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jueves, 1 de mayo de 2014

Rosetta Forner: “Mentirse a uno mismo, sienta fatal”

Muy a su estilo de llamar a las cosas por su nombre y yendo contra la corriente, la escritora Rosetta Forner vuelve con un libro dirigido a mujeres que quieren conquistar a su pareja ideal, o mejor dicho, a quien piensan que lo es, sin embargo, la autora aclara que como en todo en la vida muchas veces las personas no son lo que parecen, por tanto, no hay que frustrarse y seguir intentándolo. “Hay que divertirse en la vida y tomarse los retos con buen humor”, asegura sonriendo.
La también coach y conferencista se halla promocionando su obra Piensa como un hombre siente como una mujer.

Es de las pocas profesionales en su área que pone en práctica lo que predica, y que se atreve a mostrar a sus lectores su particular filosofía, según parece hay que demostrar con pruebas que es no es tan difícil cambiar, ¿es válido?

Así es, Elga. Hay que mostrar y demostrar que cambiar es posible. La tónica en la sociedad es ‘ir contracorriente es muy difícil, ergo es mejor ir con la corriente’. Hay quien se me acerca en la feria del libro para preguntarme si no me parece cansado ir contracorriente. Me sonrío antes de responder. ¿Por qué? Porque en verdad no me preguntan a mí, porque de preguntarme no pondrían la respuesta en mi boca. Si pensase que es cansado, obviamente, no lo haría. Aunque yo no pienso que sea yo la que va contracorriente, sino la sociedad. Lo normal, lo suyo, es ir a favor de uno, ir con las cosas (ideas, creencias, valores, principios…) que son consustanciales a uno y que le ayudan a ser feliz en la vida. La congruencia es la base (imprescindible e innegociable) para poder dedicarme a lo que me dedico, aunque admito que soy de las pocas que ‘camina lo que habla’. La congruencia es solo para los valientes (al parecer), y los auténticos. Por eso soy hada madrina por vocación, mientras que muchos y muchas son ‘coaches’ por interés u oportunismo (es lo que está de moda, hasta que estalle la burbuja).

Auténtica por los cuatro costados
Usted no tiene miedo de mostrarse tal cual es y se lanza de lleno al mundo para divulgar su verdad, ¿cuáles son los inconvenientes de ser auténtica y original?

¿Inconvenientes? Muchos pero están afuera de mí, no en mi interior. Por eso le digo a la gente que hay que escoger entre al auto-ostracismo o ‘traición de la integridad’ o el ostracismo de los demás (fácil de pasar del mismo). Sí, soy menos popular, vendo menos que autores que le ‘hacen la pelota a la gente en general y a la mujer en particular’. Pero hacer la pelota no nació conmigo. Tampoco fomento ‘la cuchipanda’ o ‘un ghetto’ (formas de ‘club del redil’) donde apuntarse y decir aquello de ‘yo también hago la dieta…’ o ‘soy una lectora ‘guerrera’ de los libros romántico-eróticos…de tal’. Soy consciente de que no proporcionales un ‘cdr’ (un club o pautas a seguir) a la gente conlleva ser ‘menos comercial’. Empero, yo considero que no hay mejor club al que pertenecer que uno mismo, tener ideas propias y compartirlas con gente de mente abierta y alma valiente, que han optado por ser felices, y la felicidad solo puede darse si hay autenticidad, si somos auténticos somos felices. Cuando nos mentimos, no somos felices y viceversa. Mentirse a uno mismo, sienta fatal.

A muchos les gusta intentar una y otra vez los caminos más críticos y que no valen la pena, y estos abarcan incluso el amor, ¿nos gusta sufrir por gusto?

No sé si es por gusto, pero si por disgusto. Cuánto menos se ama una persona a sí misma, más se tortura y se auto infringe daño. La gente, en general, ha olvidado que ser feliz es fácil y lo consustancial a nuestra naturaleza. Claro que ser feliz, pasa por ser valiente, atrevido, rebelde… La rebeldía es fundamental para poder tener una vida sana, para podernos dar la oportunidad de ser nosotros mismos y animar a los otros a ser ellos mismos, y relacionarnos en la autenticidad.  Solo la falta de autoestima y autovaloración producen autorelaciones conflictivas con uno mismo. ¿La fórmula? Dejar de perseguir la zanahoria de aprobación del Club del Redil, pasar de ser cómo nos dicen que hay que ser, y atrevernos a ser libres para amar la vida a nuestra manera. Si la gente se atreviese a ser más auténtica, la vida nos la haríamos más fácil a nosotros mismos y entre nosotros.

Ha sido objeto de crítica y mala leche por parte de la gente de a pie y de profesionales de los

Sus libros siempre dan que hablar
medios de comunicación, ¿se ha sentido mal por ello alguna vez? ¿De qué manera encaja los comentarios que le son adversos?

Pues no sabía de esto, me acabo de enterar, de verdad. Así que no puedo responderte porque no sé qué se ha dicho de mí por parte de los medios de comunicación. La gente de a pie ha podido dejar comentarios como que ‘soy una estrecha’ o una pija a la que publica Planeta… Está claro que hay gente necia… Y como decía un profesor mío: “A rebuznos emitidos por laringes inconscientes, trompetillas de Eustaquio en estado letárgico”. O, aquello de ‘Ladran, luego cabalgamos, Sancho”, que dicen que dijo Quijote (o que le hizo decir el genial Cervantes).

Si no nos enseñaron a amarnos desde pequeños, ¿cómo empezar cuando somos mayores? ¿Cuál es el primer paso?

Tomar la decisión de hacerlo. Luego hacernos con un plan de autoamor: el cual requerirá de un ‘mentor’ o ‘mentora’, no necesariamente físico, para unos es Dios, el Universo, un amigo, un amor… un libro.  Para otros el ‘hada madrina’, un terapeuta, una misión de ayuda a otros. El plan debe pasar por averiguar las creencias que nos han hecho creer acerca de nosotros mismos, y obviamente, deshacerse de las que nos aprietan y/o asfixian el alma. Además, hacer una lista de las conductas propias y ajenas (las de los demás para con nosotros mismos), que nos fastidian (o nos enferman el alma) y que no deberíamos consentir nunca más. Y una lista de conductas sustitutivas. Y, claro está, manos a la obra, y ensayo-error-ensayo-error-ensayo… ¡Éxito!

¿Por qué a la gente le choca cuando le dicen que primero debe comenzar por amarse a sí misma antes que a los demás?  

Falta de costumbre y llevar incrustada la creencia contradictoria o ‘excluyente’ del ‘ámate a ti mismo…” El amor a uno mismo ha sido envuelto con un papel envenenado: nos dicen, “si te amas, eres egoísta y nadie te querrá’. Y, como el miedo es el que rige, la gente se repliega porque nadie queremos que no se nos ame. ¡Todos necesitamos amor para vivir!, así que cambiamos ‘miedo’ por ‘hazme caso’. Al final, muchas personas acaban claudicando ante la verdad: si no te amas, no te llega el amor que los demás te puedan dar. Y, si no te amas, no amarás, solo codependerás de otro ser humano.

Es un hada madrina muy especial
E incluso otros aman  a pesar de sí mismos, ¿no?

No, eso no es amor, es codependencia. Es decir relaciones basadas en el miedo, o miedo con un envoltorio de amor, pero miedo al fin y al cabo. El miedo es más habitual que el amor, pero sólo el amor sana el alma, y nutre el corazón.

¿Hasta que punto es cierto aquello de ‘Primero yo, segundo yo, y tercero yo’, a la hora de poner en orden nuestra escala de prioridades?

Primero ser fiel a mí mismo en todo lo que hago, amo, etc. Si te eres fiel, no habrá egoísmo insano sino empatía, compasión para con el prójimo porque amarás al prójimo como te amas a ti: auténticamente, sin miedo, sin cadenas. Sin egoísmo insano. Sin manipulaciones soterradas.

¿Las mujeres están en camino de dejar de ser las principales víctimas del desamor?  ¿Se han visto resultados positivos al respecto?

Los hombres son más víctimas que ellas, solo que de eso no se habla, y por consiguiente no se ve, se ignora esa realidad. Además, los hombres no suelen quejarse, lamentarse como hacen las mujeres. Ellos proceden de otra manera. Ellas usan la victimización o el desamor para llamar la atención, para hacer que se note que están ahí. Las mujeres no son idiotas por naturaleza, quiero decir que no se pegan a un tipo que las maltrata psicológicamente, o les pega, o simplemente les ningunea. No hay mujer idiota bajo el sol. Lo que hay son mujeres que no se han dado permiso para ser  ellas mismas y aceptar las consecuencias de la autenticidad. Una mujer no es menos porque no tenga pareja, cuando comprendan la profundidad de sí mismas, estoy segura de que se acabará el ‘aguantar a un tipo que no las ama como a ellas les gusta que les amen’. Sobre todo porque habrán aprendido cómo les gusta ser amadas. Y, además aceptarán que los hombres no tienen la culpa de su frustración, pues solo uno o una es responsable de lo que le ocurre o de estar en situaciones amorosas donde no se es feliz. Además, muchas mujeres usan a los hombres de cortina de humo, o de excusa: mientras se quejan de lo malo que es su ‘pareja’ desvían la atención de la inmadurez en la que ellas viven. Pues, una mujer madura a nivel psicológico si no la aman como a ella le gusta, se va de la relación sin echar la culpa, sin montar el belén. No se engancha al juego del baile mortal de la codependencia.

Sus libros reflejan su modo particular
de ver y entender la vida
Sin embargo, ¿las de nuestro mismo sexo siguen siendo las principales machistas al momento de dar ejemplo y educar a sus hijos? ¿Qué tipo de condicionamientos complicados son estos  para que no se les haya podido vencer hasta ahora?

Obviamente, el complejo de inferioridad en las mujeres no se resuelve atacando o culpabilizando a los hombres, sino cambiando lo que hay que cambiar en cada una.  Sin embargo, al parecer, nadie ha señalado (que yo sepa, seguramente sí que se ha hecho, eso espero), que no deja de ser una estrategia o táctica de supervivencia, me refiero a: ¿Cómo es que las mujeres no se han puesto a cambiar las cosas si tan claro lo tienen? ¿Por qué usan tanta energía en quejarse en lugar de hacer algo para cambiar? ¿No será que es porque en el fondo lo que quieren es poder seguir acusando y culpabilizando al hombre? Nadie nos hace nada que no consintamos. Ergo, ¿por qué no nos centramos en crear un plan de cambio? La queja disculpa mucho. O sea, que el mayor de los condicionamientos es una misma: ¡nada menos! Por eso, quizá la sociedad sigue siendo como es,  porque se espera que cambie el otro en vez de cambiar uno.

Algunas mujeres siguen justificando los celos que les profesa su compañero. Les gusta que les celen. Es como si no hallaran otra forma de sentir el cariño de su pareja, ¿es algo totalmente insano no le parece?

El otro día en twitter una escribió “mi novio se acuesta con otras para comprobar que yo soy la mejor, la que más ama. Le adoro”. O se había fumado un canuto, o estaba de broma, o la diadema le hacía decir estupideces de ese calibre.  A muchas mujeres les gusta pensar que los ‘celos’ son un síntoma del amor. Cuando en verdad lo son del miedo. Claro que cuando una mujer se valora poco a sí misma, o tiene complejo de inferioridad, se miente a sí misma, y confunde posesión con amor. Además de dejar en manos de los demás, o de su pareja, la responsabilidad de sí misma, y del gestionar su vida, sus relaciones, etc. Por eso, cuando uno no lleva las riendas de su vida, no se entera de lo que en ella sucede. Al igual que no se nota si las ruedas y neumáticos están bien sino se conduce el coche.

Disponiéndolo todo para su firma
de libros en la Feria de Valencia 
En mi tierra se habla de amor serrano con esta frase: “Más te pego, más te quiero”, el amor llevado a la violencia, ¿qué opinión le merece?

Detestable. Lo encuentro antinatural y antihumano. Eso no es amor, es miedo y del ‘lado oscuro’. Ya he comentado que las mujeres harían bien en tomar la decisión de desligarse de la codependencia del macho, y asumir que tienen identidad propia. Claro que la responsabilidad sobre la vida propia asusta (la energía dominante en la Tierra es el miedo no el amor), y se prefiere tener la excusa y poder echarle las culpas a otros. Será porque no se dan cuenta del precio que pagan: la integridad, el pasar por la vida sin vivir su vida. O sea, ser ‘zombis psicólogicos’ o cuerpos que respiran pero no viven.

Pero los hombres también soportan relaciones amorosas con mujeres problemáticas o que son puro drama. ¿Lo hacen por las mismas razones que las mujeres? 

Parecidas. Ellos se creen culpables, y malos, y por ello han de expiar la culpa del ser malos, o sea, que deben sufrir. Además, han interiorizado que las mujeres son débiles, y ellos deben cuidarlas y protegerlas. Aún no han entendido que no son sus hijas, sino unas iguales adultas y por tanto, responsables de sus vidas. El hombre está muy acomplejado, y perdido. Se escribe mucho sobre las mujeres y para ellas, pero no para liberar a los hombres de su ‘cárcel’, y enseñarles que no existe el ‘techo de cristal emocional’. Ellos, como ellas, son seres espirituales viviendo vidas humanas, el alma no tiene género, por eso el sufrir o el amar no es patrimonio de un género.

Con su libro Piensa como un hombre siente como una mujer da una serie de recomendaciones y estrategias para conquistar a la pareja ideal, lo que no significa, según entiendo, que sea responsable si al final el susodicho no satisface las expectativas de la mujer que va tras él, ¿nos equivocamos?

Cada mujer tiene su ideal, y es muy subjetivo el modelo de hombre y el hombre al que cada mujer le adjudica ese modelo. Yo enseño a hacer tipologías y estrategias, pero no estoy con cada mujer para supervisar tanto la elección del hombre, como la estrategia. A veces, la elección del hombre no es la acertada o no está fundamentada. A veces no responde a los principios y valores de la mujer, sino a su personalidad de supervivencia, dijéramos su ‘mentira’. A veces, el hombre está genial, pero él no es lo que parecía, pues a veces, las cosas y las personas no son lo que parecen. En ese caso, mejor recoger velas y a otra cosa, mariposa. Sin más traumas. Hay que divertirse en la vida y tomarse los retos con buen humor.

Con la autora de la nota 
De los trece tipos de hombres que ofrece en ese catálogo o, mejor dicho, propone en su obra, ¿con cuál se quedaría y por qué?

Con ninguno (risas).  Empero, me gusta el ‘New age’ por lo de espiritual, pero le daría unos toques de PC (solidez, de fiar), unas cuantas gotas de intelectualidad (el Hombre Libro), y un mucho de ‘Family man’ (compromiso), y un bastante de ‘Ferrari’ (por lo de atractivo, e interesante). Lo mío es un ‘hado’. Y eso, no abunda… Pero haberlos, ‘haylos’.

Algunos sostienen que con los hombres no hay que complicarse la vida, pues son básicos y elementales, y que no hay más secreto que decir lo que una realmente necesita o quiere, ¿es eso cierto?

¡Sí! Eso lo repito hasta la saciedad. Ser una misma, ser auténtica, responsable de su sentir, de su vida. Decir lo que se piensa, poner los límites, expresar las necesidades. Y no culpabilizar, es mano de santo o de santa.

¿Qué nos dice de la gente que vive echándole la culpa de todo a sus padres? ¿Por qué algunos no superan sus traumas de infancia?

Porque no les da la gana, así de claro. Porque prefieren vivir instalados en la queja, pues ello les reporta un ‘beneficio’ (el que sea), y como la sociedad a su alrededor les refrenda, pues siguen instalados en ello. Y, sobre todo, porque no se han parado a pensar en el precio que pagan mientras sigan empeñados en echarle la culpa a sus padres de  su infelicidad.

Orgullosa mostrando su obra 
¿Las relaciones por Internet son recomendables? ¿Qué nos sugiere si ya estamos  metidas en un amor de este tipo?

Ni lo son ni lo dejan de ser. Ahora bien, mejor hablar con esa persona por Skype, hacerle preguntas, y asegurarse con el DNI o con algún dato de quién es. Y de verse, mejor quedar en un sitio público, y dejar datos a alguien de confianza. Parece muy de ‘ciencia ficción’ lo que digo, pero un psicópata (hombre o mujer) es alguien con apariencia inofensiva y no lo lleva tatuado en la frente. Mejor dedicar mucho tiempo a charlar por Skype tratando de averiguar cosas sobre esa persona, hacerle preguntas y fijarse en sí hay contradicciones o algo que no cuadre, antes de verse personalmente. ¡Ah! Y no hacerse cuentos o fantasear con que ‘él es el amor de mi vida’. A veces, él sin ser un hombre malo, es simplemente un aprovechado de la baja autoestima femenina de alguna mujer. Y, claro, le pasará un papel de lija por el corazón.

¿Los años  pesan mucho a la hora de buscar relaciones duraderas? ¿El amor entre parejas de diferente edad tiene fecha de caducidad?  Y ¿son las mujeres las que llevan todas las de perder cuando él es menor?

No, necesariamente. La madurez no está relacionada con la edad, sino con el alma. Así que si la relación es a nivel de alma, triunfará. Pero si está basada en el ‘hambre emocional’, no durará o irá a trompicones, y será conflictiva.

Las canciones de amor siempre hablan de relaciones conflictivas, donde solo ama él o ella, de abandono, etc., ¿es que el amor bonito no es posible?
Claro que lo es, pero no vende. Vende más el desamor, el dolor, la victimización… porque empatiza con el estilo de vida y la actitud de la mayoría. La gente escoge aquello que se le parece, que le es familiar y que le refrenda su conducta disfuncional. A la mayoría no le interesa cambiar a mejor sino que le justifiquen su ‘hambre emocional’, la mala gestión de su vida. A mí me parece horrorosa la letra de esa canción que dice Sin ti no soy nada… ¡Caramba!, yo sin ti soy yo, pero sin mí, es cuando de verdad no soy nada. Por eso, yo acuñé las frases: ‘No te quites la corona ni para dormir’. Y, ‘Eres lo mejor que te ha pasado’.

¿Cómo hacemos para amar y que nos correspondan?

Amarnos a nosotros mismos. Si te amas, ya tienes quien te corresponda: tú. Y, desde ahí podrás apreciar y reconocer, o al revés, a los que te amen. Y valorar su amor.


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2 comentarios:

  1. Elga el tema que has tocado Rosetta es interesante, te felicito siempre veo los vídeos de tus entrevistas.

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  2. Me alegra mucho recibir tu comentario, Gualberto. Celebro que te guste mi trabajo. Muchos cariños, Elga.

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