Su nombre está ligado a los
buenos hacedores de la poesía en Valencia, a los que crean lírica clásica y mueven
cielo y tierra en la promoción de este género por doquier. Vicente Barberá
respira y transpira poesía, por esa razón sano o enfermo está mes a mes a la
batuta de Poetas en el Ateneo. Con su mejor sonrisa y dando lo mejor de
sí. Como es su costumbre. Acaba de culminar
su segundo gran empeño junto a Toni Alcolea (Olé libros) en el Ámbito Cultural
del Corte Inglés de Valencia: acercar la poesía japonesa a las masas. Sobre
esta siembra, el tiempo dictaminará.
Eres un hombre de una enorme sensibilidad poética, y no solo lo has
demostrado con tus libros de manera personal, sino difundiendo el trabajo de
otros a través de Poetas en el Ateneo. Tu compromiso es con la poesía misma,
así de claro y directo.
Durante uno de sus actos en el Ateneo Foto by Helena Calvillo |
Se comenta que lo mejor de la poesía valenciana se halla en el Aula de
poesía I del Ateneo Mercantil de Valencia. ¿Cómo se gestó este grupo? ¿Quién tomó la iniciativa?
El Aula I del Ateneo surgió por
iniciativa de Vicente Bosch y la aceptación por el grupo El Limonero de Homero.
El escrito fundacional tiene como data
10 de febrero de 2014. En un principio la coordiné yo y en la actualidad
lo hace Virgilio Fuero. Los miembros de El Limonero de Homero participamos
activamente. Se celebran dos sesiones cada mes y recitales diversos. Funciona
como aula. Vamos todos a aprender dejando fuera nuestros egos. Y es un lugar
magnífico para disfrutar de tan bello arte y mejorar nuestros conocimientos.
Los alumnos hemos de ser socios del Ateneo y su número está limitado en torno a
una veintena.
Hace más de 10 años dictas un curso de felicidad. ¿Es verdad que llegar a serlo requiere entrenamiento y esfuerzo?
¿Cuál es tu experiencia?
Con su compañeros de El Limonero de Homero Fotos y diseño by José Luis Castañer |
Te encanta salir de viaje a conocer mundo. ¿Es verdad que los
tomas como otra forma de terapia para ser feliz?
Siempre me ha gustado viajar,
aunque tú en estas cosas (y en otras) me ganas. Para mí es otro modo de
escaparse de la monotonía de la vida. Permite ampliar conocimientos,
relacionarse con otras culturas y comprender distintos modos de vivir. Es
aprender a convivir y a darse a los demás. Disfrutar de la belleza. Como todas
las cosas que se hacen con ilusión es también una buena terapia para ser feliz.
Considerado el mejor de sus trabajos poéticos |
Pese a todo, tus lectores y críticos manifiestan que tu mejor libro
hasta ahora es Después del amor. ¿Estás de acuerdo?
La verdad es que para mí son
todos los mejores por causas distintas. Este recoge una selección de poemas
escritos desde 2008. En la selección de su contenido han colaborado como
siempre mis amigos de El Limonero de Homero y en este caso Pedro J. de la Peña
que ha escrito el prólogo con mucha generosidad. Particularmente pienso que la
edición a cargo de Olé Libros (Toni Alcolea) es espectacular con una portada
troquelada. Es el número 1 de la colección Nigredo de dicha editorial en la que
van a aparecer poemas inéditos de autores con cierto recorrido y experiencia.
Tú que estás tan comprometido con la poesía, y vives por y para la
poesía, ¿tienes alguna meta u objetivo personal respecto a ella?
Uno de los instantes que más recuerda de su viaje a Japón |
Parece que por fin darás el gusto a tus lectores que quieren leerte en
narrativa. ¿Tu novela ya tiene fecha de publicación?
Cuando aceptó mi entrevista para Momentos |
Posees una visión clara de la vida. No eres una persona de quejas ni
lamentaciones. Contigo todo fluye, ¿no es así?
La vida es un corto periodo de
aprendizaje que tenemos que aprovechar.
Lamentarse no conduce a ningún sitio. Tenemos tiempo limitado para
disfrutar y el sufrimiento inútil no sirve para nada, pero no somos capaces de
percatarnos y seguimos dando vueltas a las cosas como a una peonza borracha.
Tenemos que dar sentido a nuestra vida. No creer en nada no conduce a nada y,
porque tiene mucho valor, la vida no la podemos dejar en manos de nadie, de
cualquier desaprensivo. El deseo de vivir prolonga la vida y hay que ser
optimistas. La confianza en sí mismo, la esperanza y la autoestima son factores
inestimables. Y todos los valores positivos nos ayudarán. Siempre que hablo de
estas cosas me vienen a la memoria las cuatro patas de una mesa budista: amor,
alegría compartida, compasión y ecuanimidad.
Si desean saber más del autor o su obra pueden pinchar los siguientes enlaces: http://vicentebarbera.blogspot.com/ http://pautasparaserfeliz.blogspot.com/ https://www.facebook.com/vicente.barbera https://olelibros.com/featured_item/vicente-barbera-albalat-2/ http://lastura.es/?page_id=2974 |