Todo sobre mi actividad literaria como escritora, periodista y promotora cultural en la Revista digital y club de lectura La ardilla literaria ( https://laardillaliteraria.com/)

martes, 28 de marzo de 2017

Juan María Calles: “Creo en las musas que trabajan en el taller del poeta”


Su vocación literaria se gestó a fuerza de leer.  A los 17 comenzó a escribir y a punto de cumplir los 18 obtenía su primer premio literario.  Suele escribir a mano pues afirma que existen virus maléficos con la poesía.  Y considera que la inspiración es trabajo y más trabajo, y lo hace hasta que el poema parezca sencillo y natural.  Eso y más piensa Juan María Calles, un poeta que está convencido de que “La creación poética necesita tiempo y reposo, y buenas lecturas”.  Les invito conocerlo. 
A los 17 años confirmaste que tu vocación era la correcta, pero ya antes sabías que lo tuyo era la poesía. Ocurre que muchos se sienten así, sin embargo,  los demás, el resto de colegas o la crítica no lo ve así, ¿qué hacemos en estos casos? ¿Cómo manejamos esta contradicción? ¿A quién le hacemos caso?
Uno de sus lugares favoritos: la casa donde
se gestó El Platero y yo 
Creo que la confirmación de mi vocación poética vino de la mano de la obtención del Premio Adonais en 1986 con Silencio Celeste y la consiguiente publicación del poemario en la colección de la Editorial Rialp. Yo tenía 23 años y era mi primer libro publicado. Sin embargo leía compulsivamente y escribía poemas desde mucho tiempo antes. Poeta no es el que escribe poemas únicamente, es el autor que los publica y los da a conocer a través de sus libros. El poeta es un personaje público, sometido a la crítica y a la recepción de los lectores. La cuestión de la calidad poética es una cuestión que afecta al criterio de los lectores y de la sociedad literaria en general. Y también le corresponderá a la posteridad decidir qué libros y qué autores prefiere seguir leyendo… Un ejemplo contradictorio: Garcilaso de la Vega es uno de los más grandes poetas de nuestra historia literaria y, sin embargo, no publicó sus poemas en vida, aunque es evidente que estos circulaban entre los lectores de la época, y que era conocido como poeta entre los literatos de su tiempo.
Antes del alzarte con tu primer reconocimiento, ya te asumías como poeta,  y ponías empeño en tu trabajo creativo y te preparabas: escribías, leías, y buscabas una oportunidad para dar a conocer tu trabajo, ¿cuándo detectas tu predisposición para la poesía?  ¿La tuviste desde siempre o afloró de pronto?
Mi vocación literaria fue aflorando a medida que leía y leía, cada vez más poesía, pero también mucha novela y teatro. Y fue para mí un descubrimiento la poesía de la Generación del 27, la poesía de Antonio Machado y Juan Ramón, los poemas de Pablo Neruda… Mis primeros poemas fueron apenas imitaciones de los poemas que amaba de estos grandes poetas. Y poco a poco fue creciendo mi abanico de poetas conocidos, leídos, devorados… y comencé a trabajar en eso que los entendidos llaman el “taller del poeta”. Tendría en torno a los 17 años cuando comencé a escribir.
Eres un escritor que busca ciertas condiciones para entregarse para su trabajo creativo: cierto momento del día,  un recinto determinado e incluso herramientas poco comunes en estos tiempos,  ¿cuéntanos sobre esos rituales  sagrados o  hábitos adquiridos o heredados?
Gusta de escribir con pluma sobre papel 
Son hábitos adquiridos, que se han ido modificando según mis posibilidades laborales. La música me ayuda a concentrarme en el trabajo y me aísla de los ruidos molestos exteriores. Prefiero trabajar por la mañana temprano, y dedicar la tarde y la noche a la lectura. Y tengo mis cuadernos preferidos, muchas veces especialmente elegidos por el tacto y la rugosidad del papel, comprados en viajes… y me gusta escribir con pluma sobre papel. Utilizo también mucho el lápiz. Voy coleccionando lápices de diferentes lugares. Y, por supuesto, tengo varias plumas y una de ellas “preferida”.  Sólo cuando tengo una versión definitiva (o casi definitiva) del poema lo paso al ordenador.  Me gusta escribir ante un ventanal, con buena luz si es posible. Son algunas de las condiciones del “Taller” del poeta… aunque también he escrito poemas en otros lugares, como el tren, un bar o en una sala de espera.
Ya nos has dicho que escribes en cuadernos y con pluma,  ¿cuántos de estos usas para un poema o conjunto de poemas?  ¿Te has llegado a confundir entre ‘los originales y los borradores’?
Suelo trabajar con dos cuadernos, así trabajo siempre con original y copia, con un doble borrador ordenado por días. Trabajando así es imposible confundir originales y borradores.
¿No te sería más fácil escribir y hacer correcciones en el ordenador? ¿Dónde radica tu desconfianza?
El ordenador se me ha estropeado varias veces y no me fío… se suele perder mucha información. Hay “virus” maléficos para la poesía…
Destacas la verdad y la belleza en tu labor creativa y en la de otros, e imagino que esto también se halla presente en cómo has encaminado  tu vida, esa dupla es difícil que vaya de la mano en la actualidad y es probable que antes tampoco, ¿viste tambalear estas condiciones en algún momento durante el proceso de redacción?  ¿Alguna  vez  se produjo un divorcio irremediable entre estas y tuviste que aceptar?
No se fía del ordenador. Se le ha estropeado
muchas veces.
Verdad y belleza, como decía John Keats. Y nos lo enseñaron también grandes poetas como como Machado o Juan Ramón, o el mismo W. H. Auden, que me parece otro excelente poeta. Es una forma de vivir y de entender la literatura. No podría entender mi labor poética sin esas dos columnas vertebrales. No podemos abordar nuestra poética particular sin tener en cuenta las tensiones estéticas en la poesía desde el Romanticismo, y en las poéticas del siglo XX. La ideología poética romántica es un fulgor musical, ya detectable en el verso de Espronceda o en la prosa de Schopenhauer, que culmina en la poesía de Paul Verlaine y en Rubén Darío. La poesía “es” el lenguaje que ofrece la facultad de traducir de forma directa y sensible ese “fondo oscuro del alma”, sin mediación racional. Decía Novalis en su Enrique de Ofterdingen que “El poeta es acero puro: tan sensible como un frágil hilo de cristal y, a la vez, tan duro como un sílex”.
La historia de la poesía europea desde el romanticismo simboliza algo dramáticamente antipoético: nuestra propia sociedad, lo que podríamos denominar como “la paradoja del ciudadano”. Por un lado, las leyes públicas se justifican en el argumento poético, íntimo, de ser la expresión de los intereses privados; por otro, la buena marcha de la sociedad necesita realmente dominar algo más que la suma de esas verdades interiores. La suerte de los poetas malditos (que prefigura Hölderlin, y que ejemplifican Baudelaire, Rimbaud y Mallarmé), heredera de las ruinas románticas, simboliza la propiedad de esa violencia, la historia de ese sujeto trascendental que quiere ubicarse en la realidad y se encuentra rodeado de palabras imposibles, de referencias a un paraíso siempre perdido. La poesía contemporánea, desde este punto de vista, surge del lado de la pérdida y de la negación.
Nunca ha experimentado un divorcio entre verdad y belleza, asegura 
La historia de la poesía española del siglo XX está recorrida de las huellas y las ruinas de estas posiciones y de las tensiones consiguientes. Tras el modelo de obra y artista romántico, nuestra vanguardia se resuelve de manera inconclusa por el zarpazo terrible de la guerra civil. Escindida por la barbarie de la muerte y del exilio, la poesía española de los años cuarenta y cincuenta fue una sombra triste que no encontró su voz ni su espacio.  A principios de los años treinta, en la literatura española, el romanticismo sigue siendo ya no un movimiento o una escuela, sino una categoría estética que es leída como un aparente proceso de rehumanización.  Nuestros poetas, sea en el exilio, sea en la península, hubieron de construir una tradición desde la nada, y de esa apostilla artificial adolece buena parte de nuestra literatura en los años posteriores a la guerra civil.
Por mi parte, no he experimentado ningún divorcio entre verdad y belleza, de hecho creo que todos los grandes poemas participan de estos dos principios éticos y estéticos. Siempre intento que estén presentes en mis poemas.
Trabajas mucho tus poemas, les dedicas tiempo y esfuerzo, ¿hubo algún poema que salió de un tirón y no mereció correcciones porque nació perfecto?  ¿Suele darse con frecuencia o todos experimentan cambios?   También hay poemas a los que mandas a reposo sin la certeza de ver la luz porque quizá sean exterminados, ¿no es así?
Es muy crítico con lo que escribe y envía mucho material a la papelera 
Algún poema nació casi perfecto, pero cada vez me cuesta más perfilar y terminar un poema. También es cierto que cada día tengo menos prisa y menos urgencia por escribir o publicar.
Hay un poema que habla de los malos poemas del gran vate Juan Gonzalo Rose que dice así: «No los destruyas. No los eches al pozo de los cielos. Tal vez ellos retornen después que la belleza se haya ido»,  ¿cuándo sabes que lo que tienes entre manos no sirve, y por tanto, no  merece dedicarle tu atención y trabajo porque nació imperfecto? ¿En esos casos en qué aspectos o detalles detectas que no hay forma de sacarlo adelante por más correcciones ni aun volviéndolo a escribir tomando en cuenta ciertos versos?
La creación poética necesita tiempo y reposo, y buenas lecturas. Confío en el criterio de buenos amigos lectores que siempre me han orientado respecto a la calidad de los poemas o la composición de los libros. Soy muy crítico con lo que escribo y envío mucho material a la papelera. Me gusta dejar reposar los poemas un tiempo y volver a leerlos meses después para ver si siguen funcionando. No me empeño en seguir adelante con los poemas que no funcionan. Un poema es una pequeña obra de arte perfecta en la que todo debe funcionar: la musicalidad, el verso, la materialidad de la palabra, la disposición espacial, el tratamiento del tema…. Si algo falla, falla todo el poema. No podemos permitirnos desperdiciar algo tan fantástico como la página.
Dice que un poema es siempre una invitación a la aventura de lo desconocido
En tu poesía hay conceptos que se han mantenido a lo largo de tu producción literaria, tales como los viajes, y los que hemos visto antes, como la verdad y la belleza, ¿entiendes tu trabajo literario como un periplo permanente? ¿Con idas y vueltas?  ¿Se plantean también los viajes sin retorno o los que nunca hicimos?
He intentado escribir poesía con dedicación y esfuerzo, con entrega y voluntad de perdurabilidad; y probablemente mis poemas están plagados de responsabilidades, sin perder de vista su más íntima e irrenunciable libertad: la responsabilidad del trabajador –del artesano- con la palabra y la obra artística; la responsabilidad del escritor con la historia y la literatura; la responsabilidad del autor –del hombre de letras- con sus contemporáneos y el tiempo histórico que le tocó vivir, con la responsabilidad de luchar por un futuro mejor. Y –con todo- el poema es siempre una insignia de libertad, una invitación al viaje y a la aventura de lo desconocido, porque todo poema es un proceso inacabable de comunicación y conocimiento, frente a cualquier concepción del mundo mezquina y autocomplaciente.
¿Dónde hallas inspiración? ¿Crees en las musas?  ¿Te has visto, alguna vez, mirando el papel en blanco?
Está convencido que seguirá existiendo la poesía como
voz de la otredad
La inspiración es trabajo y trabajo y trabajo. Creo en las musas que trabajan en el taller del poeta. Por supuesto, miro el papel en blanco y emborrono papel una vez y otra. Trabajo y trabajo y trabajo para que el poema parezca sencillo y natural.
¿Cuál es el sentimiento que con más frecuencia  impera en ti  cuando estás escribiendo?  ¿Hay más condiciones o predisposición,  como  alegan algunos de tus colegas, cuando tienes el alma herida o rota?
Procuro combinar razón y sentimiento, y no dejarme llevar por el sentimentalismo. Creo en los vínculos sociales y en la responsabilidad de la literatura, como Pablo Neruda apuntaba, “la letra no es sólo belleza, sino vida”. Por eso, escribir un poema es decir un mundo, con toda su dolorosa complejidad. En su conjunto, entiendo que mi poesía encierra una visión crítica y comprometida con un mundo y una sociedad que amo profundamente. Entre la trascendencia prometida y la realidad, el poeta, el hombre, el político, el padre de familia, el compañero, el amigo… son una y la misma persona, que brega a sotavento un mismo sueño: “una sociedad más justa en un país más libre”.
Más allá del silencio y del hermetismo, que a veces apenas intentan ocultar la falta de talento, la lectura de la poesía nos proporciona el diálogo y la voz del pasado hecho canto en el presente, nos proporcionan una comunidad de experiencia que, sin duda, fortalece nuestro espíritu. Walter Benjamín, esa conciencia iluminada de los desgarros y de la barbarie de la modernidad percibió una parte del problema: “La publicidad es la astucia que permite al sueño imponerse a la industria”. Él dio legitimidad a su dictado de que “sólo sobre un muerto no tiene potestad nadie”. La huella del romanticismo en la poesía contemporánea es una sombra alargada... Conviene pensar como Benjamín ante los consejos de Adorno de marchar a América, conscientes de que todavía hay en Europa posiciones que defender. El lector puede entender que no hablamos de un espacio ni de una situación de privilegio o de poder, sino de una herencia y un legado que fundamentalmente son documentos de cultura, y que nos ligan a una tradición de racionalidad.
Se alegra de que en Valencia la poesía goce de buena salud
Seguirá existiendo el poema como voz de la otredad, como conjunto polifónico y dialógico de voces que confluyen en el texto, y cuya melodía es responsabilidad del lector. Porque el tiempo del poema es el tiempo de la historia. Dormir, soñar....cantar, porque la poesía desde el romanticismo nos llama poderosamente a despertar del sueño adormecedor de la muerte y a vivir con intensidad, para que siga existiendo ese asombro de que las cosas por las que vivimos sean posibles en este tiempo. La poesía sigue cantando con voz propia el imposible retorno del ser a la casa natal. Y la voz de la poesía tiene la misma legitimidad que el murmullo de la historia o el gesto del arte moderno: lo que está por venir será, sin duda, de todos. El poeta desde la Modernidad tiene el alma definitivamente rota, y sabe que su misión es la de seguir cantando, ahormar verdad y belleza en el poema.
Hubo un tiempo que paraste de publicar obligado por las circunstancias laborales, sin embargo, trabajaste mucho y conseguiste material de buena calidad, prueba de ello, son los premios que conseguiste durante dos años consecutivos al alejarte de tus responsabilidades de aquel entonces, ¿qué han significado para ti los galardones y reconocimientos obtenidos?  ¿Puede ser un poeta realmente bueno sin tener ninguno en su haber?
Durante su presentación en la librería Ramón Llul de Valencia
Los premios literarios son una ventana abierta al mundo, son una oportunidad más para llegar mejor a los lectores y publicar más o menos regularmente. Puede haber grandes poetas que no hayan ganado un solo premio, por supuesto.
¿Qué poetas te han marcado y a los que recurres una y otra vez?  ¿Cómo ves la poesía de los poetas jóvenes contemporáneos valencianos, españoles, en general, e incluyendo los latinoamericanos?
Buena parte de la poesía española e hispanoamericana del siglo XX: Cernuda, Neruda, Borges, Vallejo, Octavio Paz, Nicolás Guillén, Benedetti, Raúl Zurita, Gabriela Mistral, Jaime García Terres, José Emilio Pacheco, Torres Bodet, Gorostiza… Machado, Juan Ramón, todo el 27, la generación del 50 y los poetas del exilio republicano español. También el romanticismo inglés, alemán, francés, los poetas malditos como Baudelaire, Mallarmé, Rimbaud, Verlaine… Y los anglosajones como Auden, Eliot, Wallace Stevens… pero también Pessoa, Yorgos Seferis, Rilke… entre otros muchos.
Creo que hay muy buena poesía entre los jóvenes poetas latinoamericanos. También en Valencia la poesía goza de muy buena salud, desde Francisco Brines hasta la tremenda actividad de revistas como “21 versos” que muestran el pulso poético de la ciudad.
A este respecto, ¿qué figuras destacas de la nueva hornada de poetas mujeres en España y qué te impresiona o valoras de sus producciones?
En plena lectura poética 
Hay muy buenas poetas mujeres, que ya no necesitan reivindicar su calidad literaria desde el género. Desde Gloria Fuertes hasta poetisas como Clara Janés, Cristina Peri Rossi, Ana Rossetti, Aurora Luque, Concha García, Dulce Chacón, Amalia Bautista, Blanca Andreu, Olvido García Valdés, Lola Velasco, Esperanza López Parada, Ada Salas, María José Flores… tantas y tantas que esta lista sería injusta. Creo que en muchos casos escriben una poesía fresca y tremendamente original, con una voz diferenciada y personal que me resulta sorprendente, con una sensibilidad muy especial.
Has dicho que puede existir poesía buena sin contenido pero nunca sin ritmo, sin sonoridad, ¿lo confirmas? 
Yo creo que un buen poema debe tener verdad y belleza, contenido y musicalidad deben ir de la mano. Si no, algo falla.
¿La buena poesía es aquella entendida por todos o la que conmueve a pesar de que no entendamos ‘ni papa’, como dicen en mi tierra?
La buena poesía es aquella que ha sabido leer los conflictos de la modernidad y nos invita/empuja a ir más lejos. La buena poesía es Pessoa y sus heterónimos, es Rilke, es Paul Celan, es Rene Char, es Kavafis, y un poema de Leonard Cohen, y una canción de Bob Dylan…
Proliferan los poetas, como suelo decir ‘levantas una piedra y hallas un poeta”, sin embargo, no se consume poesía, ¿por qué  y para qué escribes poesía?
Escribo poesía porque sigo creyendo que el arte y la literatura pueden ser espacios de libertad donde se encuentren la verdad y la belleza. Compromiso con el hombre que va conmigo, con los tiempos que me ha tocado vivir y diálogo con ese club de los poetas muertos que nos sigue ofreciendo su voz y su legado a través de los siglos.
Para mí el poema es un espacio dialógico de encuentro en medio de una conflictiva travesía. La poesía es un viaje, un viaje como espacio de reflexión y de vivencia, como aventura poética y vital en la que el poeta camina y se construye como personaje junto al lector. Poemas como calles estrechas o como ciudades sumergidas. Travesías que son vida y que dicen un mundo.
El viaje como forma de conocimiento, y como forma de abordar y entender la poesía. El poeta como caminante, como paseante, como observador de nubes o titiritero, como mendigo, como viajero. El viaje dentro de lo cotidiano para encontrarse con lo maravilloso. El viaje hacia el interior de nosotros mismos, hacia los parajes salvajes del alma, adonde se fundan el ser y la palabra.Viajes de ida y vuelta. Viajes sin regreso. Viajes a todas y a ninguna parte.

Somos, también, esa huella.

Si desean saber más del autor o su obra
pueden pinchar
los siguientes enlaces:
https://ca.wikipedia.org/wiki/Juan_Mar%C3%ADa_Calles_Moreno





miércoles, 1 de marzo de 2017

Nelson Carrizo:“Un trabajador poeta no es muy atractivo para las megas empresas editoriales”

No limpia ni perfuma sus poemas. Quedan tal cual los concibió. Detrás de él no hay ninguna editorial importante y publica sus libros por cuenta propia, sin embargo nadie como él moviliza un número cada vez más creciente de poetas a través de las redes sociales para sus actos literarios en  Chile. Nelson Carrizo antes luchó contra la dictadura de  Pinochet y vio el arribo de la democracia en su país, pero sabe que hay mucho más que hacer en nuestras sociedades, por eso hoy  pide justicia e igualdad a través de sus poemas gestados en una mina de cobre y cada cierto tiempo convoca a los escritores de todo el mundo a dejar escuchar su verdad. Les invito a conocer a Nelson Carrizo poeta minero y artífice del gran movimiento Chile, país de poetas.
Hoy por hoy te llaman el poeta minero. Así te conocen y reconocen. Sin embargo, no siempre tuviste esa ocupación. Hiciste de todo en esta vida,  pero está claro que  nadie puede creer que no fueras poeta desde siempre, ¿naciste con versos en los genes o tu vocación por la poesía se fue gestando de a pocos? ¿Cuál es tu verdad?
Trabajó de todo antes de convertirse en el poeta minero 
Soy parte de una pregunta el poeta nace o se hace. A los seis años para el Día de la Madre la profesora nos pidió hacer un poema para un concurso. Me gustó la idea e hice uno y gané el concurso. Tuve que recitarlo frente a mi madre  y delante de todos, y desde ese día no paré de escribir. Durante el servicio militar escribí mucha poesía y como andaba por muchos lugares, me puse de apodo Éxodo y mis poemas de esa época no tenían título, solo números Éxodo 1, exodo2,  etc. Y hasta que llegué a la mina y me bautizaron como Poeta Minero. Entonces, en mi caso, nací poeta.
Hiciste de todo para ganarte la vida: de titiritero, recitaste en peñas clandestinas, artesano en fierro, maestro  chasquilla, electricista, mecánico soldador, carpintero, ceramista, gasfitero, etc.  Cuando el hambre aprieta uno se vuelve mil oficios y sobre todo creativo, ¿qué pensabas sobre tu presente y futuro en esos tiempos?
Yo, como muchos, somos de la época de la Dictadura Militar en Chile, y sí,  es cierto al principio trabajaba en la construcción,  de instalador eléctrico,  luego vino una época de cesantía, donde uno tenía que trabajar en lo que sea para ganarse la vida, y era entonces:  te adaptas para sobrevivir o sucumbes. En esa época la mayoría trabajaba en el Pem  o Pojh, Programa para jefes de hogar. Hacían veredas, hoyos… y  ganaban una miseria. Yo trabajé en muchas cosas y aprendí otras tantas. El futuro no se veía. En esa época nace mi poesía revolucionaria, de  política contra Pinochet, la cual está en mi libro Poblador V/S Dictadura. Era poesía para recuperar la democracia, y la prioridad era el pan, la poesía un desahogo… y una bandera de lucha.
Y también fuiste dirigente político en tiempos de la dictadura. Tu vida pendía de un hilo. Si te apresaban era poco probable que vivieras para contarlo, ¿de dónde sacabas coraje para vencer al miedo y luchar por tus ideales?
Sus poemas quedan tal cual los concibió 
Mi familia estaba dividida entre comunistas y demócratas cristianos, y en la época de la Unidad Popular, esas divisiones, llevó a dividir a la sociedad y a las familias. Tiempo de colas, de desabastecimientos y muchas protestas, y por supuesto, de polarización de la sociedad. Yo por estas peleas y lo que generaba la política, no quise participar de nada, estudiaba no más.  Ver cómo se agarraban a combos hermanos por una idea, no me gustó. Después colapsó esta situación y llegaron los militares, donde pensar, reunirse estaba prohibido.  Yo trabajaba y  trabajaba, pero llegó un momento que no había trabajos, y vi  a mi madre raspando bancos de clase para luego pintarlos, y a mi padre haciendo hoyos y después taparlos. Verme sin trabajo me condujo a cambiar y decir, ‘aquí hay que tomar partido y ayudar a acabar con la dictadura’. Ingresé  a un partido político a aprender y terminé de dirigente a nivel comunal y después nacional.  Yo, y otros, hacíamos muchas cosas que podían llevarnos a la muerte o desaparición, pero había que hacerlo sí  o sí.  La que más sufría era mi madre.  Verme salir a panfletear, pintar muros, etc., y  no saber si retornaría vivo a casa;  era complicado.
¿En qué momento realmente te ves y asumes como poeta?  ¿Tus primeros problemas fueron de índole sentimental o desde un comienzo tu compromiso social y político estuvo presente?
A pesar de que siempre escribía- y me decían en la escuela industrial que estudiara literatura, que ese era mi camino-, estudié electricidad para asegurar el pan.  No me sentía como poeta, si bien durante en la dictadura escribí muchos poemas,  pero los veía como un desahogo. Me di cuenta que era poeta cuando edité mi primer libro Poemas para un hijo que nacerá y vendí todos los ejemplares. Recuerdo que encargué muy asustado un tiraje de 200 ejemplares.
Uno de los tantos galardones obtenidos como promotor literario
Sé que no estudiaste poesía, no has fichado por ninguna editorial, tus libros no están en ninguna librería, que te autopublicas, que has vendido más de siete mil ejemplares de tus obras, sin embargo, te respetan y admiran tanto fuera como dentro de tu país, hasta tal punto que, por ejemplo, te declararon Embajador cultural honorario por la Ecología en Rosario Argentina (2014) y nombrado Embajador de  la Paz en el Senado Argentino en 2015. ¿Y así no te llaman las editoriales de prestigio? ¿Cómo se entiende esto?
Porque las editoriales son negocios de ganar plata, y la poesía, como toda cosa humana, tiene la división de clases: sin apellido importante, sin dinero para financiar algo así, es casi imposible. Nadie es profeta en su tierra.  Neruda, Mistral, fueron premiados después del Nobel acá. Por otro lado, los  gobiernos  están matando la cultura con el impuesto al libro. Como ves, difícil es  pensar en algo como ser parte de una editorial. Y un trabajador poeta no es muy atractivo para las megas empresas editoriales.
Otros reconocimientos en el exterior son embajador cultural Universal en Tarija,  visitante distinguido de la ciudad de Tarija Bolivia, visitante Ilustre del Municipio de Uriondo, y todo en Bolivia en el año 2013, ¿cómo vives ser valorado y querido fuera del ámbito de tu tierra?
Feliz por un lado, el poeta voló más lejos que el hombre… el poeta sabe arrancar y logra cosas que no soñaba y me dice que no hay techo, debo, entonces, tratar de seguirle el ritmo, junto al gestor cultural en el que me convertí.
La prensa boliviana destaca su labor poética 
No sueles participar en concursos poéticos, ¿por qué?  Y sin embargo, eres creador junto Ana María Goede del Movimiento Chile, país de poetas, ¿cómo se gestó el proyecto y cuáles son sus objetivos?
En los concursos los jurados son personas que ven la métrica, las metáforas, el estilo, el apellido y la proyección de  un buen ‘poeta’. Yo no tengo estudio. Mi poesía es libre. Nunca soporté la corbata. Menos las reglas, y sé que no seré del gusto de los literatos. No así del pueblo, de los mineros. De ellos sí soy el gusto.
¿Cómo nació Chile País de Poetas? Pues yo era encargado de cultura de mi sindicato, y se comenzaron a hacer talleres de pintura, literatura, y comenzamos a ayudar a los poetas a lanzar libros, a realizar exposiciones pictóricas.  Y en el año juntábamos todos los talleres y se hacia una gran jornada cultural. Ese es el origen del proyecto,  por amor al arte. Está  dirigido por Rosa Chávez, y a ese taller llego Ana María Goede. Hubo una elección y cambiaron dirigentes, y salió uno que quiso hacerse cargo de la cultura, y durante ese año no se hizo nada. Yo hace tiempo que luchaba por sacar la poesía de las cuatro paredes de siempre, abrir espacio… que me conocieran y conocieran a los poetas locales en otros lugares. Entonces a final de  ese período, Anita me dice “Don Nelson  este año nada hemos hecho, ¿por qué no hacemos algo?” Le contesté que estaba de acuerdo pero debía  ser algo grande, que valiera por el año sin actividad.  Y hacía tiempo nos rondaba la pregunta si Chile es un País de Poetas. Entonces se me ocurrió la idea de hacer el evento más  grande hecho por el Facebook, ya que veía que como herramienta social era muy buena, y consistía en juntar  en un mismo día a la misma hora  a los poetas de todo Chile para rendir un homenaje a Óscar Castro, nuestro poeta local, y se leería el poema a la tierra de él. En cada ciudad se reuniría a  los poetas en las plazas locales etc. En primera instancia,  pensamos en la plaza de Rancagua, pero luego  propuso de  hacer algo que logre mayor impacto. Pensé en que los poetas saliéramos a la Panamericana y
Junto a sus compañeros poetas 
prendieran una antorcha, linterna e ilumináramos todo Chile. Pero por lo largo del país era una locura. Fue entonces que  se me ocurrió hacer un mapa de Chile, el más grande hecho en tela (80 metros),  anotar a todos los poetas en él y  extenderlo en una calle completa.  De esa manera  se lanzó  la idea por las redes sociales. Comenzaron a anotarse los poetas, y  cuando llegamos a 100 estaba contento, pero para mi asombro, se extendió más allá de lo imaginado,  se unieron  poetas de Chile en el extranjero  y la idea prendió más allá de nuestras fronteras , tanto que tuvimos que dibujar un mapamundi para anotar a esos poetas. De la noche a la mañana, teníamos 700 poetas  a los que les gustaba la idea, en 20 ciudades, en 10 países, y el mismo día 25 de Marzo para conmemorar el natalicio de Óscar Castro.  Se llevó a cabo el evento y fue un éxito. Costó conseguir  la tela 80 metros.  Una odisea que me hizo pasar muchas rabias. Llegó un momento en que había quedado solo ante esta idea. Muchos se enojaron, otros se alejaron, no creían de esto. Junto a mi esposa y a Anita comenzamos a darle forma a este mapa en el sindicato.  Después llegaron amigos, amigas… y esto comenzó a tomar forma. Así nació Chile, país de poetas.
He podido apreciar que Chile, país de poetas, es un movimiento sumamente activo y que se halla muy identificado con la paz y la ecología, y a pesar de ser propia de chilenos se ha abierto hacia el exterior, ¿en el también tienen cabido todos? ¿El único requisito para integrarse es ser poeta?
Cuando terminó el evento, los poetas que se unieron a este, nos dijeron: “Ustedes  han hecho algo grande y no se pueden ir para la casa así como así, lideran algo enorme”. Nosotros quedamos atónitos por el éxito y por sus repercusiones, y porque nos dimos cuenta de que en cada rincón había poetas, dueñas de casa, trabajadores, estudiantes etc., que escribían a su manera acerca de  su historia y la del lugar, con su lenguaje y temían mostrar sus escritos, con este movimiento se animaron y  se sintieron tomados en cuenta.  Pensé mucho en esto hasta que me dije ‘todos hablamos de ecología y escribimos de los daños del planeta, su contaminación y no hacemos nada; siendo nosotros los más sensible a estos temas’. Se lo comenté  a Anita y ella como siempre respondió: Dele no más don Nelson, 
Sus compañeros de la mina leer sus obras un ratos libres
hagámoslo. Como de costumbre debía ser algo grande, si no para qué,  y aprovechamos otra vez  la plataforma de Facebook, e  invitamos a todos a que se unieran a plantar un árbol y escribir un poema a este o al planeta. La actividad duraría tres  días y recibiríamos a los poetas extranjeros en nuestras casas, y recorreríamos lugares. La respuesta fue masiva. A los poetas les gustó la idea  y traspasó fronteras.  Poetas de México quisieron hacer lo mismo.  Lunamia se nos unió y dijo yo lo hago acá, y Enriqueta lo quiso hacer después en Argentina.  Concurrieron representantes de  Venezuela y  Ecuador. Así se hizo el segundo evento, que también fue todo un éxito. El número de poetas se incrementó. Y como seguían uniéndose poetas de  varios  lugares, en especial provenientes de tres países,  decidimos intercambiar poetas con  México, Argentina y Chile. La idea era que viajaran, compartieran con otros poetas, se empaparan de sus culturas. Imagínate, poetas a los que solo leían sus amigos, que su poesía no salía de su ciudad, de pronto, podían viajar, compartir sus poemas en Facebook, y participar de grandes eventos. Sin duda, una ventana gigante, al margen de las grandes editoriales y librerías. Estaba naciendo un movimiento poético.  Ahora vamos al 5to encuentro.  La idea es tener un evento que sea único,  que nos convoque como siempre y que cause un impacto. Se ha formado una gran familia, abierta, acogedora, innovadora y sin restricciones, ni vanidades. Lo integran desde los más humildes poetas y  hasta a algunos con un gran bagaje.  Me siento orgulloso de cada uno de los integrantes de este gran movimiento poético que crece cada día más.
El poeta nos anima a soñar en grande sin perder la esencia
En la actualidad laboras en la mina subterránea más grande del mundo de cobre El Teniente- CODELCO (Chile), ¿es aquí, en medio de este duro trabajo, donde realmente nace y se desarrolla el poeta minero?
El poeta existía, pero el apodo aquí nace gracias a que tenia seguro el pan para comer, y cuando uno tiene eso solucionado, puede soñar, hacer cosas, ya que en cada evento todos gastamos dinero, tiempo, y  conseguir auspicio, apoyo del gobierno es muy difícil y navegar en los papeleos, burocracia cuesta mucho. Trabajar aquí  también me dio la oportunidad de escribir de este mundo subterráneo que es fascinante. Y como dije cada poeta escribe la historia de un país, de su lugar, de su existencia, y mi poesía no es ajena a esta realidad, he escrito tres libros de poemas mineros y ahora uno de cuento, cosa que pensaba que nunca haría.
¿Es verdad que tu logro más grande como poeta es que tus compañeros compraran y leyeran tus libros en sus momentos de descanso?
Imagínate un mundo subterráneo de mineros rudos, que no sabían de poemas ni de poetas. Para algunos eso era cuento de maricas, pero un día llevé mis libros,  todos me los compraron y se pusieron a leerlo en sus horas de comida. Creo,  modestia aparte, que nadie, nadie, ha logrado eso.  Al menos, en esta mina, el Teniente. Ahora me leen y compran mis libros.  A veces  se me acerca uno de ellos y me dice “Sabes poeta quiero comparte todos tus libros”, y  yo le contesto “¿Todos? Son 10”. Y él responde: “Sí pues, así cuando seas famoso yo diré que tengo todos tus libros”. También me compran para enviarle a sus familiares que tienen en otros países, para que lean de ellos, sepan de la mina. Cosas que me llenan de orgullo.
Tengo entendido que el poeta que eres, en muchas ocasiones, se rebela y te pone en graves aprietos cuando necesita contar o denunciar todo el mundo de injusticia que se ve en su entorno laboral.  E incluso llegaste a comentar que ‘lo mejor para progresar dentro es mantenerse en silencio’. Duro y difícil para alguien como tú que busca la justicia social, ¿no?
Un movimiento gestado en la oficina de un sindicato 
Muy cierto en el mundo laboral siempre hay injusticias, abusos y el poeta quiere contar todo, aunque afecte al trabajador. Y así fue, por varios poemas me echaron de alguno puestos, me trasladaron. En un mundo tan grande como este, hay ‘arreglines’, personas arrastradas, etc. Y buenos trabajadores que no son considerados. Y hablar de lo bueno y lo malo tiene su precio.
Lo  pagué con creces. Ejemplos muchos: amigos míos que llevaban el mismo tiempo que yo y que trabajaban menos, en pocos años ascendían rápidamente.  En mi caso estuve en la  escala siete más  de 10 años.  Algunos en cinco años eran 13, yo me demoré 27 años en llegar a esa escala por culpa del poeta.  Pero cuando llegué a esa escala sentí una gran satisfacción.
Sé que no buscabas nada con tu poesía, pero has llegado lejos. Querías expresarte por escrito y compartirlo con tus más íntimos, ¿en qué momento estos poemas fueron llegando a más gente?
En el momento en que comencé a trabajar por los demás poetas, en el momento en que soñé en derrumbar las cuatro paredes en las que estaban los poetas, y en el momento que usamos las redes sociales. Aprendí que para pedir hay que dar,  y Chile, País de Poetas ha dado mucho a todos y esto ha sido un bumerán de buenas ondas, que se han devuelto para todos y en especial para mí, como presidentes de este movimiento, he recibido mucho más cariño del que he dado. Y también en el dejar los egos de lado y ayudar de corazón a todos por igual.  Me cargan las divisiones sociales, y literarias, con mayor razón , para mí no hay poetas malos, hay poetas con más o menos lectores, que cuentan una historia particular que hay que respetar, y eso lo he hecho y a cambio he recibido eso respeto, cariño, amigos, etc.
Poetas comprometidos con los recursos
naturales
Tienes 10 libros autopublicados y manifiestas que escribes para contar una historia, dejar un testimonio sobre lo que fue y hasta de lo que será, ¿es cierto que no sueles corregir tus trabajos y que el 80 por ciento de tu obra se halla tal cual la escribiste?
Así es, me extraña cuando un poeta me dice que le costó una semana escribir un poema, y que corrigió, corrigió hasta que quedó su obra de arte.  Bueno, ellos sueñan  con ser famosos, ganar premios, ganar prestigio y para ellos ese es su trabajo, su todo. Y me dicen púlase poeta, estudie, corrija, ordene sus poemas, escriba como los grandes. Y yo me pregunto “¿Cómo voy a pulir un sentimiento que nació de pronto y se volcó en versos, cómo voy a pulir mis rabias?” Mis lágrimas perderían su escancia, su nacimiento, además escribo para los trabajadores, para la gente sencilla, si le pongo más adornos ellos no me leerían, como así lo hago yo con algunos grandes poetas, pues para leer a algunos hay que tener un diccionario para entenderlos, estudiar psicología, literatura, ¿por qué complicar el poema entonces? Si la risa es risa, las lágrimas son lágrimas, la mierda es mierda por más metáforas que le pongas. Así que el poema me da vuelta en la cabeza, se me aloja en el estómago, y cuando está listo lo vomito  en el papel y así queda.  No lo limpio, no lo perfumo,  queda tal cual nació. Será rebeldía, será flojera, falta de ambición o de ego, no lo sé, pero si al leerme un minero, un poblador, una dueña de casa, me dice que le emociono, que se sintió identificada, me siento bien. Al final,  yo soy ellos y ellos son yo.
Planteas que es necesario renovarse, no continuar las cosas como se hacen, recomiendas siempre inventar nuevos modos, ¿es lo que has hecho con tu poesía? ¿Cuánto ha cambiado tu manera de escribir desde tu primera obra Una Trilogía Minera hasta la más reciente Memorias de un Minero del Teniente?
En plena lectura de sus poemas 
Renovarse es no morir, imagínate trabajo en un mundo rutinario de 27 años ya, si no me reinvento al igual que mi poesía, moriría en esa letanía, pero eso sí sin perder la esencia, el rumbo.  No puedes escribir solo poemas de amor toda tu vida, ni de los mineros, debes tocar otros temas, de otros ángulos. Debes ser el protagonista de tu vida con tu poesía.
Este marzo en Chile, justamente por iniciativa de Chile país de poetas, la institución que presides, realizará un acto internacional importante de título Litoral de los poetas, en el que se tributará homenaje a tres grandes Vicente Huidobro, Pablo Neruda  y Nicanor Parra, pero de una manera peculiar: marchando hacia su hogar o su última morada . Explícanos ¿cómo será esto y quiénes ya han confirmado su participación?
Serán tres marchas para visitar a estos tres grandes referentes de la poesía Chilena. Esto comenzara el jueves 23, donde llegaremos al Tabo y alojaremos a  todos en unas cabañas. El viernes 24 partiremos con nuestro mapa a visitar a Neruda, y será un día lleno de poesía. El sábado 25 partiremos a las Cruces con el mapa  visitar a Nicanor Parra.  La municipalidad pondrá un escenario para que reciten los poetas. Este acto estará a cargo del  PENCLUB DE CHILE que nos ayuda en esta gran aventura, pues son de la zona, tienen el acceso a las autoridades, pues recuerda yo soy de otra región, lejos de ahí. La unidad es la que predicamos y por suerte la hemos encontrado con ellos. El domingo visitaremos a Huidobro, y haremos una serie de actividades, homenajes, lecturas, etc.  Se le rendirá un homenaje a Huidobro.  Se le ha pedido a los poetas que escriban sobre él, y esperamos que de los poemas recibidos logremos hacer una gran antología que se exhiba  al aire libre: plazas, paraderos, playas, fundaciones.
Hay muchos principios que rigen tu vida, como por ejemplo este que una vez compartiste conmigo, «Demuestra primero de lo que eres capaz, después pide;  y ni eso a veces es necesario… ».  ¿Con qué te quedas con lo vivido hasta ahora?
En que si doy dos la vida me da cuatro.
Si diriges algo es para servir a los demás, no para servirse de ellos.
Trata a los demás como te gustaría que te traten.
Para pedir algo debes de demostrar quién eres primero.
Sueña en grande, pero sin perder tu esencia,
Y que con estas pocas cosas me quedo con un gran sabor.  La vida me ha dado más de lo que he soñado y en todos los planos, y soy un agradecido de eso. La vida ha puesto en mi camino a gente muy hermosa, que han hecho grato este caminar poético.

Si desean saber más sobre el poeta minero
o el acto que se llevará a cabo en breve
pueden escribir a los siguientes
correos electrónicos:
chilepaisdepoetas2@gmail.com
nelcarrizo@hotmail.com