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lunes, 30 de marzo de 2015

Alonso Cueto: "Todas las novelas son de sentimiento"

Imagen: Cortesía EFE
En la actualidad es uno de los referentes más importantes de la narrativa  en su país y goza de un inmenso prestigio a nivel internacional, sobre todo, aquí, en España, sin embargo, el escritor peruano Alonso Cueto no lo ve así y evalúa su quehacer literario y lo obtenido hasta el momento diciendo “lo que hago no tiene ningún mérito porque es una respuesta a una obsesión”.
Les invito a conocer más a profundidad a este autor que por estos días promociona su novela La Pasajera, la que por cierto, ya ha sido llevada a la pantalla grande con el nombre de Magallanes.
Eres un escritor muy bien considerado tanto en tu país como más allá de sus fronteras, e incluso, he escuchado decir por ahí que posees todos los méritos para que en un futuro nada lejano seas considerado firme candidato al Premio Nobel de Literatura, ¿ha sido complicado hacerte un espacio como escritor?  ¿Cómo enfocaste tu carrera? ¿Atribuyes tus logros al trabajo o la buena suerte? O como suelen decir algunos ‘a la fortuna de  estar en el momento y lugar exactos’.
Una de sus exitosas novelas
En realidad, lo que hago no tiene ningún mérito porque es una respuesta a una obsesión. Por algún motivo que desconozco me despierto todos los días con la única intención de ir a computadora y escribir. No puedo pensar en otra cosa. Cuando estoy en alguna otra actividad, pienso en lo que estoy escribiendo y cuando sueño, mis personajes a veces se aparecen. Tengo una naturaleza obsesiva y felizmente tengo las facilidades de poder liberarme de esa obsesión cediendo a ella. Me parece que inventar personajes, situaciones, diálogos, es la forma más feliz de vivir, si se la puede llamar felicidad.
¿De qué manera ha influido en tu filosofía de escritor  la personalidad y obra de Juan Carlos Onetti?  Y en esta línea, ¿qué voces, no necesariamente literarias, tienes presente a la hora de escoger tema para tus obras?
Onetti escribió para siempre lo que ocurre en la conciencia de los solitarios, los marginados, los desencantados del mundo. La primera vez que topé con él fue a través del relato Bienvenido, Bob y desde entonces me sentí sumergido en su mundo.
 ¿Cómo aprecias la evolución de tu trabajo literario desde tus primeros cuentos y novelas hasta la fecha en que sale a la luz tu nueva obra La Pasajera? ¿Cuáles fueron esos cambios y en qué persististe?
No sabría decirlo. Siempre me ha interesado la manera como los personajes se relacionan con su pasado. Creo que en algún momento de nuestras vidas descubrimos la complejidad del pasado y las emboscadas de la memoria. Mi primer libro La Batalla del Pasado tenía que ver con ese tema, y creo que La Pasajera también. La tranquilidad de una persona depende de las relaciones con su pasado.
¿En qué piensas cuando definen  algunas de tus obras como novelas de sentimiento? ¿Tienen razón?
Todas las novelas son de sentimiento. No puedo entender una novela que no explore las emociones. Pero lo que me interesa más son las emociones escondidas, las que ni siquiera el personaje sabía que tenía.
 ¿Cuán implicado te sientes con la naturaleza de tu narrativa? ¿Es riesgoso escribir cuando afloran los sentimientos? ¿Puede ser perjudicial?
Un escritor tiene que haber sufrido, amado y haberse sentido frustrado, pero también haber tomado distancia de todo eso para convertirlo en su materia de trabajo. De allí viene la famosa frase de Graham Greene que dice que un escritor debe tener un trozo de hielo en el corazón
Pelicula basada en su novela
Grandes Miradas
¿De dónde emergen tus historias? ¿Hay un momento de revelación?
Vienen de alguna frase que escucho, de una noticia en el periódico. A veces basta con ver caminar a una persona por la calle para adivinar lo que pasa con ella.
Una vez que tienes la idea clara de lo que vas a escribir, ¿cómo planteas tu trabajo? ¿Te das un plazo para culminarlo?
Nunca me doy un plazo pero el cuerpo me dice que en algún momento tengo que dejarlo. Escribo hasta que el cuerpo aguante. Escribir es imaginar y la imaginación es un músculo.
¿Por qué gustan tanto tus novelas en el exterior? ¿Cuál es la clave de tu éxito? ¿Se halla la causa en tu temática o tu forma narrativa, o la suma de las dos?
No creo tener demasiado éxito.
Un personaje de tu talla está más expuesto a ser evaluado por la opinión pública  tanto para bien como para mal. ¿Te afecta la crítica? ¿Cómo la enfrentas? ¿Te preocupa lo que la gente piensa de ti?
La crítica siempre me interesa pero como una forma del ensayo. Me interesa que una reseña tenga ideas y que las desarrolle, no que haga comparaciones y dé opiniones gratuitas.
Incursionaste también en el periodismo, ¿es verdad que quienes hacen redacción periodística ya tienen mucho terreno ganado a la hora de hacer literatura? ¿Es eso cierto? ¿Cuál es tu experiencia?
El periodismo te ayuda mucho a condensar un texto, pero no se puede convertir en un hábito permanente. Saramago dice que el periodismo le enseñó a saber cómo lo que se puede escribir con diez palabras también se puede escribir con nueve. No hay que abusar de eso, sin embargo. También se puede escribir con once.
Ejerces la docencia universitaria, ¿cómo abordas tu tarea y cuál es tu pedagogía? ¿Eres amigo de tus alumnos?
Soy amigo de los alumnos a veces. Me interesan las clases donde todos participen.
¿Qué tanto interés detectas en tus alumnos hacia la literatura? ¿Leen?  ¿Poseen un vocabulario aceptable?
En los alumnos de la Universidad Católica veo mucho interés y formación.
La pasajera llevada al cine 
Sé que ahora estás vinculado a las redes sociales, ¿cuánto tiempo le dedicas al Facebook?  ¿Te gusta ese tipo de comunicación? ¿Cómo te ha cambiado la vida, si lo ha hecho?
El Facebook es la gran plaza pública. Pero no le dedico tanto tiempo. Es un modo de saber cómo están los amigos y a veces de ver un poema, un cuadro, una entrevista o un artículo interesante.
En tu más reciente obra La Pasajera vuelves a abordar los efectos del conflicto armado padecido en Perú, ¿todavía hay mucho que decir al respecto? ¿Aún constituye un fantasma que nos ronda?  ¿Estamos lejos de superarlo?
Sí, porque la guerra es un espacio en el que se revelan los traumas escondidos de la sociedad y de las personas. Aparecen los más nobles y los más viles de los seres humanos en toda su extensión. El episodio de Sendero Luminoso es el más importante de nuestra vida republicana, al igual que la guerra con Chile y la inmigración.
Para ese y muchos casos, ¿la literatura puede servir para sanar viejas y recientes heridas? ¿Exponerlo ya es un gran avance en el proceso de sanación?
Una sociedad tiene que mirarse en sus heridas y un escritor, como cualquier artista, puede contribuir a ese papel. Liberar la caja de Pandora de una sociedad es esencial, sobre todo en una sociedad que tapa sus heridas como la peruana.  
¿Asumes tu rol de escritor con una perspectiva más trascendental como dejar una huella que sigan los demás?  ¿Algo así como ser inmortal a través de tus obras?
Creo que en general leer, escribir, escuchar música, ver una gran película con los únicos antídotos que hemos inventado contra la muerte. Las palabras, las imágenes, los sonidos quedan. 
Con la autora de la nota en la Feria del Libro de Guadalajara
Varias de tus novelas han sido llevadas a la pantalla grande con gran éxito, pues han ganado importantes premios en el exterior, la última fue justamente La Pasajera que se convirtió en el cine en Magallanes, ¿participas en la producción de estas de alguna manera, se toma en cuenta tu opinión?  Y lo más importante, al margen de los logros cosechados como películas, ¿has estado de acuerdo siempre con las adaptaciones?
Magallanes es un magnífico proyecto y va a ser una gran película. Estuve muy de acuerdo con la adaptación muy original y brillante de Salvador del Solar.
¿Es verdad que eres una persona muy introspectiva y solitaria?  ¿A qué dedicas tu tiempo libre? ¿Qué te atrae además de la literatura?
Es verdad que soy muy solitario pero valoro mucho la amistad y creo que no tengo demasiados amigos. Sin embargo, los busco con mucha frecuencia. Me atraen la música, el cine y también el deporte.
¿Cuál es tu próximo paso literario? ¿Ya hay en mente una nueva historia?
Tengo una nueva historia pero prefiero no hablar de ella, por ahora.
 ¿A qué aspira Alonso Cueto como persona y escritor?
Seguir escribiendo y seguir leyendo, seguir viviendo esa vida que es la más rica y plena de todas.

Si desean saber más del autor
o su obra
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los siguientes
enlaces:
http://www.alonsocueto.com.pe/
https://www.facebook.com/alonso.cueto.1?fref=ts



jueves, 19 de marzo de 2015

Mar Busquets y Rafael Correcher: “Hacemos poesía para sentirnos más humanos”

Les une una sincera amistad y sienten mutua admiración por sus respectivos trabajos literarios, pero la vida los ha llevado a competir por el mismo reconocimiento en el marco del XXV Premio de la Crítica Valenciana. Sin embargo, son conscientes de que participan en igualdad de condiciones y que el elegido podría ser cualquiera, por eso,  coinciden en afirmar que sea quien sea declarado vencedor celebrarán la victoria como si fuera suya.
Son candidatos al  XXV Premio de la Crítica Literaria Valenciana en la categoría de poesía, ¿qué pensaron al momento que se enteraron de la noticia y cómo asumen el hecho de ser adversarios siendo tan amigos? 
MB: Siempre hay sorpresa, ya que, precisamente este año había muchos libros y de mucho nivel. Hay que alegrarse siempre de los logros de nuestros amigos, y más si entendemos que, como en este caso, se es merecedor. El ganar un premio en poesía es casi una cuestión de subjetiva, porque la poesía es muy libre y hay tantas maneras de hacer poesía como poetas. Esto se sabe desde siempre y, por tanto, el ganar o no ganar es casi una cuestión providencial.
Uno de los exquisitos poemarios de Rafael Correcher
RC: Es necesario desdramatizar el hecho de los premios. He sido miembro de un jurado y sé lo difícil que resulta elegir cuanto tienes sobre la mesa libros de calidad. No envidio ese trabajo y por supuesto me alegraría muchísimo si Mar fuera la ganadora.
Mar, estás nominada por segundo año consecutivo, pues en 2014, estuviste en dos listas, la de poesía y narrativa, ¿cómo ves tus posibilidades en esta ocasión?  Y tú, Rafa, ¿crees que  El nadador nocturno podría darte el premio?
MB: Este año, como el pasado, los finalistas tienen mucho nivel, por lo que es posible que gane cualquiera de los candidatos, de lo que me alegraré enormemente.
RC: Realmente creo que El nadador nocturno ya me ha dado mucho y no puedo pedirle más. No necesita ninguna etiqueta, es un libro de calidad, fruto del trabajo y la inspiración.
Rafael, ¿qué concepto tienes de la poesía de Mar Busquets? ¿Puedes hablarnos de sus particularidades? ¿Hay aspectos en forma o fondo que los asemeje?
RC: Mar y yo somos muy respetuosos con la poesía, el camino de Mar se acerca y toca, muchas veces, la poesía esencial, que exige concentración y lectura atenta al lector. Ella es mucho más vitalista que yo en su escritura, celebrativa. Pero no creo que haya distancia o diferencia por el argumento que cité al principio.
Rafael, ¿qué concepto tienes de la poesía de Mar Busquets? ¿Puedes hablarnos de sus particularidades? ¿Hay aspectos en forma o fondo que los asemeje?
Mi poesía, en muchas ocasiones, parte de una anécdota, son pequeñas historias, narraciones. Mar quizás sea más emotiva, busca en sus versos la musicalidad a través de repeticiones y pequeños juegos de palabras.
Mar Busquets también se expresa en
narrativa
Mar, destacas el hermetismo de la poesía de Rafa, ¿qué otros elementos muy personales  adviertes en la poética de tu amigo?  ¿En qué puntos jamás convergerían tu poesía y de la de Rafa? ¿Qué tan distintos son?
Nuestras poéticas tal vez difieran en la forma, pero no en el fondo. Ambos tenemos en alta estima a la poesía y al acto de hacerla. Nos tomamos muy en serio este quehacer, somos inquietos a la hora de encontrar nuevas posibilidades de expresión. Hay, por otro lado, una búsqueda inalienable en ella, pero aunque en ambos casos la búsqueda sea la misma, los caminos son siempre diferentes. En mi caso creo que soy más libre en la forma, más intuitiva, más visceral, tal vez más emotiva, y, descreída de la palabra instituida, busco paralelismos, formas musicales, sonoras, fijándome en aspectos más sensitivos de la palabra, en el caso de Rafa, hay un pulso, una tensión y una sacralización de la palabra que cobra un peso especial, y en torno a la que gravita toda su estética. Para mí la poesía es una mediadora que sacraliza la vida, para Rafa, pienso, la palabra es fundadora ya que establece y nombra la propia vida…
Las fuentes de la que beben los poetas en busca de inspiración son muchas, ¿cuáles son las vuestras y qué grado de importancia adquieren en el trabajo poético en sí?  Y ¿las vivencias personales? ¿Hay que vivir para contarlo?
MB: A mí en numerosas ocasiones me ha sucedido al contrario; escribo un poema, y al cabo de unos años tengo una vivencia que es de la que hablaba ese poema. En toda obra artística no puede soslayarse la inspiración, la intuición, aunque es necesario estar enfrascado, metido hasta los bordes en poesía, leyendo a otros muchos poetas. Escribir poesía es estar inmerso en ella; la palabra y el propio significado de las cosas aparecen ante nuestros ojos con nueva luz; es una manera diferente de mirar el mundo.
RC: Mis fuentes, además de la lectura de otros poetas, son el cine y la música en cuanto a las vivencias ya sabes que Pessoa decía que “el poeta es una fingidor”.
Compartiendo su poesía en la
librería Bartleby
¿Al momento de escribir están pensando en la métrica, la rima, en la estrofa, entre otros aspectos formales o se dejan llevar y son realmente libres?
MB: Para mí la poesía representa el terreno de la libertad, en ella somos libres para planteamientos que se escapen a lo real, aunque apunten a él, para centrarnos en la capacidad creadora de la palabra. Prefiero siempre jugar con el ritmo de una manera libre, visceral, impetuosa, aunque intentando no caer en patrones demasiado fáciles. La poesía es un arma capaz de emanciparnos, de liberarnos de todas las trabas impuestas por nuestra cultura y sociedad.
RC: La escritura es un trabajo diario. Tomo notas que después recupero o descarto, siempre va conmigo una libreta. Después vendrá el análisis, el detalle y la minuciosidad.
¿Qué tanto están dispuestos a mostrar en su poesía? ¿Desnudar por completo el alma va con ustedes?  Si no es así, ¿qué reservan bajo siete llaves?
MB: Mi poesía es hija de la reflexión, en que un yo, hombre o/y mujer mira el mundo y descubre, anhela y ansía. El poeta es a menudo todos los hombres, y todos los hombres pueden reconocerse en el poema. El poeta es un sujeto colectivo que vaga por los tiempos escuchando todos los lamentos y las incertidumbres del hombre de su tiempo, y les pone voz, pero esa voz no es únicamente la del poeta, aunque la forma en la que se consolida, sí que sea una forma propia y única.
RC: Bajo siete llaves “nada y todo”.
¿Cómo reaccionan ante la crítica? ¿Hacen caso de ella o la dejan pasar? ¿Qué tanto les afecta?
MB: La crítica está bien porque ayuda a comprender las manifestaciones artísticas, a establecer paralelismos e influencias, pero en lo que tiene de encasillamiento, de querer reducir lo irreductible, tal vez sea empobrecedora. Yo destacaría la crítica que se interesa por la poesía, destaca su importancia en un mundo que continuamente la soslaya e invita e incentiva su lectura.
RC: Mi formación poética es de “taller”. Claro que acepto la crítica, entiendo en ella un matiz de enseñanza. Me gusta que mis amigos más cercanos lean mis poemas cuando todavía están en fase de ensamblaje. En cuanto a la crítica, entendida como tal, te diré que mi primer crítico soy yo, procuro ante todo ser honesto conmigo mismo.
Mar Busquets dice que su poesía es
hija de la reflexión
¿Cómo sabemos que un poema es malo? ¿Hay pautas para distinguirlo?
MB: Se supone que un poema es malo, cuando no están de acuerdo contenido y forma, cuando suena hueco, altisonante o falso, cuando es pretencioso, cuando olvida la emoción del lector y no es capaz de conmover, de alertar, cuando cae en la sensiblería o en un lenguaje anacrónico, cuando no hay implicación del sujeto, cuando no tiene fuerza, chispa, vehemencia…
RC: Cómo sabemos si nos atrae una persona. Si una fruta está rica. Intuiciones. En todo caso, en poesía siempre pasa algo. Te sitúas a la entrada del poema, accedes a él y cuando sales, cuando abandonas esa casa, es necesario que algo haya ocurrido. Si eso no sucede no estamos ante un poema. El poema no es una receta de cocina ni una hoja de almanaque, crea, sugiere emociones, ahí es donde se reconoce la calidad del poeta y la verdad del poema.
¿Cuál es su ideal de poeta? ¿Tienen un ejemplo a seguir?
MB: Creo que hay tantos ideales de poeta como poetas…para mí sería sin duda el que se sirve de la poesía no para apartarse de la vida, sino el que la utiliza como herramienta de conocimiento para vivirla más plenamente. Sería el poeta de la celebración, no el  elegíaco.
RC: Aquel que utiliza la poesía como búsqueda, conocimiento, creación de una obra de arte y compromiso con la realidad y el mundo. El poeta no puede estar fuera del mundo porque vive en él.
¿Existe mucha rivalidad en el medio poético? ¿Tienen enemigos?
MB: Creo que la poesía es una producción tan inalienable que un poeta nunca sustituye a otro; cada uno tiene su propia voz, y en este sentido, si hubiera competencia, sería más bien por los premios materiales, consecuencia de la poesía, no por la poesía misma, en la que la única competencia sana, por otra parte,  debiera ser la calidad y la búsqueda de esa voz propia. Desconozco si tengo enemigos. Para mí, este medio no es una guerra.
RC: Eso tendrías que preguntárselo a mis enemigos (sonríe)
Rafa Correcher sostiene que desconoce si tiene enemigos en
el mundo de la poesía
Dicen que la poesía femenina es eminentemente reivindicativa, ¿estás de acuerdo, Mar?  Y los hombres, por su parte,  ¿qué reclaman, Rafa?
MB: Dentro de la poesía realizada por mujeres hay  una  explícitamente con voz de mujer, que es aquella que se sirve de la poesía para reivindicar el papel de la mujer en el mundo. En este sentido ha habido propuestas que no me parecen del todo acertadas, como aquellas que se centran en la afirmación el aparato genital femenino o en la corporeidad,  en la capacidad de seducción de la mujer, porque es precisamente de esta manera fetichista como hemos sido asimiladas por una cultura patriarcal dominante a la que se pretende contestar, de tal manera que perpetuando el mito; no se está  proponiendo una salida a esta manera de ver lo femenino como objeto. No es fácil deconstruir el mito. No creo que nuestra cultura occidental haya borrado el cuerpo de la mujer, todo lo contrario, lo ha reducido a sus connotaciones sexuales, no fijándose en sus otras capacidades. En este sentido no creo que la mujer para afirmarse a sí misma deba adoptar esta idea de mujer principalmente como cuerpo (aunque entendemos que no exclusivamente), sino más bien la postulación de un nuevo sujeto diferenciado, que también se ha hecho en feminismo, es el famoso feminismo de la diferencia. Yo creo, que todo este debate sirve para despistar y distraer la atención de las mujeres creadoras y de sus potenciales lectores del universal humano, que, sin lugar a  dudas, debiera englobar la diversidad de orientaciones e identificaciones sexuales, pero sobre todo, para que la poesía “de mujer” no sea vista como un objeto raro.
RC: No creo que haya una diferencia estricta, más bien voces, hay seres humanos, no sexos poéticos.
Los poetas acompañados por su colega
Maricarmen Sáez Lorente
El tema social está muy presente en vuestro trabajo literario, ¿qué piensan de aquellos que sostienen que es utópico pretender cambiar el mundo a través de la poesía?
MB: No es utópico; es absolutamente necesario; la poesía no es un espejo que refleje la realidad, o, si lo hace, es de manera deformada, para realizar una revisión crítica de la misma. La poesía sirve para crear la expectativa, para abrir puertas, horizontes, para volver a nombrar el mundo, para quitar las etiquetas que nos impiden mirarlo de otra manera, más lúcida, más humana, para revisar la realidad y que esta pueda cambiar, evolucionar, excederse a sí misma, tener la capacidad de resistir, de decir no, de combatir para cambiar en definitiva el mundo, porque haciendo uso de la libertad de pensamiento que plantea el objeto artístico podemos pensarlo de nuevo, de otra manera, para poder cambiarlo. No es utópico; es una  necesidad y una toma de postura.
RC: La poesía es una parte muy importante de nuestra cultura y la cultura es educación, tolerancia, entendimiento, mejora de nuestro nivel de vida, regeneración de la sociedad… ¿Quién dice que la cultura, la poesía no es capaz de cambiar el mundo?
¿En dónde no está lo poesía?  ¿Hay lugares, situaciones o sujetos que carezcan de poesía?
MB: Creo que la poesía, las acciones poéticas están en cualquier rincón que concierna al ser humano, con diferentes matices, formas y objetivos. Hace poco estuvo Raúl Zurita en Valencia, que vivió en sus propias carnes la represión del golpe de estado de Pinochet y que es un ejemplo de poesía grito, de poesía denuncia, que sólo puede escribirse desde cualquiera de los muchos infiernos que habitan en nuestro mundo.
RC: Hasta en los lugares más horrendos habita la poesía. Lean al poeta chileno Raúl Zurita, por ejemplo, cuando en sus poemas cita las cárceles, torturas, desaparecidos y todavía la esperanza.
Publicar es complicado, mucho más la promoción y venta de libros, especialmente los de poesía, ¿cómo han hecho para acercar su poesía a los lectores y con qué dificultades se han encontrado?
La carismática poeta con la autora
de la nota
MB: Publicar es complicado, mucho más la promoción y venta de libros, especialmente los de poesía Dar a conocer la poesía al público no es tarea fácil. Nosotros, en ese aspecto, estamos abiertos a dedicar el tiempo necesario a realizar las lecturas y presentaciones que se nos ofrecen en los distintos espacios, que son muchos, que se dedican a este menester, aunque hemos de reconocer que esta tarea a veces resulta agotadora, pero todo sea por defender un producto, la poesía, en el que creemos plenamente.
RC: La principal dificultad no es publicar, sino la distribución del libro, una vez se ha terminado la escritura. En mi caso, mis poemas llegan a mis lectores a través de mi blog y de los recitales.
Ambos son poetas que han ganado muchos premios y gozan de un considerable prestigio, ¿cómo plantearon su carrera para llegar a esas metas? ¿Qué estrategias son las correctas?
MB: Muchas gracias por el halago. No creo que a priori nosotros nos hayamos trazado una meta determinada, al menos yo; la poesía es un camino y una capacidad e inquietud por comunicar a través del acto poético, del poema. La poesía nunca se agota en sí misma y es ella la que nos lleva a su terreno, por sus vericuetos y caminos, a veces insospechados por el propio poeta. Es cierto que a veces nos hemos sentido más o menos inspirados, sensibilizados, tocados por la inquietud de la inspiración, y eso no se elige, del mismo modo que no se elige la poesía; es ella quien nos elige; es ese hálito del que somos intérpretes, captores y que devolvemos al mundo en un diálogo permanente.
RC: Yo no planteo, no me fije ni metas ni estrategias, hay un día a día de lectura y trabajo en la escritura pero no un planteamiento como tal, al menos en mi caso.
¿Cuál es el tema fundamental de El nadador nocturno, Rafa? ¿Qué te condujo a escribirlo?
El destacado poeta con la autora de la
nota
Búsqueda, rebeldía, amor a la palabra, poner voz a los a aquellos que no escuchamos, a los “invisibles”.
Mar, ¿cómo concebiste Esbozos y qué objetivos cumpliste con él?

Lo concebí como un canto de amor a la belleza masculina, tanto física como espiritual, recuperando la tradición hispanoárabe y de las cantigas d ‘Amigo galaico-portuguesas. Y, cazador, cazado, el objeto poético se me rebeló desde el principio, asumió su propia voz, por lo que el libro tiene un carácter coral; es abierto en este sentido, no se cierra en la contemplación del ser amado, sino que se abre a toda la complejidad del diálogo amoroso en el que no es posible que uno se convierta en objeto de deseo del otro, tal como se nos ha inculcado en nuestra cultura, porque, en definitiva, al amar no podemos objetivar al ser amado, sino dialogar con él. El amor, como la poesía, es algo vivo.
¿Por qué y para qué hacen poesía?
MB: Para sentirnos más humanos, más concienciados, para vivir la vida con mayor profundidad y autenticidad, para no perder el tiempo con entretenimientos vacuos, para disfrutar de la belleza, por placer estético…y otras muchas razones.
RC: Por el mero placer de crear, para entenderme, para dignificar la vida, la mía y la de los demás, es análisis y relajación, dolor y empatía.



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martes, 3 de marzo de 2015

Jennifer Thorndike: “No creo en la autocensura”

Es una escritora que ha levantado mucha polémica con su primera novela  de título Ella. Afirma que no trata temas femeninos y que sus historias no tienen género, sin embargo, habla de mujeres y  sus personajes también lo son. Suena contradictorio, pero si uno la escucha hablar y argumentar todo tiene lógica. Les presento a Jennifer Thorndike, una escritora que ha logrado no solo cautivar a los lectores por su fuerza y sinceridad narrativa, sino también remover sus fibras más sensibles haciendo que se vean reflejados en la historia.  Y es que la relación que tenga  (o  haya tenido) una hija con su madre marca su existencia para bien o para mal.
En un mundo diseñado para hombres, como sostienen algunas mujeres, que es sobre todo el latinoamericano y en especial, el peruano, ¿cómo se observa Jennifer Thorndike mostrando su mundo y el de otras mujeres? ¿Sigue siendo complicado hablarle de tú a tú  al hombre en la literatura?
Creo que hay dos cosas con que se tienen que tener en cuenta: sobre la crítica que dice que las mujeres solo escriben sobre ciertos temas (familia, amor), cuando los hombres también lo hacen y nadie les dice nada, y sobre los lectores la resistencia que hay en leer a escritoras mujeres, que es algo que creo que está cambiando. En cuanto a hablar de igual a igual con un escritor, yo creo que se puede debatir con cualquiera.
Nunca orienta su escritura a un público
determinado 
¿A qué atribuyes que tus libros hayan impactado tanto en la crítica? ¿Será que no están acostumbrados a la forma en que abordas el tema femenino siendo mujer?
No considero que trate temas femeninos, yo hablo de mujeres y mis personajes son mujeres, pero no quiere decir que los temas tengan género. A la crítica le ha gustado (Ella) más por su crudeza y su fuerza narrativa. Y también porque muchos se han sentido identificados con la historia.
En este sentido, ¿en algunos casos ha sido más dura la postura  de tus compañeras de género?
No, para nada. Muchas compañeras han sido sumamente generosas al hablar de mi novela.
¿Hay de tu parte una intención reivindicativa a la hora de plantear y escribir tus historias?
Yo nunca voy a tratar de revindicar un tema o un personaje. Yo escribo para cuestionar y para intentar que el lector se sienta incómodo, piense y se pregunte sobre ciertos temas que son difíciles de abordar por razones morales o éticas. También para que vea que existen otras versiones de lo que se nos ha mostrado o enseñado.
¿En necesario o saludable una separación entre literatura femenina y masculina? ¿Crees que esa división prevalece en la realidad?
No es saludable, yo no creo en las identidades para las personas, menos le voy a atribuir características a la literatura. La división existe más en los lectores que en la crítica, porque  creo que las mujeres, en su mayoría, leen a mujeres mientras que los hombres no tanto. Eso es algo que hay que tratar de cambiar. Yo repito en todas mis presentaciones que se atrevan a leer cosas nuevas o cosas que no se hubieran imaginado nunca que leerían.
¿Escribes dando prioridad a las mujeres? ¿Piensas solamente en ese público?
No, como todo escritor a mí me gustaría que me lea todo el mundo. Nunca dirijo mi escritura a un lector en específico.
¿Planeaste cuidadosamente tu incursión en la literatura? ¿Tus primeros pasos con la escritura tuvieron ese mismo tacto? ¿Fuiste de esas niñas que comenzaron escribiendo poesía?
Sí empecé escribiendo poesía, pero no planeé ser escritora. Simplemente quería escribir sobre las cosas que me parecían mal, sobre lo que veía y sentía. Así comencé.
¿Cuándo te diste cuenta que lo tuyo era escribir y por qué hiciste caso a ese llamado?
La primera edición de su novela 
Desde que comencé a escribir. Me gustaba mucho hacerlo. Además, creía que era algo especial porque casi nadie lo hacía.
Dices que ahora escribes poco, pero de calidad,  ¿Cómo o cuándo sabes que un tema merece tu atención y vale la pena escribirlo?  
Creo que lo que dije fue que escribo menos por impulso y ahora pienso mucho más en las historias, en cómo hacer para que el lector se cuestione lo mismo que yo me estoy cuestionando, en crear las situaciones precisas para que el lector sienta lo que el personaje esta sintiendo. En cuanto a los temas, siempre escribo sobre lo que considero que tengo algo que decir. Si no el libro no sale bien y los lectores lo notan.
¿Cómo se da tu proceso de creación? ¿Qué necesitas para entregarte a ese momento?
Música que me ponga en un estado negativo. Sé que no es lo mejor. Para mí escribir es desgastante porque hablo de temas sórdidos que no se quieren ni deben tocar. También me meto mucho en el personaje. Siempre pienso cómo se sentiría el personaje en situaciones específicas y trato de sentirme de la misma manera. Por eso nada más escribo una o dos horas al día.
¿Temes a la hoja en blanco? ¿Te has visto experimentando esa situación?
No porque cuando me siento a escribir por lo menos ya tengo una imagen o una línea de lo que voy a contar.
¿Sobre qué no escribirías? ¿Tienes temas tabú?
No tengo temas tabú, para nada. No creo en la autocensura.
 ¿Qué opinas de la gente que escribe por encargo? ¿Aceptarías hacerlo?
Supongo que te refieres a cuando te piden que escribas sobre algún tema específico, no cuando se escribe pensando en el mercado. Si es eso, me parece interesante porque te hace pensar en temas que quizá nunca te habías planteado, te fuerza a escribir sobre eso y darle tu mirada. Yo he escrito cuentos así para antologías. Aunque, como dije, si siento que no tengo nada que decir, mejor no lo hago.
Participó  en la Feria del Libro de Guadalajara 2014  (México)
¿Eres exigente contigo? ¿Nunca estás del todo satisfecha con lo que has escrito?
Soy exigente, pero no es que nunca quedo satisfecha. Creo que uno mismo sabe cuándo está escribiendo algo que puede impactar y causar una reacción en el lector. Quisiera decirle lo que nunca nadie le ha dicho. A eso aspiro. 
¿Asististe a algún tipo de taller de escritura? ¿Te parecen necesarios?
Sí asistí. Me parecen necesarios en la medida que el escritor/profesor pueda trasmitir su mirada sobre la literatura a los alumnos e influenciar en ellos, dejar su marca.
Me gusta la forma en que te hablas a ti misma en tu post de despedida del blog Cromosoma Z, Niña mala escribe, ¿sueles comunicarte contigo misma a menudo? ¿Son diálogos amables o tal vez, discuten?
Hice una auto-entrevista porque me gusta la que se hace Capote en Música para camaleones. Capote es un escritor que admiro mucho. Creí que era la mejor manera de despedirme de los lectores que tenía porque no quería hacer un post melancólico o llorón. Ahora, si tengo diálogos, no, lo que sí hago es pensar mucho. Supongo que eso es comunicarme conmigo misma.
Cromosoma Z es un libro de relatos que dio mucho que hablar, ¿la crueldad es algo que llevamos dentro desde que nacemos o es algo que adquirimos al contacto de los otros?
Esa es una pregunta de debate filosófico. Yo creo que nos enseñan a comportarnos de ciertas maneras, pero poseemos un cuerpo material y está en nosotros aceptar esos discursos o rebelarnos contra ellos. En cuanto a la crueldad de mis personajes, ellos actúan de esa manera porque arrastran una historia de traumas, degradación o maltrato y por eso responden de maneras que podrían considerarse crueles. No es justificación, nunca lo he visto así, sino una explicación a esos comportamientos.
¿Es más complejo el amor entre una pareja de heterosexuales o el de dos mujeres que se aman?
No teme a la hoja en blanco porque siempre
 tiene una idea en mente
¿Hay diferencias sustanciales a nivel de emociones y sentimientos en una y otra relación?
Yo creo que es lo mismo.
Tu obra Ella, una de las 10 mejores novelas publicadas el año pasado en Perú, fue escrita en primera instancia como cuento, pero luego reparaste en que el tema daba para más y la convertiste en novela, las relaciones entre una madre e hija y viceversa, son de las más complicadas que existen, ¿se le puede o debe perdonar a una madre todo por el hecho de habernos dado la vida y criado?
Creo que sobre eso trata la novela. Que la madre les dé la vida no le da derecho a tratar a sus hijos como lo hace la mujer de (Ella). No se puede exigir a alguien que ha crecido rodeado de miedo, humillaciones, amenazas y agresiones que quiera a quien le ha infringido ese dolor solo porque es tu familia.
¿Tu novela es producto totalmente de tu imaginación o viviste de cerca experiencias que te sirvieron luego para escribir esta historia?
Imaginación, historias que he escuchado o leído y también no experiencias, pero sí sentimientos que conozco y que componen a ambos personajes. 
Algunos afirman que con el tiempo nos terminamos pareciendo a nuestros padres, en el caso de las mujeres, a nuestras madres, ¿le das crédito a estas teorías?
No, uno puede ser capaz de liberarse de lo impuesto y convertirse en alguien muy diferente. La influencia de los padres en innegable, pero si es una influencia negativa hay que alejarse de ella y no replicarla.
Pasa gran parte de su tiempo pensando
¿Has pensado dejar el  tema de la mujer por un tiempo, y lanzarte a la búsqueda de otras historias? ¿Hay otra novela o conjunto de relatos para su pronta publicación?
Estoy escribiendo una novela que aborda varios temas. Mis personajes son mujeres porque creo que me sería más difícil hablar desde la perspectiva de un hombre, tendría que investigar para que no me salgan personajes estereotipados o acartonados. No me niego esta posibilidad. De hecho mi nueva novela tiene un personaje masculino muy importante.
¿Qué te aporta Estados Unidos en tu trabajo creativo? ¿Las musas pasan más tiempo en este país?
Lo que me ha aportado, no Estados Unidos, sino el doctorado es un marco teórico y político  que antes no tenía y que influye inevitablemente en mi escritura. Ahora que lo pienso, en la novela que estoy escribiendo aparece un tema que se asocia mucho con ese país, quizá si no hubiera ido a vivir allá, no estaría escribiendo sobre eso.

Si desean saber más de la autora
o de su obra
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