Haciendo acopio de paciencia y mucha fe, el escritor valenciano Ximo Rochera se ha lanzado a la aventura de autopublicar su novela y a responsabilizarse de su distribución.
“La obra se titula “Donde tú estabas” y aprovecha cualquier espacio cultural de difusión para promocionarla.
Rochera tiene la completa seguridad de que la trama de su novela cautivará a los lectores debido a que cualquiera podrá identificarse con los personajes y porque, además, toca aspectos de la vida cotidiana.
Este escritor autodidacta dejó a un lado su profesión de químico, se liberó de un trabajo que lo absorbía casi todo su tiempo, y se entregó lleno a lo que más le apetecía hacer: escribir.
Conozcamos un poco más de su historia. Los invito a conocerla.
Estamos frente a tu segunda producción. Antes fue “Semillas de amapola”, un libro de relatos, y ahora tenemos la novela “Dónde tú estabas”, ¿qué diferencias hay entre una y otra?
Hay diferencias muy grandes, pero también grandes similitudes. Los relatos son más espontáneos (como la poesía) y también como ésta, más surrealistas. Expresan más una inquietud interior, la manera en la que yo veo la vida… La novela, como toda novela, es más elaborada, los personajes son más complejos y trabajados, pero tiene en común con los relatos la forma de preparar el final: sorpresivo e inesperado. Esto es algo que se podría decir que me caracteriza.
El hecho de que la trama de la novela se desarrolle en La India , y el protagonista sea alguien que no pertenezca a esa cultura nos motiva a pensar que se trata de un libro de autoayuda o espiritual, ¿qué hay de cierto en esta interpretación hecha un tanto a la ligera?
Si entendemos por autoayuda un libro que pude ayudar a alguien, todos los libros tendrían una parte de autoayuda; pero, desde luego, ese no es el objetivo. El hecho de llevar a Mario a La India tiene algo de premeditado, ya que de esta forma se confrontan las dos culturas de una forma muy sutil, restando importancia a todo aquello que desde occidente nos pueda parecer como inapelable e inalterable. Sí que es verdad que al evolucionar junto a los personajes, junto a su proceso interior, puede servir a alguien para identificarse. Pero, ¿cuándo no nos identificamos con alguno de los personajes de una novela? Quizá esa es la parte que diferencia a un libro de una película.
Dijiste en tu presentación que tenías en mente hace mucho escribir una novela y que súbito una madrugada te vino la inspiración, ¿el producto es realmente lo que esperabas?
El resultado siempre es lo que esperas, pero nunca acaba de cumplir las expectativas. La prueba de ello es que no volvería a escribirla de la misma forma. Eso es algo que le ocurre a todos los escritores, creo. Lo mismo que Ana, en un momento de la novela, expresa que no cree en las segundas oportunidades, una novela tiene su tiempo y una vez finaliza ese tiempo (de escritura, quiero decir) ha acabado. Comienza una segunda parte que es la de darle difusión.
¿Qué nos pueden aportar Mario y Ana, los protagonistas de tu novela?
Sobre todo, al ser dos personajes muy actuales y muy reales, nos pueden aportar una imagen de nosotros mismos. A veces no es tan fácil mirarse al espejo y reconocerse. Creo que estos dos personajes, e incluso Natalia y Anil nos pueden acercar a nuestra propia realidad.
Eres licenciado en Ciencias Químicas, ¿cómo alguien con esa formación llega a la literatura?
No es que a partir de esa formación llegues a la literatura. La literatura ha formado parte de mí siempre. Desde pequeño viendo a mi padre devorar los libros tomé esa costumbre. Recuerdo que a los quince años tuve que decidir si estudiaba letras o ciencias y me decidí por las ciencias, tras muchas dudas. No me mostré nunca descontento con la elección, como tampoco nunca dejé de leer y de escribir notas en libretas que luego amontonaba.
¿Formaste parte de algún taller de escritura o eres autodidacta?
Soy autodidacta. Cuando dejé mi profesión de químico, estudié oposiciones y liberado de un trabajo que me absorbía todas las horas del día, me sentí libre para hacer lo que en ese momento me apetecía: escribir.
¿Cómo definirías tu estilo? ¿Tienes algún referente en la literatura?
Referentes tengo muchos: Vila-Matas, Roberto Bolaño, Dostoievsky, Kafka, Chejov, Borges, Galeano, Cortazar,… Pero no por ello mi estilo tiene nada de parecido a ellos, sobre todo en esta primera novela. Quizá tenga más de Juan José Millás que de estos otros, por sus diálogos ágiles e incisivos.
Eres un escritor sin el respaldo de una editorial ni de una distribuidora, ¿cómo piensas manejar estos dos grandes inconvenientes?
Pues con mucha paciencia y mucha fe. Con la esperanza de que es un proceso lento, pero que poco a poco iré consiguiendo aquello que anhelo, y que no es otra cosa que poder difundir mi obra.
¿Qué esperas alcanzar con “Dónde tú estabas”?
Espero que poco a poco se hable de ella, que les guste a los lectores y que me abra el camino hacia una editorial (por su capacidad para distribuir).
¿Los lectores tendrán la oportunidad de conocer a Ximo Rochera a través de las páginas de tu novela?
La respuesta es no. No, pero sí. Me explico, no es una novela autobiográfica, ni mucho menos, pero un escritor se nutre de sus vivencias, por lo que aquellos que me conocen ven algunas pinceladas autobiográficas. A Juan Marsé le preguntaron lo mismo y contestó que ninguna de sus novelas es autobiográfica, pero que leyendo toda su obra se le conocía muy bien. Al ser mi primera novela puede que sea algo más personal. Actualmente estoy acabando mi segunda novela “Mi vida sobre ruedas” y en ésta me siento menos representado que en “Donde tú estabas”.
Más información sobre el autor y su obra en: http://ximorochera.blogspot.com/ |
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