Si desean saber sobre mi faceta de escritora, por favor, ingresen a https://elgareategui.com/ Asimismo pueden hallar información sobre mi actividad como periodista literaria y promotora cultural en La ardilla literaria ( https://laardillaliteraria.com/)

domingo, 4 de septiembre de 2011

Stelmarch: “Para mí escribir es una predisposición biológica"

Utiliza un pseudónimo para salvaguardar su vida personal, pero no puede evitar que la reconozcan en su día a día como la escritora Amparo Andrés Machí. Obviamente, escapa a su control ser reconocida, pues su esencia creativa aflora espontáneamente y salta a la vista; por tanto sin quererlo, se muestra en todo ámbito, tal y como es, sensible, entregada y soñadora.
La  autora valenciana declara que le cuesta  decidirse por un género especial, pues hay  épocas en donde reina la narrativa y otras, en que la captura la inspiración poética.  Pero así y  todo se siente más identificada con este lenguaje y le otorga una utilidad que muy pocos estamos dispuestos a ver. “La poesía puede ser una vía de escape muy interesante ante el estrés de la vida cotidiana”, asegura convencida.
Es una trabajadora infatigable: colabora en publicaciones tanto españolas como extranjeras, tiene un blog, y realiza un sinfín de  actividades literarias.
En junio de 2010, resultó una de las ganadoras del XXVI Certamen Internacional plurilinguístico de Poesía Nósside,  considerado por la UNESCO  como uno de los concursos de mayor relevancia en el mundo.
El hecho que escriba con un pseudónimo nos podría  hacer pensar que es una mujer o muy tímida o que intenta ocultar algo, ¿qué le sugiere esta apreciación?

El pseudónimo es por varias razones. Soy una persona polifacética y también algo tímida, pero la principal razón es porque me gusta mantener mi faceta personal separada de mi faceta como escritora, aunque seguramente publique con mi nombre más adelante.

¿Cómo asume una niña tan pequeña su primer contacto con la literatura? Pues leemos en su biografía que cuando este encuentro tuvo lugar no sabía leer ni escribir, cuéntenos, por favor.

A mi padre le gustaba leerme pasajes de libros cuando era niña. Recuerdo que entonces lo vivía como si fuera un cuento y no me daba mucha cuenta de lo que me leían, solamente recordaba las sensaciones que las palabras me dejaban y eran muy placenteras. Muchos años después comencé a comprender su significado y a darme cuenta de lo que habían influido en mi vocación literaria.

Su profesora de literatura fue la que tuvo el papel de adentrarla más en el mundo de la literatura, ¿cómo vivió esos momentos?

Creo que ese fue un momento clave. Mi profesora me lanzó a escribir cuando yo ni siquiera sabía que existía esa faceta en mí, pues entonces estaba aún solapada entre los entresijos de mi mente. Fue el momento de mi vida en que fui consciente de esa vocación, pues hasta entonces solamente inventaba historias en los juegos con mis hermanas, aunque entonces ya leía mucho.

Empezó haciendo relatos, luego vino la poesía, ¿en cuál de ellos se siente más cómoda o cree que puede expresar más?

Me siento más identificada con la poesía, aunque tampoco puedo “elegir” qué escribir, pues me “surge” cuando estoy mentalmente predispuesta a cada género. Supongo que son estados de ánimos diferentes que se alternan en mí y me provocan la escritura, algo bastante “biológico”, por decirlo así, que no siempre puedo controlar del todo. Hay épocas en las que sólo puedo escribir poesía y otras sólo narrativa.


En la Feria del libro de Valencia

La universidad no le supo dar lo que buscaba, ¿qué pretendía de ella? ¿Por qué la decepcionó?

Me decepcionó la manera de abordar los textos, sobre todo algunas corrientes críticas, y esa desvinculación con lo intangible de la literatura que se produce al estudiar los textos de una forma académica. El valor de un texto literario va mucho más allá del propio texto. La universidad te da las pautas y conocimientos previos, pero luego has de ser tú la que le dé sentido a todo y siga buscando y relacionando entre las teorías y los textos para encontrar tu propio camino cuando abordas una obra. En ese sentido, pienso que sí ayuda mucho.

Mucha gente no le tiene  fe a los talleres literarios, pues alega que quien tiene talento para escribir no necesita que nadie le enseñe, usted que asistió a uno de ellos en Fuentaja (Madrid) obviamente opina lo contrario, ¿no es así?

Los talleres tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Por un lado te despojan de un posible estilo previo, despojándote también de vicios de escritura para comenzar de cero, pero por otro pueden matar también lo positivo que tenías. Los talleres tienden a “estandarizar” la escritura y con eso no estoy nada de acuerdo. Siempre me dio la impresión de que escribía mejor antes de asistir que después, pero con el tiempo he conseguido crear y pulir mi propio estilo con los consejos del taller y a pesar de ellos, es decir, siempre se aprende cosas y trucos nuevos, pero hay que mantener el criterio propio.

Usted es una escritora que continuamente está creando, es decir, ocupa su tiempo colaborando en varias publicaciones de Valencia y del extranjero e incluso tiene un blog, ¿qué temas la inspiran o le preocupan más?

Me gusta escribir sobre cualquier tema, aunque mis favoritos son los que angustian al ser humano. Podría decirse que son los temas universales los que más me apasionan.

El año pasado se hizo acreedora a un premio muy importante por parte del  XXVI Certamen Internacional y plurilinguístico de Poesía Nósside,  considerado por la UNESCO  como uno de los cinco concursos internacionales de poesía más importantes del mundo, ¿qué fue lo primero que le pasó por la cabeza cuando recibió la noticia?

No me lo podía creer, fue algo que no esperaba y me llegó en un momento muy difícil, por lo que fue como una “resurrección” para mí. Un reconocimiento a tantos años de trabajo arduo en silencio ¡siempre sienta muy bien!

Su gran reconocimiento
“Eternidad de las palabras” fue la obra que se llevó la medalla de plata, ¿por qué cree ese jurado tan exigente se decantó por ella?

Sinceramente, es un buen poema. Tiene un sentido profundo que no deja indiferente. Quizás fue elegido por eso.

¿Cómo define su obra poética? ¿Qué rasgo la distingue?  ¿Cuál es su metodología de trabajo cuando escribe poesía?

La defino como reflexiva y a veces filosófica. Siempre intento imprimirle un sentido que va más allá del poema, un significado más profundo de la simple construcción poética. Le doy más relevancia al fondo que a la forma.
No tengo metodología, excepto la de dar sentido a lo que escribo para que quien lo lea pueda ver a través de los versos.

¿Le preocupa la crítica?  ¿Le afecta cuando no le es favorable?

Supongo que a todos nos afecta, sobre todo cuando es injusta o poco acorde con lo que es la obra. Para ser crítico también hace falta tener un criterio que muchos no tienen.

¿Es cierto que los poetas – y las poetas- son especialmente sensibles y que es difícil tratar con ellos- ellas?

Sí, demasiado a veces. Entre nosotros nos entendemos bastante, pero fuera de los círculos es difícil conectar. La gente no suele tener idea de lo que es la poesía porque la mayoría no lee poesía. La poesía puede ser una vía de escape muy interesante ante el estrés de la vida cotidiana.

Su última obra “Cuentos neuróticos” fue celebrada por la escritora venezolana Lesbia Quintero en su blog, y dice en especial de usted: “La autora muestra, de manera magistral,  la barbarie que existe traslapada en las convenciones y en la armazón del orden social, y cómo poco a poco esa violencia desgarra el tejido de los pactos socialmente aceptados que enmascaran la existencia”, ¿está de acuerdo con este comentario? ¿Se acerca en algo a lo que usted quería transmitir con sus historias?

Totalmente. Lesbia ha dado de lleno en la diana. Hay una parte del ser humano que suele quedar oculta entre lo políticamente correcto y que no trasciende a la luz, pero forma parte de la vida de las personas y condiciona su existencia. Es un libro que muestra esa parte y a la vez sirve de denuncia social.

Desde Juan Ramón Jiménez y su “Platero y yo” ¿a cuántos escritores ha tenido la oportunidad de leer y con cuáles se queda?

Son tantos que sería interminable nombrarlos, pero si tuviera que elegir, me quedaría con tres fundamentales para mí: Clarín, Borges y Sthendal. También aprendo mucho con escritores modernos. Mis preferidos son Patricia Highsmith y Paul Auster.

Y de los poetas; ¿qué me dice de ellos? ¿Recuerda algún poema en particular? ¿Tiene preferidos en este género?

Hay muchos preferidos, por citar algunos: me gusta mucho la poesía sudamericana, por ejemplo las argentinas Alfonsina Storni y Alejandra Pizarnik; el uruguayo, Benedetti; el chileno Pablo Neruda; la nicaragüense, Gioconda Belli y el peruano César Vallejo. También el estadounidense Walt Whitman, y los europeos Baudelaire, Höldering, etc… Me gusta leer poesía de diferentes épocas y estilos.
De España me quedo con Ana Rossetti, María Beneyto y José Hierro, aunque me gustan muchos más.

¿La poesía sigue siendo necesaria en este mundo?

Hoy más que nunca. La poesía alivia el espíritu, nos hace soñar y nos eleva a un plano espiritual donde podemos encontrar una paz que alimenta el espíritu.

Y  los poemas de amor  ¿todavía conquistan a una mujer?

Pues supongo que a las que somos románticas sí, jaja. Una poesía siempre tiene un efecto en la persona que la lee, eso siempre es así, aunque varía de unos a otros. Si una poesía no trasmite algo, entonces no es poesía.

¿Se ve escribiendo hasta muy avanzada edad? ¿Cómo se visualiza profesionalmente en esa época?

Es posible, nunca se sabe… Creo que mientras tenga uso de razón seguiré escribiendo, porque es algo que forma parte de mí y de mi vida.

Si quieren saber más de la autora pueden pinchar el siguiente enlace:
http://www.wix.com/stelmarch_amparo/andres

5 comentarios:

  1. Hola. Un saludo para ti, Elga y mi enhorabuena por la entrevista. También otro saludo desde aquí para Stelmarch. Nos conocemos personalemnete y he tenido la oportunidad no sólo de leer Cuentos Neuróticos (obra que recomiendo), sino de conversar con ella sobre literatura, entre café y café.
    Me dejé seducir en su día -como escritor diletante-, por la prosa más que por el verso aunque coincido con ella (y contigo, Elga, también eres poetisa) en el poder de la poesía, su afectación al ser humano por cuanto nace y se alimenta de esos sentimientos tan humanos.
    Un abrazo y gracias por tu labor.
    Ginés

    ResponderEliminar
  2. Quiero manifestar lo agradecida que estoy y lo honrada que me siento con esta magnífica entrevista, Elga, y también todas las demás que sueles colgar en el blog. Es un placer conocer a otros escritores.

    Un saludo a Ginés y a todos los que leen el blog.

    ResponderEliminar
  3. Ginés: Ya estás de vuelta. ¡Bien! Me alegro, porque tenemos mucho de que hablar. Gracias por tus comentarios. No tienes idea de cuánto me levantan la moral. Un beso, Elga.

    ResponderEliminar
  4. Stelmarch: Gracias por aceptar mi invitación. Estoy muy contenta con los resultados. Nos vemos pronto. Muchos cariños, Elga.

    ResponderEliminar
  5. Tuve la oportunidad de leer "Cuentos neuróticos" de Stelmarch y me gustó mucho leerle. "El factor humano" me impactó....Desde aquí un caluroso abrazo a Stelmarch por ese Galardón y a ti Elga, por esta labor periodística que estás realizando....¡Enhorabuena!!...Un abrazo

    ResponderEliminar