Muy a su estilo de llamar a las
cosas por su nombre y yendo contra la corriente, la escritora Rosetta Forner vuelve
con un libro dirigido a mujeres que quieren conquistar a su pareja ideal, o
mejor dicho, a quien piensan que lo es, sin embargo, la autora aclara que como
en todo en la vida muchas veces las personas no son lo que parecen, por tanto,
no hay que frustrarse y seguir intentándolo. “Hay que
divertirse en la vida y tomarse los retos con buen humor”, asegura sonriendo.
La
también coach y conferencista se
halla promocionando su obra Piensa como
un hombre siente como una mujer.
Es de las pocas profesionales en su área que pone en práctica lo que predica,
y que se atreve a mostrar a sus lectores su particular filosofía, según parece
hay que demostrar con pruebas que es no es tan difícil cambiar, ¿es válido?
Así es,
Elga. Hay que mostrar y demostrar que cambiar es posible. La tónica en la
sociedad es ‘ir contracorriente es muy difícil, ergo es mejor ir con la
corriente’. Hay quien se me acerca en la feria del libro para preguntarme si no
me parece cansado ir contracorriente. Me sonrío antes de responder. ¿Por qué?
Porque en verdad no me preguntan a mí, porque de preguntarme no pondrían la
respuesta en mi boca. Si pensase que es cansado, obviamente, no lo haría.
Aunque yo no pienso que sea yo la que va contracorriente, sino la sociedad. Lo
normal, lo suyo, es ir a favor de uno, ir con las cosas (ideas, creencias,
valores, principios…) que son consustanciales a uno y que le ayudan a ser feliz
en la vida. La congruencia es la base (imprescindible e innegociable) para
poder dedicarme a lo que me dedico, aunque admito que soy de las pocas que
‘camina lo que habla’. La congruencia es solo para los valientes (al parecer),
y los auténticos. Por eso soy hada madrina por vocación, mientras que muchos y
muchas son ‘coaches’ por interés u oportunismo (es lo que está de moda, hasta que
estalle la burbuja).
Auténtica por los cuatro costados |
Usted no tiene miedo de mostrarse tal cual es y se lanza de lleno al
mundo para divulgar su verdad, ¿cuáles son los inconvenientes de ser auténtica
y original?
¿Inconvenientes?
Muchos pero están afuera de mí, no en mi interior. Por eso le digo a la gente
que hay que escoger entre al auto-ostracismo o ‘traición de la integridad’ o el
ostracismo de los demás (fácil de pasar del mismo). Sí, soy menos popular,
vendo menos que autores que le ‘hacen la pelota a la gente en general y a la
mujer en particular’. Pero hacer la pelota no nació conmigo. Tampoco fomento
‘la cuchipanda’ o ‘un ghetto’ (formas de ‘club del redil’) donde apuntarse y
decir aquello de ‘yo también hago la dieta…’ o ‘soy una lectora ‘guerrera’ de
los libros romántico-eróticos…de tal’. Soy consciente de que no proporcionales
un ‘cdr’ (un club o pautas a seguir) a la gente conlleva ser ‘menos comercial’.
Empero, yo considero que no hay mejor club al que pertenecer que uno mismo,
tener ideas propias y compartirlas con gente de mente abierta y alma valiente,
que han optado por ser felices, y la felicidad solo puede darse si hay
autenticidad, si somos auténticos somos felices. Cuando nos mentimos, no somos
felices y viceversa. Mentirse a uno mismo, sienta fatal.
A muchos les gusta intentar una y otra vez los caminos más críticos y
que no valen la pena, y estos abarcan incluso el amor, ¿nos gusta sufrir por
gusto?
No sé
si es por gusto, pero si por disgusto. Cuánto menos se ama una persona a sí
misma, más se tortura y se auto infringe daño. La gente, en general, ha
olvidado que ser feliz es fácil y lo consustancial a nuestra naturaleza. Claro
que ser feliz, pasa por ser valiente, atrevido, rebelde… La rebeldía es
fundamental para poder tener una vida sana, para podernos dar la oportunidad de
ser nosotros mismos y animar a los otros a ser ellos mismos, y relacionarnos en
la autenticidad. Solo la falta de
autoestima y autovaloración producen autorelaciones conflictivas con uno mismo.
¿La fórmula? Dejar de perseguir la zanahoria de aprobación del Club del Redil,
pasar de ser cómo nos dicen que hay que ser, y atrevernos a ser libres para
amar la vida a nuestra manera. Si la gente se atreviese a ser más auténtica, la
vida nos la haríamos más fácil a nosotros mismos y entre nosotros.
Ha sido objeto de crítica y mala leche por parte de la gente de a pie y
de profesionales de los
Sus libros siempre dan que hablar |
Pues no
sabía de esto, me acabo de enterar, de verdad. Así que no puedo responderte
porque no sé qué se ha dicho de mí por parte de los medios de comunicación. La
gente de a pie ha podido dejar comentarios como que ‘soy una estrecha’ o una
pija a la que publica Planeta… Está claro que hay gente necia… Y como decía un
profesor mío: “A rebuznos emitidos por laringes inconscientes, trompetillas de
Eustaquio en estado letárgico”. O, aquello de ‘Ladran, luego cabalgamos,
Sancho”, que dicen que dijo Quijote (o que le hizo decir el genial Cervantes).
Si no nos enseñaron a amarnos desde pequeños, ¿cómo empezar cuando
somos mayores? ¿Cuál es el primer paso?
Tomar la
decisión de hacerlo. Luego hacernos con un plan de autoamor: el cual requerirá
de un ‘mentor’ o ‘mentora’, no necesariamente físico, para unos es Dios, el
Universo, un amigo, un amor… un libro.
Para otros el ‘hada madrina’, un terapeuta, una misión de ayuda a otros.
El plan debe pasar por averiguar las creencias que nos han hecho creer acerca
de nosotros mismos, y obviamente, deshacerse de las que nos aprietan y/o
asfixian el alma. Además, hacer una lista de las conductas propias y ajenas
(las de los demás para con nosotros mismos), que nos fastidian (o nos enferman
el alma) y que no deberíamos consentir nunca más. Y una lista de conductas
sustitutivas. Y, claro está, manos a la obra, y ensayo-error-ensayo-error-ensayo…
¡Éxito!
¿Por qué a la gente le choca cuando le dicen que primero debe comenzar
por amarse a sí misma antes que a los demás?
Falta
de costumbre y llevar incrustada la creencia contradictoria o ‘excluyente’ del
‘ámate a ti mismo…” El amor a uno mismo ha sido envuelto con un papel
envenenado: nos dicen, “si te amas, eres egoísta y nadie te querrá’. Y, como el
miedo es el que rige, la gente se repliega porque nadie queremos que no se nos
ame. ¡Todos necesitamos amor para vivir!, así que cambiamos ‘miedo’ por ‘hazme
caso’. Al final, muchas personas acaban claudicando ante la verdad: si no te
amas, no te llega el amor que los demás te puedan dar. Y, si no te amas, no
amarás, solo codependerás de otro ser humano.
Es un hada madrina muy especial |
E incluso otros aman a pesar de
sí mismos, ¿no?
No, eso
no es amor, es codependencia. Es decir relaciones basadas en el miedo, o miedo
con un envoltorio de amor, pero miedo al fin y al cabo. El miedo es más habitual
que el amor, pero sólo el amor sana el alma, y nutre el corazón.
¿Hasta que punto es cierto aquello de ‘Primero yo, segundo yo, y tercero
yo’, a la hora de poner en orden nuestra escala de prioridades?
Primero
ser fiel a mí mismo en todo lo que hago, amo, etc. Si te eres fiel, no habrá
egoísmo insano sino empatía, compasión para con el prójimo porque amarás al
prójimo como te amas a ti: auténticamente, sin miedo, sin cadenas. Sin egoísmo
insano. Sin manipulaciones soterradas.
¿Las mujeres están en camino de dejar de ser las principales víctimas
del desamor? ¿Se han visto resultados
positivos al respecto?
Los
hombres son más víctimas que ellas, solo que de eso no se habla, y por
consiguiente no se ve, se ignora esa realidad. Además, los hombres no suelen
quejarse, lamentarse como hacen las mujeres. Ellos proceden de otra manera.
Ellas usan la victimización o el desamor para llamar la atención, para hacer
que se note que están ahí. Las mujeres no son idiotas por naturaleza, quiero
decir que no se pegan a un tipo que las maltrata psicológicamente, o les pega,
o simplemente les ningunea. No hay mujer idiota bajo el sol. Lo que hay son
mujeres que no se han dado permiso para ser ellas mismas y aceptar las consecuencias de la
autenticidad. Una mujer no es menos porque no tenga pareja, cuando comprendan
la profundidad de sí mismas, estoy segura de que se acabará el ‘aguantar a un tipo
que no las ama como a ellas les gusta que les amen’. Sobre todo porque habrán
aprendido cómo les gusta ser amadas. Y, además aceptarán que los hombres no
tienen la culpa de su frustración, pues solo uno o una es responsable de lo que
le ocurre o de estar en situaciones amorosas donde no se es feliz. Además,
muchas mujeres usan a los hombres de cortina de humo, o de excusa: mientras se
quejan de lo malo que es su ‘pareja’ desvían la atención de la inmadurez en la
que ellas viven. Pues, una mujer madura a nivel psicológico si no la aman como
a ella le gusta, se va de la relación sin echar la culpa, sin montar el belén. No
se engancha al juego del baile mortal de la codependencia.
Sus libros reflejan su modo particular de ver y entender la vida |
Sin embargo, ¿las de nuestro mismo sexo siguen siendo las principales
machistas al momento de dar ejemplo y educar a sus hijos? ¿Qué tipo de
condicionamientos complicados son estos
para que no se les haya podido vencer hasta ahora?
Obviamente,
el complejo de inferioridad en las mujeres no se resuelve atacando o
culpabilizando a los hombres, sino cambiando lo que hay que cambiar en cada
una. Sin embargo, al parecer, nadie ha
señalado (que yo sepa, seguramente sí que se ha hecho, eso espero), que no deja
de ser una estrategia o táctica de supervivencia, me refiero a: ¿Cómo es que
las mujeres no se han puesto a cambiar las cosas si tan claro lo tienen? ¿Por
qué usan tanta energía en quejarse en lugar de hacer algo para cambiar? ¿No
será que es porque en el fondo lo que quieren es poder seguir acusando y
culpabilizando al hombre? Nadie nos hace nada que no consintamos. Ergo, ¿por
qué no nos centramos en crear un plan de cambio? La queja disculpa mucho. O
sea, que el mayor de los condicionamientos es una misma: ¡nada menos! Por eso,
quizá la sociedad sigue siendo como es,
porque se espera que cambie el otro en vez de cambiar uno.
Algunas mujeres siguen justificando los celos que les profesa su
compañero. Les gusta que les celen. Es como si no hallaran otra forma de sentir
el cariño de su pareja, ¿es algo totalmente insano no le parece?
El otro
día en twitter una escribió “mi novio se acuesta con otras para comprobar que
yo soy la mejor, la que más ama. Le adoro”. O se había fumado un canuto, o
estaba de broma, o la diadema le hacía decir estupideces de ese calibre. A muchas mujeres les gusta pensar que los
‘celos’ son un síntoma del amor. Cuando en verdad lo son del miedo. Claro que
cuando una mujer se valora poco a sí misma, o tiene complejo de inferioridad,
se miente a sí misma, y confunde posesión con amor. Además de dejar en manos de
los demás, o de su pareja, la responsabilidad de sí misma, y del gestionar su
vida, sus relaciones, etc. Por eso, cuando uno no lleva las riendas de su vida,
no se entera de lo que en ella sucede. Al igual que no se nota si las ruedas y
neumáticos están bien sino se conduce el coche.
Disponiéndolo todo para su firma de libros en la Feria de Valencia |
En mi tierra se habla de amor serrano con esta frase: “Más te pego, más
te quiero”, el amor llevado a la violencia, ¿qué opinión le merece?
Detestable.
Lo encuentro antinatural y antihumano. Eso no es amor, es miedo y del ‘lado
oscuro’. Ya he comentado que las mujeres harían bien en tomar la decisión de
desligarse de la codependencia del macho, y asumir que tienen identidad propia.
Claro que la responsabilidad sobre la vida propia asusta (la energía dominante
en la Tierra
es el miedo no el amor), y se prefiere tener la excusa y poder echarle las
culpas a otros. Será porque no se dan cuenta del precio que pagan: la
integridad, el pasar por la vida sin vivir su vida. O sea, ser ‘zombis
psicólogicos’ o cuerpos que respiran pero no viven.
Pero los hombres también soportan relaciones amorosas con mujeres
problemáticas o que son puro drama. ¿Lo hacen por las mismas razones que las
mujeres?
Parecidas.
Ellos se creen culpables, y malos, y por ello han de expiar la culpa del ser
malos, o sea, que deben sufrir. Además, han interiorizado que las mujeres son
débiles, y ellos deben cuidarlas y protegerlas. Aún no han entendido que no son
sus hijas, sino unas iguales adultas y por tanto, responsables de sus vidas. El
hombre está muy acomplejado, y perdido. Se escribe mucho sobre las mujeres y
para ellas, pero no para liberar a los hombres de su ‘cárcel’, y enseñarles que
no existe el ‘techo de cristal emocional’. Ellos, como ellas, son seres
espirituales viviendo vidas humanas, el alma no tiene género, por eso el sufrir
o el amar no es patrimonio de un género.
Con su libro Piensa como un
hombre siente como una mujer da una serie de recomendaciones y estrategias
para conquistar a la pareja ideal, lo que no significa, según entiendo, que sea
responsable si al final el susodicho no satisface las expectativas de la mujer
que va tras él, ¿nos equivocamos?
Cada mujer
tiene su ideal, y es muy subjetivo el modelo de hombre y el hombre al que cada
mujer le adjudica ese modelo. Yo enseño a hacer tipologías y estrategias, pero
no estoy con cada mujer para supervisar tanto la elección del hombre, como la
estrategia. A veces, la elección del hombre no es la acertada o no está
fundamentada. A veces no responde a los principios y valores de la mujer, sino
a su personalidad de supervivencia, dijéramos su ‘mentira’. A veces, el hombre
está genial, pero él no es lo que parecía, pues a veces, las cosas y las
personas no son lo que parecen. En ese caso, mejor recoger velas y a otra cosa,
mariposa. Sin más traumas. Hay que divertirse en la vida y tomarse los retos
con buen humor.
Con la autora de la nota |
De los trece tipos de hombres que ofrece en ese catálogo o, mejor dicho,
propone en su obra, ¿con cuál se quedaría y por qué?
Con
ninguno (risas). Empero, me gusta el
‘New age’ por lo de espiritual, pero le daría unos toques de PC (solidez, de
fiar), unas cuantas gotas de intelectualidad (el Hombre Libro), y un mucho de
‘Family man’ (compromiso), y un bastante de ‘Ferrari’ (por lo de atractivo, e
interesante). Lo mío es un ‘hado’. Y eso, no abunda… Pero haberlos, ‘haylos’.
Algunos sostienen que con los hombres no hay que complicarse la vida,
pues son básicos y elementales, y que no hay más secreto que decir lo que una
realmente necesita o quiere, ¿es eso cierto?
¡Sí! Eso
lo repito hasta la saciedad. Ser una misma, ser auténtica, responsable de su
sentir, de su vida. Decir lo que se piensa, poner los límites, expresar las
necesidades. Y no culpabilizar, es mano de santo o de santa.
¿Qué nos dice de la gente que vive echándole la culpa de todo a sus
padres? ¿Por qué algunos no superan sus traumas de infancia?
Porque
no les da la gana, así de claro. Porque prefieren vivir instalados en la queja,
pues ello les reporta un ‘beneficio’ (el que sea), y como la sociedad a su
alrededor les refrenda, pues siguen instalados en ello. Y, sobre todo, porque
no se han parado a pensar en el precio que pagan mientras sigan empeñados en
echarle la culpa a sus padres de su
infelicidad.
Orgullosa mostrando su obra |
¿Las relaciones por Internet son recomendables? ¿Qué nos sugiere si ya
estamos metidas en un amor de este tipo?
Ni lo
son ni lo dejan de ser. Ahora bien, mejor hablar con esa persona por Skype,
hacerle preguntas, y asegurarse con el DNI o con algún dato de quién es. Y de
verse, mejor quedar en un sitio público, y dejar datos a alguien de confianza.
Parece muy de ‘ciencia ficción’ lo que digo, pero un psicópata (hombre o mujer)
es alguien con apariencia inofensiva y no lo lleva tatuado en la frente. Mejor
dedicar mucho tiempo a charlar por Skype tratando de averiguar cosas sobre esa
persona, hacerle preguntas y fijarse en sí hay contradicciones o algo que no
cuadre, antes de verse personalmente. ¡Ah! Y no hacerse cuentos o fantasear con
que ‘él es el amor de mi vida’. A veces, él sin ser un hombre malo, es simplemente
un aprovechado de la baja autoestima femenina de alguna mujer. Y, claro, le
pasará un papel de lija por el corazón.
¿Los años pesan mucho a la hora
de buscar relaciones duraderas? ¿El amor entre parejas de diferente edad tiene
fecha de caducidad? Y ¿son las mujeres
las que llevan todas las de perder cuando él es menor?
No,
necesariamente. La madurez no está relacionada con la edad, sino con el alma.
Así que si la relación es a nivel de alma, triunfará. Pero si está basada en el
‘hambre emocional’, no durará o irá a trompicones, y será conflictiva.
Las canciones de amor siempre hablan de relaciones conflictivas, donde
solo ama él o ella, de abandono, etc., ¿es que el amor bonito no es posible?
Claro
que lo es, pero no vende. Vende más el desamor, el dolor, la victimización…
porque empatiza con el estilo de vida y la actitud de la mayoría. La gente
escoge aquello que se le parece, que le es familiar y que le refrenda su
conducta disfuncional. A la mayoría no le interesa cambiar a mejor sino que le
justifiquen su ‘hambre emocional’, la mala gestión de su vida. A mí me parece
horrorosa la letra de esa canción que dice Sin ti no soy nada… ¡Caramba!, yo
sin ti soy yo, pero sin mí, es cuando de verdad no soy nada. Por eso, yo acuñé
las frases: ‘No te quites la corona ni para dormir’. Y, ‘Eres lo mejor que te
ha pasado’.
¿Cómo hacemos para amar y que nos correspondan?
Amarnos
a nosotros mismos. Si te amas, ya tienes quien te corresponda: tú. Y, desde ahí
podrás apreciar y reconocer, o al revés, a los que te amen. Y valorar su amor.
Elga el tema que has tocado Rosetta es interesante, te felicito siempre veo los vídeos de tus entrevistas.
ResponderEliminarMe alegra mucho recibir tu comentario, Gualberto. Celebro que te guste mi trabajo. Muchos cariños, Elga.
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