No las tenía todas consigo, pero
su carácter ‘bravo’ la condujo a no
seguir las pautas familiares, hacerle frente a la pobreza y salir indemne de un
barrio conflictivo. Esta es parte de la
historia de Silvana Velasco San Martín, una periodista y escritora, que tras
una década de intenso trabajo creativo y de corrección, acaba de publicar su
libro Escritos para ti…relatos íntimos,
un conjunto de cuentos erótico-románticos sobre las fantasías o experiencias
que “muchos vivimos pero que difícilmente revelaremos”, enfatiza la autora.
Provienes de un hogar humilde ubicado en una zona complicada, y
creciste y educaste en el seno de una familia patriarcal y machista, pero desde
pequeña deseaste salir de ese lugar y ser otra persona. Destacaste por tu
rebeldía, ambiciones y capacidad de lucha, Silvana.
Una mujer que peleó por sus sueños y los consiguió |
Sí, siempre he sido luchadora,
nunca me conformé con la realidad que me rodeaba, anhelaba más y aunque las
privaciones muchas veces primaron en mi juventud, sabía que en algún momento
prosperaría y dejaría atrás todas las limitaciones en mi vida. Siempre tuve
tres metas: superar mi pobreza, convertirme en profesional y trabajar y vivir
independiente, y lo he logrado. Me ha costado muchas lágrimas y caídas, pero
han valido la alegría de vivir. Yo tenía doce años cuando el conflicto interno
de Sendero Luminoso y el MRTA asoló nuestro país, y ni aún ese miedo me hizo
claudicar en mis metas y sueños. La vida no es fácil, pero es hermosa. La vida es un instante que no se repite, por eso la amo y valoro muchísimo.
Fuiste una niña que se salió del modelo femenino imperante en su hogar,
imagino los dolores de cabeza que le diste a tus padres, ¿te riñeron o
recibiste castigos por no ceñirte a lo establecido?
Mi mamá varias veces me ha dado
buenas ‘tandas’ por desobediente, rebelde o ‘contestona’. Nunca acepté todo con
facilidad porque veía un padre muy machista con sus hijas y un marido castrador
con su esposa. Una forma de decirle que ese estilo estaba lejos de ser bueno o justo era rebelándome, peleando,
discutiendo y cuestionando su sistema de creencia u órdenes. No por maldad. Deseaba que mi madre comprendiera que debía abrir los
ojos. No tuve mucho éxito. Así que un día dejé de protestar, y empecé a pensar en mí y en cómo salir
adelante, convirtiendo todos esos aspectos negativos en positivos. Al crecer y
hacerme mayor de edad decidí irme de casa. Me tomó varios años dar el paso final.
A los treinta años fue posible. Para algunas personas quizá era ‘muy vieja’, pero logré hacerlo. Me costó salir antes porque soy muy pegada a mi
mamá, pero si quería paz y tener mi propio espacio grande o chico, tenía que
emanciparme
Tiene otras metas por cumplir, y una de ellas es convertirse en psicóloga |
Se dan casos aislados de gente que se cría y crece en un entorno
peligroso sin dejarse arrastrar por el vicio y la delincuencia, o por lo menos
sin salir con serias cicatrices en el alma, ¿de qué manera te protegiste para no
terminar como tantos niños o jóvenes? ¿De qué herramientas o sueños echaste
mano?
En realidad siempre tuve claro
que no me sentía parte del barrio en el que vivía. Siempre me mantuve al margen
de los acontecimientos que daban en la zona. Mientras fui niña o hasta los doce
años, salía a jugar, pero al ir creciendo y concluir la etapa escolar, decidí
que ese no era un ambiente adecuado ni positivo para mí. Yo quería más, siempre quiero más (risas),
soñaba con surgir, vivir mejor. En el barrio donde crecí era común la venta de
drogas, y me aterraba la sola idea de probarlas. Debo decir que tengo una madre
muy amorosa, que siempre estuvo cerca, y
hasta hoy se encuentra a mi lado cuidándome y protegiéndome de peligros
diversos. Siempre he sido muy comunicativa, por eso mantuve una estrecha
relación con mi madre. Le contaba todo y
ella me aconsejaba. Somos muy unidas. Es
mi confidente. Mi gran amor. Ese sentimiento sumado la unión familiar fueron los mejores escudos para evitar caer en
las drogas o en la delincuencia.
Asimismo mis hermanas y yo nos queremos
mucho y toda la vida nos hemos protegido
mutuamente.
No ser la primogénita ni tampoco la menor, ¿de qué manera ha marcado tu
vida? ¿Cómo es eso de la hermana ‘sándwich’?
La ONG que fundó por vocación de servicio |
Ubicarte en medio te libera de la
etiqueta de ‘ser la mejor porque eres la hermana mayor’ o ‘reencarnar la
perfección para el resto’. Mi condición es más relajada, más informal. No tengo
necesariamente que cumplir el papel de ‘ejemplo
de nadie’, y eso me da la libertad de
vivir sin cargas, de ser como quiero en realidad. Existe mucho prejuicio
positivo con la hermana mayor: ella es la mejor que los demás hermanos, la que
cuida, la que marca la pauta, y realmente no siempre es así. Sé de casos que los hijos menores son muchas
veces más maduros que los mayores y los
que sacan adelante a su familia. En mi experiencia todas hemos aportado de una
u otra manera. Por ejemplo, mi hermana mayor es una mujer muy buena, tan o
más luchadora que yo. Tenemos mucho en
común aunque también somos distintas. Como debe ser, porque cada hermano es
diferente y valioso en su estilo.
Divides tu manera de ser en dos mitades: Silvana linda y Silvana brava,
¿actúan siempre de modo independiente
o se combinan en algún momento o
circunstancia? ¿En qué te han ayudado dichas
‘personalidades’ o la unión de ambas?
El colegio que se beneficia de su proyecto social |
La verdad es que las dos forman
un equipo fantástico (risas). Siempre estoy en modo ‘Silvana linda’. Los años y
las experiencias me han enseñado a no perder los papeles por cualquier motivo,
a que no todo me afecte, a que no todo me irrite en forma superlativa. Una gran
amiga y colega bausatina siempre me decía “Silvana, que te joda el que puede no
el que quiere”. He ahí la clave de la
serenidad y la estabilidad: que no hay que otorgarle poder a cualquiera para
que nos mortifique. Sin embargo, en el caso de injusticias o abusos me es
imposible no involucrarme, antes lo hacía airadamente, hoy utilizo mis
herramientas espirituales para mantener la ecuanimidad y que no me domine la
ira. Siempre seré brava, pero he aprendido a distinguir claramente en qué
momentos serlo o no.
Por convicción resolviste mantener tu soltería, imagino el revuelo que
se desató en tu entorno, ¿A qué sector de los tuyos le costó asumir tu
decisión? ¿A tu familia o amigos?
Con los niños del colegio Ángeles de San Pedro |
En este país (Perú) como en
muchos, supongo, siempre critican todo: “¿Por qué te casas?” “¿Por qué no te casas?” Si quieres tener hijos luego de
casarte: “¿Por qué no es esperas un tiempo más?” O si tienes hijos siendo soltera… En fin, si eres gorda, si eres
flaca, si eres gay… Todo es motivo de cuestionamiento. Pero, como gracias a Dios, tengo un carácter fuerte
y así nomás no me doblego, he salido airosa de todo aquello. En realidad no me
interesa el qué dirán. Eso es darle poder a gente que solo se dedica a hablar
mas no a construir. Yo estoy muy ocupada construyendo un mundo mejor, haciendo absolutamente
todo lo que está a mi alcance para mejorar mi entorno. Primero decidí
encontrarme a mí misma, enfrentar y superar mis miedos y traumas, curarme
porque sin una buena salud mental no es posible vivir feliz. Con respecto a mis
padres, ellos siempre respetaron mis decisiones, deduzco que en el fondo
hubieran preferido que me case y que tenga un compañero, pero la verdad no es
algo que me haya nacido hacer. Amo mi libertad, mi soltería y si llega un hombre
que me ame, lo recibiré con todo amor.
Eso no se fuerza, ocurre espontáneamente. Yo soy feliz con mi decisión, caso
contrario, ya me hubiera casado con quien sea (risas).
¿Por qué decidiste estudiar periodismo cuando podías haber escogido
otra carrera vinculada a la ayuda a los demás debido a tu notoria vocación de
servicio?
Cuando terminé la secundaria
quería ser actriz, abogada o psicóloga, pero no teníamos muchos recursos. Me
pasé un año en una academia de medio pelo preparándome para postular a la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, pero no ingresé. En ese entonces mi
tío estudiaba en la Universidad Jaime Bausate y Meza y le dijo a mi mamá que me
inscriba. A mí me gustó la idea. Decidí
estudiar periodismo para ser una mujer culta. Esa fue mi meta y la cumplí. Pero,
ahora a mis casi cincuenta años y habiéndome desarrollado como docente de
educación superior, que es otra de mis pasiones, quiero postular a la universidad
para estudiar psicología. Es una de mis mayores ilusiones y deseo que se
materialice.
Una zona de la Ciudadela Pachacútec, lugar de trabajo de la periodista |
Manifiestas que eres una buena persona y que siempre estás presta a dar
tu apoyo a la gente, y esa cualidad tuya
la vemos hecha realidad en la Asociación DAR: desarrollo, autoestima,
responsabilidad, una ONG que fundaste, diriges y en la que desarrollas todos los roles: desde la dirección ejecutiva
hasta la limpieza. ¿Cómo nació esta
iniciativa y en qué proyecto te encuentras volcada en este momento?
Siempre me ha gustado hacer
trabajo voluntario. En gran medida para agradecer a Dios el que me haya enviado
a un hogar donde crecí con papá y mamá, quienes siempre me han amado y cuidado.
Porque a pesar de las limitaciones y carencias económicas existentes en nuestro
hogar siempre hemos estado y continuamos unidos por amor; cuidándonos
mutuamente. Además, me nace ayudar, me
gusta, me hace feliz. De allí el eslogan
de la Asociación DAR: ¡Porque DAR me hace
muy feliz! Con esta expresión resumo
lo que siento cuando voy a la Ciudadela Pachacútec en Ventanilla (Provincia
Constitucional del Callao), lugar en el que desarrollo mi proyecto. La merienda
complementaria que consiste en llevar una alimentación saludable, darles útiles
escolares y ayudar en sus tareas a un grupo de alumnos del colegio Ángeles de
San Pedro. Son niños en situación de pobreza
extrema, pero lindos, inteligentes y con muchas ganas de materializar sus
sueños. La idea es acompañarlos hasta que concluyan la secundaria y ayudarlos a
que se ubiquen en un instituto o universidad, según su vocación y habilidades.
Es un proyecto joven y con recursos muy escasos. No me canso de tocar puertas
en busca de apoyo, y quizá mediante esta entrevista consiga gente que se una a
nosotros para sacar adelante esta iniciativa.
En plena charla sobre sexualidad |
Además de ejercer el periodismo, eres docente por vocación: enseñas
comunicaciones y psicología social.
Mantienes excelentes relaciones con tus alumnos, tanto así que te
confían sus secretos y comparten su intimidad. ¿Cómo lo conseguiste?
Hace diez años una amiga colega,
también bausatina, me preguntó si poseía mi licenciatura, pues ella por falta
de tiempo no podía dictar clases y debía dejarlas. Me presentó a la
coordinadora, y como mi amiga tenía excelentes referencias, fue suficiente para
que me confiaran de inmediato los cursos, “Si
te recomienda Katia es perfecto”, concluyó la jefa de la carrera. Al inicio
tuve un poco de temor, pero luego me despojé de él y dejé fluir mi vocación que
estaba dormida, porque siempre me gustó enseñar, comunicar, interactuar con los
alumnos. Así poco a poco y con el paso de los años, me he ganado la confianza
de mis estudiantes. Los pilares de mi conducta para lograrlo fueron preparar
mis clases, ser puntual, dedicada y profesional. No hablar de lo que no sé, y
sobre todo permitir que el aula de clases sea el espacio perfecto para que los
alumnos aprendan en un ambiente de armonía, respeto, equidad, y se valore lo
que se conoce como “saberes previos”, porque todos saben algo. Hay que aumentar
ese saber, no disminuirlo o ignorarlo. Les doy confianza a mis alumnos basándome en el respeto mutuo. Me gusta que
todas las personas se sientan bien a mi lado, eso genera empatía y confianza.
De ahí que los chicos me cuenten sus penas, sus alegrías, sus sueños y proyectos.
Yo siempre les doy ánimo, cariño y consejo. Les reprendo solo si es necesario.
También eres orientadora en sexualidad humana, obtuviste el diplomado
respectivo en el Instituto Peruano de
Paternidad Responsable (INPPARES), y a la hora de hablar de sexo declaras que lo haces con soltura y naturalidad matizando la información
con bromas hot pero con elegancia y
dominio del idioma. ¿Es complicado no caer en lo soez o chabacano? El tacto y
la prudencia deben ir de la mano para no ofender o ensuciar más el tema.
Vive a plenitud su espiritualidad |
Complicado no es, lo que
considero esencial es mantener el equilibrio en la forma de expresarse. Es divertido matizar con una broma de ‘doble
sentido’, y que tu auditorio de ría a carcajadas. Así se relajan y divierten, pero toda tu
charla no puede ser una broma porque caes pesada y se pierde seriedad, y hablar
de sexo es un tema serio. Lo que hago es generar un ambiente de cordialidad y
confianza, en el cual las personas pregunten con libertad y la seguridad de que
no serán juzgadas. De que si alguien despeja una duda despejará la de todos. Miles
de personas viven con esas mismas incertidumbres, y por vergüenza no
las exteriorizan. No es justo. Debemos vivir una sexualidad libre,
segura, espontánea y responsable. Utilizo palabras sencillas y mi conducta es
jovial. Por eso, se propicia un espacio de confianza en el cual no ha tabúes,
no hay vergüenzas y todos participan. Todos
queremos aprender, y me incluyo, porque un error es pensar que el orientador lo
sabe todo. Eso aleja a los consultantes. Hay que dar confianza y respetar sus
preguntas. Muchas veces conllevan un
enorme sufrimiento, por tanto, es necesario tratarlos con amor y comprensión
Refieres que padeciste la crisis
de los 40, y que esa experiencia te condujo a la espiritualidad. Hoy pintas
mandalas, meditas y practicas Ley de la Asunción del Deseo Cumplido. Ahonda
sobre todo en esto último.
Así es, caí en una depresión porque conviví con un
hombre que pensé que era el amor de mi vida, pero me equivoqué
absolutamente. Fue muy duro despegarme
de esa relación tan tóxica que yo pensaba que era amor. Me deprimí mucho y hubo
días en no deseaba ni levantarme de la cama. Sin embargo no recuerdo por qué
razón un día salí a caminar un rato y me
encontré un con una amiga entrañable que es psicóloga y sanadora. Ella me vio tan mal que me dijo que vaya a su
casa ipso facto. Empezamos a hacer
terapia (EMDR específicamente), y al cabo de un mes, yo ya estaba haciendo mi
vida completamente normal. Acudí a terapia durante un año y simultáneamente
ella me introdujo en la espiritualidad, específicamente a la Ley de la Asunción
del Deseo Cumplido, cuyo principal representante es Neville Goddard. Es algo
sencillo y a la vez profundo: tiene que vivir y vibrar en la sensación
del deseo cumplido. Sea lo que sea que anhelas, tienes que actuar como si ya lo
tuvieras y se materializará. Las cosas
no vienen de adentro hacia afuera sino todo lo contrario. Asimismo, hay que
tener claro que todo lo que haces regresa, haz el bien sin mirar a quién y no
hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti. Vivir en la espiritualidad me
ha renovado y convertido en un ser que es más productivo y servicial para los
demás. Es decir, en una mejor persona.
Junto a Patty, su hermana mayor. |
Escribir es otra tus pasiones, ¿estuvo siempre en ti o se gestó con el
tiempo? ¿O quizá apareció cuando
estudiaste corrección de textos?
Amo escribir, siempre me ha
gustado, pero he ido puliendo mi estilo con los años. Me considero una
narradora de crónicas, me encanta contar cosas, situaciones o historias reales
o ficticias. Si bien es cierto, la Crónica es un género periodístico de no
ficción, pienso que lo mío se inclina más hacia la Crónica Literaria. En mi Facebook
he publicado diversas crónicas de las experiencias que he vivido en mi reciente
viaje a Europa entre enero y marzo de 2017. Escribir me libera, me encanta, me
transporta a situaciones que me gustaría vivir. Soy una mujer imaginativa y
creativa, y eso me fascina. Como correctora, trabajo revisando los textos de
otros, los oriento para que queden excelentes, pero escribir lo mío es crear
mundos diversos.
Acabas de publicar en digital el libro de relatos Escritos para ti…relatos íntimos, una colección de diez cuentos
erótico-románticos. Te costó años sacar adelante esta obra. Reescribir, borrar
y descartar. ¿Ahora que es una realidad cómo evalúas el trabajo realizado?
¿Satisfecha del todo o irás a por más?
Le encanta que la gente se quede con lo mejor de ella |
Es mi primer ‘hijo literario’
(risas). Tengo más de treinta historias escritas y he seleccionado solo diez. Estoy feliz de publicar por primera vez.
Estos relatos nacen a partir de los intercambios epistolares que tuve hace diez
años con un caballero español, una linda persona, pero lamentablemente falleció
de un infarto fulminante a los 53 años en Valencia (España). Recuerdo que nos
conocimos por Internet, nos hicimos amigos, y cuando le conté que era periodista
me propuso escribir historias con un contenido adulto y accedí. Se convirtió en mi ‘editor online’. Era un
hombre muy agradable. Mi libro está
dedicado a él.
Volviendo al libro en sí, es una
primera experiencia, quiero escribir más, publicar una novela. La verdad es que
quiero erigirme como la escritora de historias adultas más leída en el mundo,
que mis libros se traduzcan, quiero que las personas se identifiquen con mis
relatos. Están hechos con un lenguaje
sencillo, coloquial, y como lo dice el título son Escritos para ti…
Declaras que en tu libro de cuentos se grafican las fantasías o
experiencias que muchos vivimos pero que difícilmente revelaremos, ¿todavía
tenemos mucho que aprender de nuestra sexualidad? ¿Por qué le tememos o somos
tan irrespetuosos con ella? Extremadamente inocentes o burdos, o vulgares o
groseros. ¿Alcanzaremos el equilibrio y el disfrute en algún momento?
Durante su viaje a Berlín |
El sexo, la sexualidad son
actividades tan normales y naturales como comer, dormir o bañarse. La gran
diferencia es que otorgan un placer indescriptible y, claro, también se puede procrear. Centrándonos en lo primero (placer), muchas
veces se ha condenado, se ha prohibido y juzgado a quienes quieren ejercerlo
libremente y gozarlo, pero simplemente por prejuicio o ignorancia. Porque el sexo no es malo, nosotros lo
ensuciamos. Le tememos, pienso yo, porque tener sexo abarca niveles de
excitación tan grandes que implica perderse entregarse y eso gozo (no sé por
qué), se condena. Es necesario hablar de sexo con naturalidad, con sencillez
con claridad, con respeto. Llamar a cada
órgano genital por su nombre, sin ponerle sobrenombres que los degradan. Enseñar
a los niños a conocer su cuerpo y respetarlo, fortalecer su autoestima que es
la base de todas las relaciones (la base de una vida feliz), saber amarse
plenamente para poder amar a los demás, desarrollar el apego seguro también
ayuda a una sexualidad feliz. Si sabemos amarnos, si conocemos nuestro cuerpo,
si aprendemos a vivir nuestra sexualidad sin tabúes pero teniendo claro que
podemos y tenemos derecho a poner límites, entonces disfrutaremos del placer y
goce que nos merecemos.
¿Cómo conversar o debatir con alguien que ama las palabras y es casi un
diccionario ambulante, y en cualquier
momento (y a su antojo) puede soltarte una que ignoras y no saber si te insulta o se burla de ti?
Ampliar tu repertorio de palabras
(risas). Hay más de cien mil voces en nuestro idioma y dudo que alguien los
domine todos, ni remotamente. Sin embargo, si conversas con alguien que maneja
un amplio vocabulario la idea es charlar amenamente, y en cada duda haces un
alto y le pides que defina lo que dijo, así de simple. Lo que pasa es que hay
una intencionalidad, es decir, si por alguna razón la persona que sabe quiere
minimizar o ridiculizar a su interlocutor o quiere demostrar superioridad,
quizá quiera impresionar. Creo que se puede hablar en forma culta sin ser rebuscado.
Pienso como periodista y docente que mi público, mis alumnos o mis lectores, se
pueden divertir o entretenerse conmigo, pero también aprender, obtener un valor
agregado luego de conocerme. Yo amo las palabras, uso algunas ‘raras’ o no muy
comunes, y me fascina cuando las personas me piden la etimología, se las doy,
pongo ejemplos… En fin, amo enseñar, y que cada persona que me conozca se lleve
lo mejor de mí.
Si desean saber más de la autora o su obra pueden pinchar los siguientes enlaces: https://www.facebook.com/correctoradetextos.silvanavelasco https://www.amazon.es/ESCRITOS-PARA-TI-RELATOS-%C3%8DNTIMOS-ebook/dp/B07331MSHT |