Dos microsociedades opuestas y aisladas de la gran capital vieron su
gestación y crecimiento como escritor. Primero se moldeó en el seno de las gélidas montañas de la
sierra, luego obtuvo calor y fuerza bajo el sol de los desiertos costeños del
Perú. Sin embargo, Melacio Castro Mendoza ignoraba lo que las fuerza de la naturaleza y
el destino estaban haciendo con él. Nunca
había conocido a alguien dedicado a la literatura en su recóndito pueblo hasta que lo llamaron:
"Poeta".
Esta es la historia de un escritor, filósofo, y muchas cosas más, que
un día dejo su país por razones políticas, viajó incansablemente, y luego se
estableció en Essen (Alemania), donde realmente se siente en casa.
Descubriste tu vocación literaria a temprana edad, ¿cómo fue ese
momento? ¿En qué circunstancias se dio?
Cuando empecé a escribir versos,
carecía de toda conciencia de vocación literaria. Me parece que eran versos que
más bien respondían a la experiencia de haber vivido una situación, o de estar
viviéndola. La tristeza o la alegría de pronto se volvían conjuntos de palabras
que en ese tiempo yo llamaba 'en líneas'.
El autor peruano se siente como en casa en Essen (Alemania) Foto cortesía www.radioessen.de |
¿Hubo alguien que te alentó en tu afanes literarios en esa época? ¿Te
veían como un escritor?
En mis primeros tiempos de lo que
hoy podría llamar ensayos literarios, nunca oí hablar de la existencia ni de un
escritor ni de un poeta. Mi origen familiar se remite a dos regiones y dos
microsociedades muy aisladas del Perú –la primera, los campos de San Gregorio,
un distrito perteneciente a las zonas más atrasadas de Cajamarca, y la segunda,
Caín, un caserío costeño rodeado de haciendas–, carentes ambas, en ese
entonces, de carreteras y de puentes. Tanto los campos de San Gregorio como
Caín carecían de escuelas y de otras instituciones de servicio social-cultural.
La naturaleza –el canto de los pájaros, la luz de las montañas serranas de San
Gregorio y la del desierto costeño cercano a Caín– y el mundo que me rodeaba
fueron los impulsores de mis afanes literarios. Para mi sorpresa, un día la
gente empezó a llamarme poeta. Mis versos, en verdad, eran cantos que mis
amigos y yo interpretábamos a ritmo de una viejísima guitarra. Recién en la
escuela, a la cual ingresé a los nueve años, empecé a oír qué eran la
literatura, la poesía y qué un escritor y un poeta. En la escuela secundaria me
di cuenta de que desconocía toda la literatura no solo la infantil. Traté, y
sigo tratando desde entonces, de –si se puede decir así– recuperar el tiempo
perdido. No creo haberlo logrado. ¿A cuántos peruanos nos pasa algo idéntico?
Sin embargo, a la hora de escoger carrera te inclinaste por otras muy
distintas: Ciencias Sociales, Filosofía e Historia, ¿qué pasó?
Siempre tuvo necesidad de entender su mundo Foto cortesía Unidiario. pe |
Necesitaba entender mi mundo y el
mundo que me rodeaba. La Historia me ayudó a descubrir el pasado de mi país y
de mi continente, y las Ciencias Sociales a valorarlos en el contexto mundial.
Conocer el pasado de mi país me permitió descubrir mis raíces. Gracias a ello,
pisando tierra firme, hice todo por alentar el oxígeno que da existencia a lo
mejor de lo nuestro: la lucha por la paz con justicia social. Sí, es cierto que
mi cabeza de algún modo se llenó de teorías histórico-sociales, a veces
bastante dudosas, un día me di cuenta de que una u otra, mano a mano, me ayudaron
a dar forma y a alumbrar uno de mis poemarios: Batallas y Sueños de Uchku Pedro, en proceso ya de edición a cargo de la
Editorial Club Universitario (ECU) de España, a salir al público entre
abril/mayo de este año.
¿En qué situaciones apelas a la filosofía? ¿Entiendes mejor la vida siendo filósofo?
Soy filósofo como lo es un niño y
apelo a la filosofía escrita como un viejo. En verdad, se me hace que carecí de
niñez. El trabajo para ganarme el pan junto a mi familia fue mi primer y casi
mi único juego. Mi origen social –o circunstancia al decir de José Ortega y
Gasset– es la base de mi convencimiento de que conocer el pasado no vale, de
por sí, para nada. Si uno, en cambio, relaciona el mismo con el presente, puede
prever un mejor futuro para la humanidad. La cultura de la paz debe vencer a la
cultura de la guerra y de la muerte. La religión sectaria, igual de qué sello
se trate, y los afanes de enriquecimiento extremo individual o grupal, son
familias de estas (guerra y muerte). La poesía, en particular, y el arte, en
general, deben impulsarnos y ayudarnos a erigir un presente solidario, sin el
cual los propósitos de construir un futuro de justicia serán una pura y
dolorosa ilusión.
Viendo tu producción literaria, detectamos igual número de poemarios,
novelas como relatos cortos, ¿te sientes más poeta que narrador o viceversa?
Me ha sucedido que de un poema
que se negaba a caminar hacia su final, su espíritu se impuso tomando cuerpo de
novela o de relato. Lo literario a uno le puede llevar a donde menos se lo
imaginaba. Es un trabajo en que el fuego que lo acompaña semeja a los momentos
de hacer bien el amor. Si lo haces cada vez mejor, las satisfacciones que te
aportan son mucho más intensas y profundas.
Durante la presentación de su obra en Gran Canaria |
¿La poesía es una forma de vida, como dicen algunos?
A mí me gustaría que la vida
fuera una forma de poesía.
¿Qué temas jamás deberían tocarse en poesía?
No hay temas que no puedan
tocarse poéticamente.
¿Cuándo te das cuenta que es el momento de escribir? ¿Crees en las musas?
Escribir es, para mí, una
necesidad. Ya lo dije, es mi forma de trabajar. Si no lo hago, me enfermo.
Quizás aquella necesidad, base de mi existencia, sea mi particular y mejor
musa.
¿Cómo defines tu labor de escritor? ¿Qué lugar ocupa en tu vida?
Nunca definí mi labor de escritor.
Escribir, para mí, es mi forma de vivir. ¿Es esto mi definición de escritor?
¿Qué recuerdos tienes de tu primer libro publicado? ¿Cuándo te dices a
ti mismo que es hora de compartir tu trabajo literario?
Me sorprendió ver hecho realidad
mi primer libro publicado. Lo tengo cerca de mí y me acompaña como un buen
amigo. No, ya no es 'mío'. Pertenece, más bien, a todo cuanto existe y tiene
conciencia de existir.
Tus novelas Las buenas
intenciones y El Hombre de Rupak Tanta cuentan tu travesía de país en país por toda América y
Europa, ¿qué historias te atreviste a contar en ellas? ¿Quedaste satisfecho con
el resultado de estos libros?
Afirma que su trabajo le pertenece a todo lo que tiene conciencia de existir |
Las buenas intenciones es una
novela que cuenta aspectos de la vida en Mallorca durante la época tardía del
régimen de Francisco Franco. Viví en Mallorca, y tanto allí como en la
península, vi y experimenté la represión del régimen franquista. Luego de
censurar mis textos, su policía, los grises, es la única fuerza represora, que
por participar en una manifestación estudiantil tras una lectura de alumnos de
mis poemas censurados, me ha aporreado hasta hartarse. Las buenas intenciones es una novela que aún
permanece inédita. El Hombre de Rupak
Tanta es, según la opinión de algunos críticos, una fábula y parábola que
cuenta la vida de un hombre, un indígena de América Latina, en un parque de la
ciudad de Essen, Alemania. En la una y en la otra, el amor es uno de los
pilares de sus contenidos.
A propósito de tus viajes por América y Europa, ¿qué une y separa a las
personas de estos continentes? ¿Cómo te sentiste en medio de ellos?
A europeos y latinoamericanos hay
muchas cosas que nos unen y muchas otras que nos separan. En la diferencia, sin
embargo, radica la riqueza de la unidad.
Sostiene que sin los extranjeros Europa no sería nada |
Tus poemarios Remembranzas, La Montaña Errante, Batallas y sueños de Uchku Pedro, ¿son de diferente temática a tu
narrativa? ¿Qué puedes contar en poesía que no puedes hacer en prosa?
La poesía, o los poemarios, como
tú les llamas, es más cercana a las emociones con que te confronta la realidad
y la narrativa, más familiar a esta que a aquellas. Prosa y verso tienen sus
propias dialécticas, atadas, eso sí, a la estética.
Según entiendo Malú: Tierra
Adentro y Tierra Afuera y Mis Campos
y mi pueblo están pendientes de edición, ¿siguen la línea de tus anteriores
libros o han habido cambios en tu visión o escritura?
Malú... se centra en el amor de pareja y Mis Campos..., en los paisajes, vida y costumbres de la gente de mi
pueblo –en este caso, Caín. La visión y la escritura de ambos, se diferencian
tanto entre sí, como de mis anteriores escritos.
Tu autobiografía Mi República
ignorada: Parte I, no solo se refiere a ti sino que planteas una serie de
requisitos para un nuevo Perú, ¿qué tipo de país quieres para ti y tus
compatriotas?
Mi autobiografía también
permanece inédita. En resumen, mi vida se caracterizó por abarcar pasajes un
poco familiares a los que los católicos llamarían 'infernales'. Por ello mismo,
deseo un país y un mundo construidos de pies a cabeza. Todo lo contrario a
aquellos pasajes de mi vida.
Tras su presentación en la casa museo Pérez Galdós de Canarias |
¿Qué te llevó hacia Alemania y por qué te instalaste en ella? ¿Qué has
aprendido de tu nuevo hogar? ¿Cómo te definirías ahora? ¿Eres más o menos peruano que nunca?
A Alemania me llevaron ciertos
problemas políticos. Ahora, toda una anécdota ya. Desde que entendí el
significado del mundo andino de mis orígenes, nunca dudé de mi identidad. Solo
manteniéndola puedo luchar por una perspectiva universal. Alemania, 'mi nuevo
hogar' en tus palabras, es para mí solo una parte integrante de la tierra, a la
cual le debemos la vida. Aislada de la tierra que nos acoge, Alemania no
significaría nada. Para mí suena a mensaje colonial oír que algunos sectores
sociales alemanes sigan proclamando:
“Alemania para los alemanes”. La xenofobia no puede tapar el sol con sus
dos toscas manos. La reconstrucción de Alemania tras las guerras provocadas por
sus políticos nunca habría sido posible sin la mano de obra de los extranjeros
de uno u otro color. Y el futuro, a causa de su mayor mortandad y de su
mínima natalidad, le reclama ya a
Alemania la apertura de sus fronteras a nuevos extranjeros. Sin los extranjeros
y sin lo extranjero, Alemania no sería nada. Europa, en general, y Alemania en
particular, son muy eurocentristas y a veces, por su propia convicción y
voluntad, tienden a confundirse como la cuna excluyente de la cultura y de la
civilización.
Con sus lectores y amigos canarios, en enero pasado |
¿Qué diferencias sustanciales hallaste entre la enseñanza en la
Universität Duisburg (Alemania) y
la Universidad Nacional de Trujillo
(Perú), donde efectuaste tus primeros estudios universitarios? ¿Cómo te trataron tus compañeros? ¿Te
adaptaste con facilidad?
A la Universidad Nacional de
Trujillo le faltaba, además de una buena infraestructura, unir la teoría a la
práctica. La Universidad de Essen cuenta con una buena infraestructura. En los
campos de mi especialidad, sin embargo, sus teorías y sus prácticas tienden a
subrayar la relevancia del eurocentrismo. Aun así, conté con buenas y con
buenos compañeros de estudios. El individualismo extremo alemán, pese a todo,
acabó haciendo imposible cualquier continuación sostenible de la amistad: una
diferencia esencial con la de mis excolegas y ahora todavía grandes amigas y
amigos de mi promoción de la Universidad Nacional de Trujillo.
¿Te sigues sintiendo extranjero en Alemania o nunca te sentiste
así fuera de tu tierra?
En Essen, la ciudad alemana en
que resido, me siento como en mi casa. Fuera de esta ciudad, dentro de Alemania
me siento extranjero como foráneo me siento en Lima donde por lo general
abundan los que tienden a tomarle el pelo a los que allí llaman “serranos
piojosos”. Una y otra vez, me han catalogado como tal. Paralelo a semejantes
complejos, la desconfianza ante mí de ciertos alemanes me recuerda que fuera de
Essen, en Alemania soy y seré extranjero. Sucede que en Essen, Mallorca y Gran
Canaria, apenas piso su suelo me convierten en
'nacional', entendido esto como parte del mundo en el que me siento tres
en uno: andino, costeño, selvático. ¿Europeo? Lo que tiene de ello nuestro
querido Perú.
¿Dónde está tu hogar ahora mismo? ¿Adónde crees pertenecer?
La humanidad tiene solo una
residencia: la tierra. Para mí, la Tierra, así, con mayúsculas, es la Mamá Grande y a ella me debo.
Si desean saber más del autor o su obra pueden pinchar los siguientes enlaces: http://www.todostuslibros.com/autor/castro-mendoza-melacio https://www.amazon.es/Libros-Melacio-Castro-Mendoza/s?ie=UTF8&page=1&rh=n%3A599364031%2Cp_27%3AMelacio%20Castro%20Mendoza http://www.editorial-club-universitario.es/libro.asp?ref=7855 |
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