Si desean saber sobre mi faceta de escritora, por favor, ingresen a https://elgareategui.com/ Asimismo pueden hallar información sobre mi actividad como periodista literaria y promotora cultural en La ardilla literaria ( https://laardillaliteraria.com/)

miércoles, 1 de mayo de 2024

Jimmy Entraigües: «Valencia es como un diamante en la novela»

 


Se sacudió de los reparos de enfrentarse a la novela y obtuvo un resultado exitoso. Y es que con  su opera prima Diamantes negros (Ediciones Contrabando), el reconocido periodista y guionista Jimmy Entraigües, rompió el esquema tradicional del género, pues optó por escribir su historia, dejando la narración pura y dura a un lado, para permitir que fueran sus protagonistas quienes llevaran la voz cantante.

El autor, de origen argentino, desde un inicio se propuso lograr una novela fluida, alejada de aspectos descriptivos y divagaciones, de allí que otorga un protagonismo absoluto a sus personajes y dinamiza el acontecer de la historia mediante el manejo de los diálogos, los cuales nos permitirán conocer quiénes son y las intenciones que los mueven. 

Diamantes negros te ha significado un enorme reto, según sé, pues se trata de tu primera novela y, además, porque miras con respeto dicho género. ¿Cuánto decidiste hacerle frente a tus miedos y contar la historia?

Siempre sentí que sumergirse en el universo de la novela era algo complejo y difícil, especialmente al tener como referencia a autores y autoras a quienes admiro mucho. Más que miedo es lo que tú comentas en la pregunta, respeto. Respeto a los lectores y el respeto de uno mismo hacia la literatura. Ya había escrito tres libros de cuentos y microrrelatos y abordar la novela era algo que tenía pendiente. Dado que me gusta mucho el thriller y el género negro, tanto en cine como en la novela, albergaba la idea de acercarme a un relato interesante desde esas plataformas. Obviamente cuando surgió la posibilidad de tener entre las manos una historia que me diera la opción de crear un argumento sólido…, me decidí a pasar del cuento a la novela.

¿Qué hizo que pusieras tu mirada en el mundo del tráfico de joyas y sus habitantes? ¿Cuál fue la causa fundamental?

Siendo un niño, hace como cinco décadas, recuerdo que en Buenos Aires apareció la noticia del robo de una joyería que ocultaba joyas procedentes del mercado negro. El ladrón estuvo asediado por la policía durante muchas horas y finalmente se entregó. Al parecer había logrado extraer parte del botín antes del asedio; aquello le permitió, tras salir de la cárcel, disfrutar, supongo yo, de una vida muy satisfactoria en alguna isla paradisíaca. Aquel suceso me permitió imaginar un robo, muy similar, con la idea de  incluir un ladrón de guante blanco que intenta dar un buen y último golpe. Valencia me parecía perfecta para ese argumento. Los ladrones de guante blanco siempre me resultaron interesantes. Lo primero que hice fue pensarlo como un cuento largo y…, luego comencé a construir un guion cinematográfico y…, mientras investigaba fui alternando el guion con la construcción del cuento hasta que descubrí que se convertía en una novela.

La gente que está inmersa la red de comercio de joyas constituye una élite y operan bajo pedido. Tú que los has tratado cara a cara, ¿qué te cuentan sobre su participación? ¿Dónde aprenden el oficio?

Para crear su novela apeló a un recuerdo
de infancia 

Sólo tuve la oportunidad de conocer a un supuesto ladrón especializado en obras de arte y piezas preciosas. La charla duró poco más de una hora y sus comentarios estaban muy medidos. Este tipo de personas conocen su oficio desde muy jóvenes. Muchos de ellos empiezan como estafadores y, al parecer, son pocos lo que se interesan por subir en el escalafón delictivo. Sus primeros pasos los dan dentro de una organización o a través de otro ladrón de gran escuela. Casi siempre operan en solitario para importantes organizaciones de traficantes. En mi opinión, alguien que avanza en este tipo de mundo delictivo y especializado, es porque les gusta el mundo del arte. Tienen cultura, viajan, leen, conocen museos, se interesan por las nuevas corrientes artísticas…, es decir, son personas muy al día. Ese interés y ese amor por la cultura les invita al deseo de obtener piezas u obras gran valor. El supuesto ladrón de guante que conocí trabajaba por encargo. Bien para un magnate deseoso de una obra antigua o un cuadro, o bien para alguna organización.

Este negocio es mucho más que una relación comercial, de encargo y venta, pues  a estos individuos, además de gustarles la adrenalina,  sienten un placer que roza con lo erótico al estar en contacto con artículos llenos de belleza, lujo y valor.  ¿Cuál es el perfil de los implicados? ¿Qué requisitos deben cumplir?

Fíjate que ese placer, esa pulsión casi sexual me la descubrió el escultor y pintor Miquel Navarro, quien aportó la ilustración de la portada y las otras cuatro que contiene el libro. Ese aspecto psicológico se me había pasado y Miquel detectó que un ladrón muy especializado debe sentir un placer erótico al obtener el objeto de su deseo y…, sí, doy por hecho que un ladrón capaz de robar un cuadro de Cecilio Pla, un Paul Klee o un Vermeer debe tener la adrenalina disparada al poseer la pieza, no lo dudo.

Tengo entendido que escribiste esta historia, en paralelo y de dos formas distintas: novela y guión, ¿cuál  te mandó mayor trabajo o, en su defecto, en la que sentiste que todo fluía perfecto?

Trabajé varios años en la televisión, en la radio, hice publicidad, escribí los guiones de dos musicales y realicé tratamientos cinematográficos de algunos libros y…, esa experiencia me permitió trabajar en paralelo entre el guion y la novela. Confieso que el guion me resultó bastante cómodo y la novela me dio más trabajo. Quería que la novela fuera atractiva en diálogos y situaciones sin caer en la tentación de generar una lectura casi secuencial como la que ofrece el cine. Preferí situar los personajes en sus escenarios y dejar que ellos hablarán, el diálogo es otra forma de mostrar sus personalidades. Si el cine se basa en mostrar, algo que fecundé en el guion, en el libro opté por decir.

Durante tu investigación tuviste la oportunidad  de hablar con la policía, joyeros, traficantes y cada uno de los elementos implicados que, de una u otra forma, son parte de esta sofisticada red. ¿Fue sencillo obtener información de la gente involucrada? ¿Tal vez algunos se mostraron recelosos y fueron poco colaboradores?

Decidió que el escenario de su 
novela fuese Valencia

De entrada, tengo que dar la gracias al grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad de la Policía Nacional de Valencia y la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) por la gran ayuda que me prestaron al pedirles información. Creo que sin ellos hubiera sido imposible escribir el libro. Nadie sabe muy bien dónde podían haber ‘colchones’ en nuestra Comunidad (colchones son joyerías de nivel barrial que se utilizan como lugares de paso de piezas ilegales). Algunos de los joyeros con los que hablé no tenían ni idea que eso existiera. La Policía busca de forma cautelosa este tipo de operaciones, pero las mafias saben muy bien en qué momento dejar de operar con una joyería. Digamos que los servicios policiales saben de su existencia, pero no logran dar con ellos. Sólo los malos lo saben. 

Luego de recaudar información precisa y de primera mano, tras una investigación exhaustiva, en la que pesaron tus años de periodista, ¿qué nos puedes contar de lo que es real y verdadero en el teje y maneje de aquel mundo y sus habitantes?

Creo que voy a recurrir a Borges cuando comentaba que la realidad era una de las partes de la ficción. El mundo del tráfico ilegal de joyas, diamantes y cuadros es muy complejo, lleno de misterios y hasta laberíntico. Yo apenas toqué su parte más superficial y me resultó increíble. Existen territorios divididos por caminos ilegales por donde circulan joyas y…, otros por dónde van los cuadros y las piezas históricas como estatuillas o reliquias. Existe todo un mapa urbano y marino por donde se mueven los objetos robados o falsificados. ¿Existe un submundo cercano al nuestro que vive de la ilegalidad? La respuesta es sí. ¿Y cómo se mueve? Pues…, son las autoridades las que más invierten en descubrirlo.

Los diamantes siguen fascinando a hombres y mujeres por igual, pero, al margen de su valor material, ¿existe algo en su mitología que sigue siendo fuera de este mundo? Y ¿qué hay de especial  o trascendente en tus Diamantes negros?

El genial tallador Gabi Tolkowsky dijo que “dentro de un diamante hay tiempo, luz y espacio y que el universo se concentraba en él”, lo cual ya es toda una declaración de amor y pasión metafísica sobre los diamantes. Los diamantes son misteriosos, cuando la luz los atraviesa ofrecen un algo muy especial en su interior. Elizabeth Taylor fue propietaria del famoso diamante Krupp, de 33,19 quilates, y…, según comentaba ella era mágico: la hacía mucho más bella. Más allá del humor, las piedras de diamantes son las más hermosas del mundo y siempre su función estuvo relacionada al mundo de los misterios. Mi novela no aborda esa dimensión esotérica, pero sí demuestra que tanto el mercado legal como ilegal siente verdadera fascinación por los diamantes al igual que hace 2 mil  años atrás.

El escenario de tu novela es Valencia, la ciudad en la que resides desde hace mucho, ¿es complicado verla como parte del entramado del tráfico de diamantes internacional teniendo en cuenta lugar que da la impresión de ser un lugar tranquilo y apacible, sin duda aquí se cumple aquello de «Caras vemos, corazones no sabemos», ¿no es verdad, Jimmy?

Con la autora de la nota 

Si bien no se cita Valencia directamente, creo que los lectores locales sabrán reconocer algunos detalles de la ciudad. De alguna forma se darán cuenta que Valencia está presente como escenario de la historia. Preferí no dar a conocer de forma explícita la ciudad porque creo que cualquier ciudad del mundo puede ser representativa de estos hechos. Cualquier gran ciudad tiene un casco antiguo, grandes avenidas, callejuelas y zonas barriales y populares como para que se de un robo o una historia parecida a la que narro. Valencia es como un diamante en la novela, está pero no está.

La redacción de Diamantes negros  es sencilla, ágil y divertida, porque  has huido, a toda costa, de lo farragoso y lo innecesario, ¿estás conforme con el resultado? ¿Crees has cumplido con tu reto o meta?

R: La verdad es que intenté, por todos los medios, en no caer en largos pasajes descriptivos o en digresiones. Siempre busqué situar a los personajes en el escenario, desarrollar la acción y que sean los diálogos y las intenciones de los personajes lo que ocuparan el protagonismo. Estoy muy contento con el resultado y creo que el objetivo se cumplió. Son muchísimas las personas que me dicen que la novela les resultó divertida, muy entretenida y amena y…, la verdad, es el mejor cumplido que puedo recibir. Un gran porcentaje de escritura de la novela, consistía en que fuera ágil, con una historia atractiva y para nada farragosa.

Si desean saber del autor o su obra 
pueden pinchar los siguientes enlaces:
https://www.hortanoticias.com/author/jimmy-entraigues/
https://www.facebook.com/jimmy.entraigues
https://www.edicionescontrabando.com/shop/diamantes-negros/