para convertirse en ella? ¿Qué representa Pandora en su vida? ¿Hasta que punto este personaje es real?
Pandora, Miriam y Mimi se complementan. No podría decir en qué punto empiezan unas y acaban otras.
Una creadora como usted que ha hecho suyas muchas áreas del arte y la literatura, ¿está en condiciones de gritar a los cuatro vientos que se ha encontrado a sí misma en todo sentido? ¿Se siente realizada?
Realmente no busco la realización, busco la aventura. Hay un mundo por descubrir y muchas cosas interesantes en las que internarse. Procuro ser feliz haciendo lo que hago y eso me satisface.
Dada la agitada vida que lleva es comprensible que le dedique algún tiempo a las prácticas de relajación, ¿meditar y nadar la ayudan a aquietar la mente?
Muchísimo. Recomiendo la meditación a todo aquel que tema volverse loco. Nadar es una actividad reciente, relajante a la par que agotadora. Genial para dormir largo y tendido. También cien por cien recomendable.
Sostiene que se siente orgullosa de haber descubierto que la vida no sea lo que muestran los telediarios, nos puede decir, ¿cómo llegó a esa conclusión?
Esta pregunta es complicada, sobre todo en estos días donde vemos a los antidisturbios arrasando con todo lo que hay de por medio... Pero la vida es algo más, es creación, arte, música, sentimiento. Trabajo y disfrute a partes iguales, una mañana fría, una taza de té humeando junto a papel blanco listo para albergar una historia. Sentarse en el césped, nadar desnudo en la playa, escuchar pájaros, cantar a gritos mientras bailas borracha como una mona. Familia, amigos, amor, alegría, seducción, disfrute... Eso, señores míos, será lo único que nos llevemos. No nos lo podrá quitar nadie, por más que se empeñen.
Si desean saber sobre la autora y su obra pueden pinchar: http://pandoracc.blogspot.com/ |