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lunes, 15 de septiembre de 2025

Ricardo Guadalupe: «De los conflictos también se aprende»

 


Ricardo Guadalupe ha logrado la novela que anhelaba escribir. Se tomó su tiempo: investigó con interés, conversó con entendidos y buceó entre libros. Sin embargo, esta búsqueda externa de material para su obra, también lo condujo a emprender un viaje interno, donde volvió a encontrarse con sus yos del pasado, revaluar hechos vividos y rescatar su verdadera esencia. Según el autor, La regeneración de Dios es una obra que le sumió en un hondo proceso terapéutico, el cual trajo consigo una urgente necesidad de evolucionar para poder culminarla.  

Por fin lograste concretar tu sueño de escribir una novela: La regeneración de Dios, para la cual invertiste muchos años de documentación e investigación, sin contar el proceso de escritura, y todo para dar forma a un libro que denominas de ficción urbana. ¿La búsqueda de Abel Soca es, quizá, la tuya, lidiando con su sombra y su parte luminosa?

Sí, volqué en Abel Soca muchos aprendizajes de mi propio proceso terapéutico personal. Es una novela de formación, porque el protagonista va madurando y se va formando a lo largo de la historia. Pasa de vivir sobreprotegido por su madre a enfrentarse a una serie de vicisitudes por las que tiene que coger confianza en sí mismo y tomar decisiones. Conocerá la amistad, el amor, la noche, incluso la intemperie. Y tiene que enfrentarse a su propia sombra, porque lleva dentro una sombra, un lado oscuro, por el que es tentado continuamente. Esto en realidad le ocurre a muchos jóvenes, a mí me ocurría, pero no lo hablaba con nadie. Yo hay muchos tabús o nudos que he podido resolver gracias a la literatura, porque en los libros sí que está todo, no así en las conversaciones familiares o con los amigos. El sexo, el amor, el alcohol… son temas que salen al paso de Abel en la novela y que he tratado de mostrar en toda su complejidad.

Jamás pensamos, e incluyo a otros escritores y periodistas que conocemos al completo tu repertorio literario, que para este debut en la novela tocaras un tema de naturaleza espiritual, no conocíamos tu inquietud por el autoconocimiento, el propósito de la vida o la lucha contra la oscuridad, ¿son temas que te rompían la cabeza desde hace mucho o quizá tienen que ver con la influencia religiosa de tu abuela, a quien le dedicaste el libro?

El libro está dedicado a mi madre

Mi seudónimo está dedicado a mi abuela, que se llamaba Guadalupe. En cuanto a la novela, está dedicada a mi madre. Ellas son las dos personas que me criaron, porque a mi abuelo y a mi padre, por diferentes motivos, no los conocí. Y fue con la muerte de mi abuela, teniendo yo seis años, cuando empecé a dudar de las explicaciones teológicas que recibía a las preguntas “¿a dónde vamos, de dónde venimos?”, así que comencé a darme mis propias explicaciones y concebí un cosmos diferente, más interconectado, de ideales panteístas. En la novela tiene mucho protagonismo el símbolo de la espiral, un símbolo de origen celta que representa esa interconexión de todos los elementos de la Naturaleza. Porque la espiral está tanto en el macrocosmos como en el microcosmos, está en el movimiento de los planetas, en la Vía Láctea, y por otro lado está en muchas conchas, en cuernos e incluso en el ADN. Por eso en la novela hay dos personajes que son extraterrestres o de otro mundo, porque lo que pasa aquí en la Tierra también les afecta a ellos. Todo está conectado.

Sé qué para sustentar las conceptos que desarrollaste acerca del origen de la vida en el planeta tierra tuviste el asesoramiento de Judith Palacios, tu amiga astrónoma, ¿qué nuevos conceptos o teorías puso a tu alcance que enriquecieron La regeneración de Dios?

Pues me descubrió, por ejemplo, el protagonismo que habían tenido los cometas en el origen de la vida en la Tierra. Yo no sabía que los cometas transportan compuestos químicos precursores de la vida y que fue la materia orgánica de los cometas la que dio origen a los seres vivos en la Tierra al caer en grandes cantidades desde los primeros momentos de la formación de este planeta. Esta hipótesis se llama panspermia. Y encaja muy bien con la idea panteísta que planteo en la novela sobre un gran Todo del que formamos parte, un Universo al que llamo Dios.

En los tiempos que corren proliferan los jóvenes con el perfil de Abel Soca: sobreprotegidos, mimados o inadaptados, los cuales más temprano que tarde se  dan de cara con la realidad y son forzados por la misma vida a tomar decisiones acerca de su propósito o la misión de su existencia. No todos tienen un papel tan trascendental como tu protagonista en sus existencias o, ¿tal vez, sí, según por donde se mire?

En mi opinión, nuestra evolución y nuestro futuro como especie están en nuestras manos, en las de todos, porque cada uno de nosotros tiene su parte de responsabilidad. Ahora que está tan de moda el malismo, en la novela pongo en valor el papel del amor en el proceso de mejora y perfección de la Naturaleza. Entendido aquí el amor como la interacción solidaria que se ha dado desde el principio de los tiempos entre diferentes elementos de la Naturaleza, a nivel micro y macro. Simón, uno de los personajes de la novela, dice: “¿Por qué no? Claro que sí. Podría desencadenarse la gran ola humana. No te quepa duda. Si un mero salto al unísono de todos los chinos puede mover el mundo o, ¡qué coño!, ¿no has oído que el leve aleteo de una mariposa puede acabar provocando un tornado? Entonces imagínate el poder que tendríamos los seres humanos si cada uno de nosotros, todos, supiéramos lo que es el amor”.

Abel en su camino de búsqueda y lucha contra el mal, también posee unos guías, tanto de este mundo como del plano espiritual que le brindan ayuda y protección. Y, esto, aplicado a nuestros casos particulares, también lo vemos o sentimos en nuestras existencias, ¿te ha pasado, por ejemplo, a la hora de escribir tu historia?

Fronte y Braxo, personajes de la historia

Sí, en mi caso considero que he tenido tres maestros, con nombres y apellidos: el terapeuta Ángel Zapata, el escritor Jesús Ferrero y el filósofo David López. Me ayudaron a entenderme mejor, a entender el mundo que me rodea y a transmitir las ideas de un modo más certero. En la novela es Fronte, uno de los extraterrestres, quien guía a Abel desde la sabiduría. Y además tiene a Braxo, el otro extraterrestre, quien representa la fuerza y le enseña técnicas de lucha. Para esto último me estudié toda una enciclopedia de artes marciales que me prestó un amigo policía.

Para documentar tu novela retornaste al libro El arte de amar de Erich Fromm. El amor está presente en sus variadas formas en tu novela. El amor de pareja y el que se da en la amistad, entre otros, ¿llegamos a amar de verdad alguna vez en la vida? ¿Tu personaje lo consigue?

Erich Fromm venía a decir que el amor va más allá del enamoramiento inicial. Hay que cuidarlo en el día a día, con generosidad, respeto y responsabilidad, no dando nada por hecho. Y afrontando las diferencias, que nos enseñan a conocer mejor al otro e incluso a nosotros mismos. De los conflictos también se aprende. En resumidas cuentas, el amor es complejo, aunque a menudo sea tratado de forma superficial en las canciones, pero podemos llegar a él si le otorgamos un lugar primordial en la vida, el lugar que se merece. Respecto a Abel, no quiero hacer espóiler, pero sí puedo decir que vivirá el amor en profundidad.

¿Qué simboliza o representa el guerrero tribal en la vida de Abel Soca?  ¿Es, quizá, su espejo o, tal vez, sus miedos acechándolo?

Respecto a cuál es el vínculo de Abel con el guerrero tribal en la novela, de nuevo debo guardarme la información para no hacer espóiler. En otro ámbito, en el psicológico, quizás el guerrero podría representar esa sombra que te persigue hasta que finalmente la haces frente.

¿Esta historia viene con una moraleja muy bien pensada o no hubo intención alguna al respecto?

Reconoce que en el libro hay un 
proceso terapéutico personal 

Reconozco que he pretendido con la novela influir para bien, que el viaje por su lectura dejara poso y una forma más gozosa de ver la vida. Por eso le he dedicado años, para cuidar cada frase y que las emociones y sentimientos calaran. No todo el mundo conectará, pero quien conecte con ella estoy seguro de que la disfrutará y mucho. Almudena Grandes, homenajeando a Robinson Crusoe, decía que una novela es como una isla desierta que espera algún naufrago que con suerte la colonice y la haga suya.

¿El título fue idea tuya? ¿Cómo se te ocurrió?

Tiene que ver con la trama, porque en el concepto que plantea sobre el Todo, sobre el Universo entero, eso que en la novela llamo Dios, todo está interconectado; y para que evolucione es necesario que aquí también evolucionemos. Y aquí viene la explicación de que la novela se titule La regeneración de Dios. Resulta que Dios, el Todo, ha ido, regeneración tras regeneración, evolucionando a mejor; de manera que estaríamos inmersos, desde lo que conocemos como el Big Bang, en la última regeneración de Dios. Pero, tras cada regeneración, los desechos han ido conformando un antagonista, la Nada, que para bloquear esta última regeneración ha introducido un virus, unos bloqueadores, aquí, en la Tierra. Así que en la novela se está decidiendo aquí en la Tierra la evolución y regeneración del Todo.

¿Qué hay en ti ahora de ese muchacho que participó en un concurso literario con un relato y que de repente se vio inmerso en el ambiente literario?

Aquello fue el inicio de un largo camino de formación que incluyó la publicación de tres libros. El primero de recursos estilísticos (Palabras literarias), el segundo de aforismos (Frases en el muro) y el tercero de narrativa (Relatos con abrelatas). Durante esos años fui narrador oral como persona-libro, colaborador en un programa de radio, redactor de discursos políticos, profesor de escritura creativa y hasta patafísico. Finalmente tengo en mis manos la novela que tiró de mí desde el principio, La regeneración de Dios. Sí, en la novela los personajes tienen que evolucionar y yo mismo tuve que hacerlo para terminarla.

Si desean saber más del autor o su obra
pueden pinchar aquí: 
https://editorialgusanillo.es/producto/la-regeneracion-de-dios/
https://www.instagram.com/ricardoguadalup/
https://x.com/RicardoGuadalup


1 comentario:

  1. Gracias Elga, con esta entrevista has conseguido que el libro se convierta en otro objeto: en un espejo de mí mismo. Un abrazo

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