Foto: Facundo Pérez Perkman |
Es un ser de
fe absoluta. En el hombre posible. En
sus creaciones. Desde que se levanta
hasta que se acuesta en plena actividad mental.
Recorre nuevos jardines literarios en compañía de su amiga Manchita.
Inspirado por el colorido de las flores, escuchando melodías que otros no
perciben. Respira a pulmón abierto. Se dota de energía a cada segundo. Como
antes. Hoy también. A sus 88 años mantiene la rutina creadora.
Sigue ilusionado. Escribir le hace feliz. Esta es la historia del poeta y
compositor argentino Elléale Gerardi, artífice de las formas poéticas ‘gerardinas’
y ’elealetos’.
Es un artista que no hace distingos a la hora de crear |
No se le puede circunscribir a un solo campo creativo,
pues ha incursionado con gran maestría y
éxito en varios. Usted sería el perfecto genio renacentista, sin
embargo, me gustaría centrarme en su obra literaria, donde ha construido, a
decir de los críticos, un auténtico sistema creativo, ¿sobre qué bases fundó
su trabajo literario? ¿En qué tipo de
escritor aspiraba a convertirse?
Los fundamentos
de mi literatura se basan en la creación de un hombre imposible, pero probable,
dentro de una sociedad irreversible. Imposible, porque propongo a un ser a la semejanza
de Jesús; y, factible, si todos los hombres
cumplieran con las moralejas filosóficas de cada obra creada. O sea, convertir
a la sociedad en un Edén. Siempre me gustó ser un escritor reconocido y estar
enrolado en el Creacionismo.
Su obra lírica es abundante, más de una veintena de
libros, aunque también se expresó en la narrativa con un volumen de cuentos,
¿se ha sentido más poeta a la hora de volcar sus emociones y pensamientos?
¿Cómo ha sido su relación con la poesía frente a otros géneros?
Mis emociones
y pensamientos en relación con la poesía frente a otros géneros han sido
completamente armoniosas. El artista creativo vive las mismas sensaciones, ya
sea escribiendo, pintando o manifestándose como autor o compositor de música.
Si bien su
primer poemario data de 1980, su época
de oro fueron los 90, con una avalancha de libros publicados, ¿cuál es su
evaluación sobre su desarrollo como poeta desde aquel El canto de los pájaros
hasta la actualidad? ¿Ha cambiado mucho?
¿Se ve aún en esos escritos del inicio? ¿Qué conserva de aquellas épocas?
Una de sus primeras publicaciones |
Sí, escribo desde los doce años y mi primer libro El canto
de los pájaros se publicó en el año 1980, quiere decir que hubo un lapso de
38 años de poeta que destruí por tratarse de una poesía completamente
masoquista, negativa, cargada de rencores en contra de una sociedad
en la que no me adaptaba. De aquel tiempo solo rescaté los poemas que figuran
en ese libro. Hoy modificaría la estructura de cada uno de sus versos por no
encuadrarse en la arquitectura formal en la que actualmente me manifiesto
poéticamente, y que descubrí a mediados de la década de los 90 en que aparece mi
libro Las palabras de la palabra, editado en 1995. Opté por una forma de
versos imparisílabos: trisílabos, pentasílabos, heptasílabos, eneasílabos,
endecasílabos y versos alejandrinos de
catorce versos, divididos en dos hemistiquios de siete sílabas cada uno; que
voy ‘arquitectando’ de acuerdo a las necesidades instantáneas descriptivas del
poema.
Se postula que sus libros son muchos en sí mismos,
pero que al mismo tiempo constituyen
uno solo en temática e intención, ¿se plantea esa finalidad desde el
inicio del proyecto o surge de manera espontánea a lo largo del proceso de
creación? ¿Cómo realiza su labor poética? ¿Es visitado por las musas o busca la
inspiración?
En un creador
profesional todo es espontáneo. Las musas inspiradoras no existen, solo basta
encontrar el tema que a uno lo motive para escribir. Cuando debo seleccionar
los poemas para integrar un libro, elijo cronológicamente los que mantienen una
unidad temática: amorosa, teologal, testimonial, filosófica y general. También
tengo libros que escribí en mis viajes vacacionales y, en otros, en busca de galerías de arte para
exponer o visitando editoriales de poesía y de música para editar mis libros o
mis canciones. Así tengo libros escritos en Buenos Aires, Córdoba, Mar del
Plata, Santiago del Estero, Chaco, Chile, Uruguay y Florida (Estados Unidos).
Desayuna todos los días Manchita, una amiga fiel y amable |
Se ha sentido cómodo expresándose en todos los géneros
literarios, pero creó algunas formas poéticas con las que enriqueció su labor
poética. ¿Qué me puede decir de ellas, las ‘gerardinas’ y los ‘elealetos’?
¿Son de su uso exclusivo o ya ha visto
que otros también las utilizan?
De ‘gerardinas’
y de ‘elealetos’, tengo varios libros
escritos. En un encuentro de escritores realizado en Villa Mercedes (San Luís, Argentina),
muchos poetas se sintieron impactados por esas nuevas formas y escribieron
algunas ‘gerardinas’ durante el encuentro. Meses después, supe que algunos de
esos poetas lograron escribir un libro con ellas. Me pidieron autorización para
editarlas, cosa que no hacía falta porque son de libre uso. El desafío que yo
proponía en mi primer libro con ‘gerardinas’ era que los poetas que se sintieran
atraídos a utilizarlas. También tuvieron
eco entre los alumnos de mi taller literario. Especialmente María Esther Lamas
de Guiñazú (Mariette Mounier) que tiene un libro escrito con ellas.
Su calidad póetica se valoró también fuera de las
fronteras argentinas, porque recibió el premio importante, aquí en España, por
su libro El polvo de la vida, el cual fue declarado en su tierra como de
interés legislativo, ¿imagino que se sintió más satisfecho por esto último que
por el premio en sí?
La música le abrió muchos puertas |
Me satisfizo las
dos cosas. Ganar un Primer Premio en España, país del idioma castellano, me
honró y llenó de orgullo. Y, luego, que
ese premio fuera reconocido por La Honorable Legislatura de la Provincia de
Mendoza (Argentina), me emocionó e hizo
sentir valorado.
Ha declarado que vive en un estado de poesía permanente
y que sus poemas tocan temas como la
teología, la metafísica, la naturaleza y la amorosa, ¿ser poeta le ha
permitido relacionarse mejor con la vida y sus habitantes? ¿A través de
ella ha obtenido respuestas a sus preguntas más acuciantes?
El
reconocimiento a mi trayectoria artística dentro de las artes plásticas, la música y la
literatura conforman una verdadera comunión entre mi vida y los habitantes del
mundo. Soy feliz con las respuestas del pueblo.
Sé que escribe desde los doce años, pero también en
paralelo se manifestó en otros registros como el dibujo y la composición, sin
embargo usted comenzó antes con la música, pues tocaba la armónica a los ocho
años y a la par entonaba canciones propias. ¿Es cierta esa historia?
Sí. Es completamente cierta.
Admiraba a Carlos Gardel, el Zorzal criollo y lo emulaba. Tanta era su
admiración que se dedicó a cantar tangos con el seudónimo de Tito Ferrari, ¿por
qué optó por iniciar su carrera de esa manera, apelando a un seudónimo?
Apelé al
seudónimo de “Tito Ferrari”, porque en ese tiempo trabajaba como empleado
administrativo del Banco de Mendoza (Casa matriz), y para los gerentes era muy
malo ser artista. Lo relacionaban con bohemio y falta de carácter empresarial.
Respecto de esto, quiero contarles una anécdota que me causó gracia: Allá por
el año 1957, L.R.A.8. Radio Libertador de Mendoza, realizó un concurso para seleccionar un cantor de tangos, al que yo me presenté. Entre las preguntas que
el locutor me hizo fue “en qué trabajaba”.
Y, yo, inocentemente, contesté en el Banco de Mendoza. Al día siguiente, cuando
me presenté a mis actividades habituales,
mis compañeros me preguntaban si conocía a algún empleado que se llamara Tito
Ferrari. “¿Por qué me lo preguntás?”, repliqué. Y él me contestó: “Porque ayer
estaba escuchando un programa de radio en donde se presentó un cantor de tangos
que dijo llamarse Tito Ferrari, y que trabajaba acá”. Yo me puse a reír, pero
lo dejé con la intriga.
El rincón dedicado a su creación literaria |
Luego se preparó: estudió música, composición y canto.
Su obra musical es amplia y ha obtenido una infinidad de premios,
reconocimientos e incluso ostenta el título de Embajador de la música Cuyana,
¿soñó con una carrera de esta magnitud? ¿Creyó posible vivir del arte?
Nunca pensé
que podría vivir del arte, mucho menos, en una ciudad como Mendoza, en donde
los artistas no son considerados como tales, sino como simples vecinos. Buenos
Aires, siempre me abrió las puertas en las tres ramas de mis manifestaciones,
pero debía emigrar de Mendoza y radicarme en la Capital Federal. Para eso, tenía
que arriesgar a mi familia y trasladarme a esa ciudad, algo que nunca logré
concretar. El terruño me acorraló en mi comarca para vivir. Siempre tuve fe en
mi vocación de artista. Fui tesonero, voluntarioso, trabajador incansable y muy
confiado en resultados positivos. Y, el tiempo y Dios, hicieron que todo mi
esfuerzo no fuera vano. La Honorable Legislatura de la Provincia de Mendoza,
juntamente con Sadaic (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música),
puso en vigencia la Ley 7643 de Reconocimiento a la trayectoria artística de
autores, compositores e intérpretes de música mendocinos. Yo fui uno de los
primeros seleccionados de la primera camada de ese reconocimiento que consiste
en una pensión vitalicia. Por este premio puedo decir que vivo del arte.
Partitura de uno de sus más conocidos tangos |
Pese a sus 88 años se mantiene activo y con una
energía envidiable. Continúa escribiendo, pintando y editando revistas. La
ilusión por crear no le abandona, ¿tiene una fórmula mágica para mantenerse
así? ¿Practica algún deporte o ejercicio espiritual?
La única
fórmula mágica para estar en buen estado físico es mantenerme en permanente
actividad mental desde que me levanto hasta volverme a echar. El deporte que
cotidianamente practico es este: camino, metódicamente, por el jardín
literario, escojo las rosas del amor que el corazón me brinda y alcanzo las
estrofas que están en la memoria. Después, respiro profundamente, y, con los pulmones llenos de oxígeno, me sumerjo en
el mar de las meditaciones. Y escribo.
Para sumar más actividades a su día a día, se
desempeña como Director del Centro
Internacional de Arte (CIDA), Secretario
General del Sindicato Único de los Trabajadores de la Cultura (SUTRAC),
Secretario del Círculo de autores y Compositores de Música de (CACMUM), Director de Cultura Centro
Italiano de Mendoza (CIM), Presidente de la
Sociedad Argentina de Artistas Plásticos de Mendoza (SAAP) y Presidente
de la Asociación de Escritores Argentinos (ADEA-nacional), se ha dado por
completo a la literatura, el arte y la cultura, ¿cumplió o se halla a punto de
cumplir con sus objetivos en cada una de estas instituciones? ¿La lucha es mayor en estos ámbitos a
diferencia del que efectúa el escritor
en solitario?
Actualmente
ya no estoy en ejercicio. Me desempeñé a través del tiempo en esa cantidad de
entidades culturales, y lo hice de una
manera sumamente eficaz. De cada una de ellas quedaron logros positivos que engrandecieron
el acervo cultural argentino, nacional e internacional. Lo único que no pude
lograr fue quebrar el egoísmo personal de los artistas plásticos y de los
escritores. Tanto la SAAP (Sociedad Argentina de Artistas Plásticos) como la
SADE (Sociedad Argentina de Escritores) están próximos a cumplir 100 años de su
creación, y no han podido lograr una entidad administrativa de sus derechos
intelectuales. Sí, en cambio, lo han hecho SADAIC, AADI, CAPIF, etc. En estos
ámbitos el esfuerzo es mayor porque uno tiene que resolver el problema de
muchos y no el de uno personal.
Junto a la poeta Dorita Puig, gran admiradora de su obra |
Se levanta de lunes a domingo a las seis de la mañana,
desayuna con su perra Manchita, y completado ese ritual, inicia como tal su
día, pese a sus 76 años de actividad literaria y artística exitosa cuando
algunos opinarían que debería estar descansando o totalmente retirado. Aparte de
la lectura rutinaria de los diarios, ¿qué libros y autores le acompañan
en sus ratos de esparcimiento intelectual?
¿Le ha impresionado algún libro de los contemporáneos? Y de la música actual y sus intérpretes,
¿cuáles son sus preferidos?
Los libros y
autores que me acompañan permanentemente en mi vida están en una poderosa biblioteca
que logré desde que comencé, a la edad de niño, a comprar y coleccionar libros de
carácter universal. Hoy mi biblioteca debe de contener una cantidad aproximada
a los 20 mil ejemplares de todo tipo de géneros, incluidos los de mis obras
editadas.
De tanto en
tanto, me explayo leyendo algún libro de mis poetas preferidos: Jorge Enrique
Ramponi (de quien fui amigo personal), Olga Orozco, Leopoldo Lugones, Alejandra
Pizarnik, Leopoldo Marechal. Leo a los
poetas ultraístas españoles, a los creacionistas, y los surrealistas franceses
e italianos. Y entre los contemporáneos que se mantienen en actividad, tuve la suerte de conocer en persona a una
poeta argentina, de Entre Ríos, y que hoy reside en Munich. Nos identificamos en la manera expresiva de
nuestra poesía. Se trata de Dorita Puig. Conservo de ella los cinco primeros
libros de su obra poética Breve infinitud BR, del uno al
quinto volumen. Este último, fue dedicado a mi persona. Es un trabajo
que me honra y da iluminación excelsa a mi admirada vate.
Proviene de una familia de artistas y escritores,
comió y bebió de esa fuente creativa, ¿considera que su destino ya estaba
condicionado desde el nacimiento? ¿Podía haber elegido otro camino? ¿Hubiese
sido posible?
Siempre
consideré que los artistas nacen, pero deben cultivarse de modo constante. Eso
fue lo que hice en consecuencia. Por necesidades económicas de mi vida y poder
mantener a mi familia, tuve que agregar a mi terna de artista, ser empleado
administrativo de un banco, vendedor de libros, de artículos comestibles, de
golosinas y de ropa para mujeres y hombres. Compraba al por mayor y revendía al
comercio minorista. Fui exitoso en mis emprendimientos. Pero la cuerda que me
hizo vibrar toda la vida fue el arte. La que triunfó sobre todas las demás.
Si desean saber más del autor y su obra pueden pinchar los siguientes enlaces: http://www.todotango.com/creadores/biografia/1509/Elleale-Gerardi/ https://www.facebook.com/elleale.gerardi.3 |