Hace
muchos años cogió su maleta de sueños y enrumbó hacia Barcelona. Tenía un
camino hecho en Lima, pero las oportunidades no se podían desaprovechar. Y es
que el escritor Jorge Varas es un hombre de retos, mentalidad permeable y que ha
sabido siempre aprovechar sus cambios de residencia para explorar sus
emociones, observar las ajenas, y transformarlas fundamentalmente en poemas.
“La
poesía es pura cuando es poesía en sí misma, sin disfraces ideológicos ni
posturas religiosas. Y ella es influyente cuando remueve conciencias y
trasciende en el desarrollo cultural de un pueblo”, nos dice.
De un tiempo a esta parte, nos
llega abundante información sobre la gran actividad literaria que se está
registrando en el norte de su país. Se habla de un resurgimiento en la
producción poética y narrativa, donde autores consagrados y noveles confluyen
en perfecta armonía y los anima la causa de dar a conocer su obra a quién esté
dispuesto a leer, usted que nació en Chicama, por tanto, es también un hijo de
la provincia, ¿este es un fenómeno reciente o se viene gestando desde tiempo
atrás?
El
repunte de la actividad literaria en el Perú es buen indicio de que la gente
está ávida de cultura. En el Norte, de donde provengo, pronto asimilamos el legado
poético de César Vallejo. Recuerdo que yo recitaba los versos del gran vate en
las actuaciones del colegio San Juan. Fue una etapa de aprendizaje, en la que
también me nutrí de la narrativa de Ciro Alegría y de otros escritores locales que
me ayudaron en mis inicios literarios.
El
renacimiento de la producción poética y narrativa, en el Norte del país, se
viene gestando desde tiempo atrás, lo demuestran las creaciones literarias de José
Watanabe Varas, Julio Chiroque, Eduardo Gonzalez Viaña, Carlos Garrido Chalén, Mariana
Llano y otros muchos escritores. Me alegro que haya autores, consagrados y
noveles, dispuestos a promocionar sus obras y a expandir el fenómeno literario
por todo el país.
Sin desmerecer a los poetas capitalinos, ¿es
cierto que la poesía más sentida, pura y
trascendente fue la que nació de la
pluma de los provincianos? Si coincide con esta aseveración, explíquenos las
razones.
Presentación de su primera novela. ANEA 1987 |
La
poesía es inherente al alma del poeta. Con independencia de su tierra de
origen. Los provincianos sienten y versifican a su peculiar modo por las
vicisitudes vividas en el proceso de migración. Pero esto no significa que su
poesía sea más pura y trascendente que la de los limeños. La poesía no tiene
etiquetas ni fronteras. Otra cosa son los tipos de poesía, que pueden ser de
compromiso social o político, erótica o surrealista, de amor o exaltación del
paisaje rural. La poesía es pura cuando es poesía en sí misma, sin disfraces
ideológicos ni posturas religiosas. Y ella es influyente cuando remueve
conciencias y trasciende en el desarrollo cultural de un pueblo.
Es un autor que escribe
poesía, narrativa y artículos, ¿en qué momento exacto aparece la inspiración
que lo conduce a plasmar en versos, relatos y notas sus pensamientos y
emociones?
Sin
trabajo literario, no hay inspiración. Otra cosa es el momento estelar en que
un espíritu, movido por el cosquilleo de las musas, anhela dejar su impronta. El poeta es un ser original y para
expresar lo que siente debe recogerse, sentarse a escribir, a hilvanar frases y
hacer rimar versos. La inspiración, fuerza motriz que nos transporta de un
lugar a otro mientras trabajamos dentro un espacio literario, fluye como el
agua.
¿Asistió a talleres o lo suyo
es algo espontáneo que fue puliendo con el tiempo?
De
muy joven descubrí el fascinante mundo de las letras a través de las grandes
obras de la literatura universal. Llegaba a identificarme con los autores y me
preguntaba qué fuerza invisible los había movido a escribir tanto y tan con excelentes
estilos. Entre mis favoritos estaban Cervantes y Dante Alighieri. Nunca asistí
a un taller literario, y cuando esbozaba
algún relato lo iba puliendo con tiempo y dedicación, por lo que mi formación
como escritor fue autodidacta.
En su vida hay dos momentos
claves que tienen que ver con el viaje, el primero cuando abandona su tierra en
1980 y el de 1991, en que cruza el océano rumbo a Barcelona, ¿qué sueños lo
impulsaron a alejarse de su entorno? ¿Los cumplió?
Cuando
salí de Trujillo mi anhelo era obtener éxito económico en Lima. Fue un giro importante
en mi vida. Descubrí una ciudad multiforme, con sus calles saturadas de
vendedores ambulantes, sus extensas barriadas y asentamientos humanos, su
ambiente movido e inseguro agudizado por las bombas de los que promovían la
lucha armada como vía para transformar la sociedad. El Perú de entonces se
hallaba en una etapa de transición hacia otro estadio y pensaba que alguien
debía dejar constancia de ese proceso histórico, patente en los fenómenos
sociales que inundaban Lima. “¿Y si fuera yo?”, me preguntaba. “¿Cómo lo haría?”
Necesitaba un medio literario útil para este cometido. Entonces, empecé a
frecuentar la
Biblioteca Nacional del Perú ubicada en la avenida Abancay. Y
mientras Lima retumbaba con su vertiginosa actividad, yo devoraba decenas de
libros de Historia, Filosofía y Literatura, buscando en ellos algo que me
ayudase a interpretar lo que sucedía afuera. Hasta que un día, tras leer las obras de Víctor Hugo quedé compenetrado
con la forma tan sutil como el gran romántico francés describía las aventuras
de su irrisorio Quasimodo y los amores, afanes y sufrimientos de sus otros personajes.
Pronto decidí recalar mi intención literaria en la novela, que era la vía más a
mi alcance para interpretar aquellos cambios de nuestra sociedad. Así, empecé a
garabatear un relato sobre aquellos, emigrados del interior, que se ganaban el
pan laborando en las calles, es decir los vendedores ambulantes.
Escribiendo en su vieja máquina de escribir (Barcelona, 1995) |
Mi
traslado a España obedece a una oportunidad de viaje que no quise desaprovechar.
Partí con mis sueños literarios que, a pesar del tiempo, permanecen intactos.
Pensaba repulir y publicar todo lo escrito hasta entonces. Me instalé en
Barcelona, en 1991, y pronto entré en contacto con los poetas locales. Me
afilié a la Asociación
de Poetas y Escritores de Cataluña (APEC). Los asociados celebrábamos tertulias
y realizábamos romerías a lugares donde estaban enterrados poetas famosos. Con
ellos visité la tumba de Antonio Machado, en Colliure-Francia. Mientras
participaba en la APEC ,
iba revisando y extendiendo mis obras traídas del Perú. Durante la década de
los 90 publiqué algunos relatos en la revista “Alquitrabe” que editaba esta asociación.
Mis sueños se cumplían a medias, por lo que persistía en el afán de terminar
otra obra y publicarla.
Del relato corto “Amor bajo la
alameda” (1984) saltó a la novela con “Los vendedores callejeros (1984) ¿Cómo
efectuó esta transición? ¿Tuvo dificultades?
En 1984 publiqué “Amor bajo la alameda”, con
mi propio peculio. Es una historieta de cinco páginas que muestra a dos jóvenes
que se aman con ilusión pero que por desgracia concluye de modo fulminante
cuando él se va al frente a luchar contra los chilenos que amenazaban invadir
Perú. Tras este breve relato salté a la novela, porque tenía una considerable cantidad
de apuntes sobre el tema de los pequeños
comerciantes. Sí, tuve dificultades para publicar: “Los vendedores callejeros”.
Lo hice en una edición artesanal que, por el fondo y la forma, pasó
desapercibida. Ante este revés reestructuré la novela completa con la idea de
volver a publicarla con un título más sugestivo.
Luego, en el año 1987 publicó
“Los trabajadores ambulantes”, sería el segundo con esta temática, ¿qué motivos
lo condujeron a retornar a dicha historia?
La
novela “Los Trabajadores ambulantes” fue presentada en 1987 en la Asociación Nacional
de escritores y artistas de Lima (ANEA). Y con ella me gané un lugar entre los
poetas y escritores que frecuentaban esta casa de la cultura. El argumento de
esta novela, que es una versión renovada de “Los vendedores callejeros”, recae
en la lucha que libran los trabajadores ambulantes contra las autoridades
municipales por su reconocimiento como tales y por el puesto propio. En 1989 se
editó la segunda edición de la novela con el auspicio del Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología CONCYTEC.
¿Qué tanto se identifica con
Julián, el protagonista de su novela “El Migrante” (1990)? ¿Siempre es difícil
ser un provinciano en la capital? ¿La adaptación es algo que pocos lo logran
realmente?
Julián
el personaje central de la novela “El Migrante” podría ser yo o cualquier
provinciano que llega a la capital y debe encarar las dificultades que
encuentra a su paso. A falta de trabajo se dedica al comercio callejero y a
falta de vivienda toma un lote baldío. Julián narra sus peripecias de migrante,
primero en solitario y luego con su familia. Habita en un tugurio del centro
limeño del que es desalojado por el propietario y como no tiene adonde ir se
convierte en invasor de tierras. Con su peculiar visión describe el esfuerzo de
los pobladores por salir adelante en un lugar desértico donde no existen
servicios básicos de agua, luz y teléfono. Adaptarse a vivir en tales
condiciones, en el límite de la marginación social, siempre ha sido difícil
para los millones de provincianos que llegaron a Lima con la esperanza del
porvenir mejor. Pero al final, ellos han logrado transformar su invasión en una
próspera comunidad urbana.
Años después, sale a la luz en
Barcelona “Los Migrantes: Éxodo y Desafío” (2009)
¿Considera que con la
publicación de estas dos historias cierra un capítulo de su vida como el
provinciano que llega a la capital y la conquista a fuerza de coraje y
sacrificios?
Leyendo un relato en una velada literaria (Granada, 2003) |
“Los
Migrantes: Éxodo y Desafío”, editada en Barcelona (en 2009) es una versión
ampliada de “El Migrante” aunque con mayor proyección social. En ella, Julián
describe la reforma de su vivienda, que deja de ser choza para convertirse en
casa de ladrillos, como los cambios de su entorno. La genuina Asociación de
Pobladores, por su extensión y densidad demográfica, se transmuta en flamante
distrito. Sus habitantes han alcanzado un nivel de vida similar al resto de
habitantes de Lima. Obtienen reconocimiento legal y su jurisdicción territorial
se incorpora a la urbe limeña. Los
provincianos han conquistado la capital. Han construido su pueblo anhelado, a
base de sacrificio y arduo trabajo mancomunado. Opino que esta novela,
referente a la migración, está abierta. Siempre habrá algo que añadir a esta
temática.
La poesía es algo que ha
cultivado paralelamente a la narrativa, no ha publicado libros, pero sus poemas
han aparecido en una serie de antologías norteamericanas y españolas, cuéntenos
más al respecto
He
cultivado la poesía desde mis inicios como escritor. Y mis versos los he
recitado en diversas veladas literarias. Recuerdo las que organizábamos en la ANEA con Juan Benavente,
Federico Torres, Ángel Izquierdo y otros poetas de mi generación. A veces nos
íbamos a Comas, San Martín de Porres, Lince y otros distritos a obsequiar gratuitamente
a la población festivales poéticos. De este grupo muy unido y activo, que
prestaba un servicio cultural, nació los “Viernes Literarios” que hoy dirige
Juan Benavente y realiza actividades en la Casa Mariátegui de
Lima.
Tras
salir del Perú, en un viaje que hice a Estados Unidos, publiqué el poema
“Chasing de Wind” (Cazando al Viento), en una antología editada por la Nacional Library
of Poetry. En Barcelona, salieron a la luz algunos poemas míos en la revista ““Karisma”
de la
Asociación Iberoamericana de Poetas y Escritores.
Podemos también leer sus
artículos en varias publicaciones, tales como “Progrés” (editada por el
Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat), en la revista “Alquitrabe” (editada
por la Asociación
de Poetas y Escritores de Cataluña (APEC), entre otros. Al respecto, ¿sobre qué
temas le gusta escribir y qué otros prefiere dejar de lado?
En la revista “Progrés” de Hospitalet de
Llobregat publiqué algunos relatos, y otros tantos en “Alquitrabe” de la Asociación de Poetas y
Escritores de Cataluña (APEC). He publicado además en la revista “Algarrobo” de
la Asociación
Cultural Scorza de la que fui socio fundador y dirigente.
Asimismo
fui colaborador en el “Semanario Granada Costa”, con sede en Granada, donde he publicado
biografías, novelas por entregas y numerosos artículos. Me gusta escribir sobre
temas variados, incluso sobre Historia y Economía.
Declamando en la Casa de Andalucía (Barcelona, 2003) |
Comparta con los lectores su
experiencia como inmigrante, ¿se resistió a los cambios o puso de su parte para
que todo fluyera? ¿Fue víctima de algún tipo de discriminación?
En
la Barcelona
que encontré el año 1991 los peruanos éramos el contingente sudamericano más
numeroso. Pero lo catalanes recelaban de nosotros, por culpa de unos malos compatriotas
que asaltaban turistas en las carreteras. La policía nos detenía por la calle
para inspeccionarnos. La comunidad de peruanos protestamos por esta requisa y tuvimos
que bregar largo para demostrarles que éramos gente buena, que habíamos venido
a trabajar honradamente para ganarnos la vida. Alguna vez sufrí discriminación racial
pero supe afrontarla con valentía.
Estoy
acostumbrado a los cambios por lo que no me afectan los traslados de
residencia. Tampoco me he resistido a integrarme en la sociedad de acogida.
Aunque soy crítico con ella cuando sus gobernantes imponen medidas injustas
como recortes salariales, alzas de impuestos o vapulean a los inmigrantes.
¿Qué es lo que más disfruta de
vivir en Cataluña? ¿Habla catalán?
En
estos tiempos de crisis las posibilidades de disfrutar se han reducido. Aún
así, disfruto viendo una película en el cine, degustando un ceviche o una
paella y bañándome en la playa en
verano. No hablo el catalán, pero sí entiendo cuando me hablan en esta lengua.
¿Cuándo la nostalgia por su
patria se presenta a qué apela para aplacarla?
La primera edición de su novela (Lima, 1987) |
Llamo
por teléfono a mis familiares y sintiéndolos cerca desaparece mi nostalgia por
la tierra lejana. Otras veces busco noticias sobre la situación actual del Perú
por internet, y luego las comento con algunos paisanos míos. Otras veces,
escribo remembranzas o hechos sucedidos en Chicama, Trujillo, Lima u otros
lugares donde pasé mi juventud.
¿Está preparando la salida de
alguna nueva obra?
Ahora
estoy metido en un relato que trata de un personaje que mora en una comunidad
de vecinos, en Barcelona, donde reina el desorden y hay poca tranquilidad para
vivir. Y él, impulsivo por naturaleza, asume el reto de imponerse sobre los
vecinos ruidosos y restablecer el orden. Poco a poco y con valentía lo va
consiguiendo. En la parte final del relato este personaje se abocará a la
resolución de un crimen cometido en el vecindario. Espero terminarlo pronto,
ponerle título y publicarlo.
¿Su compromiso con la literatura es de por
vida?
Es
un compromiso de honor y vitalicio. Durante la creación literaria me desahogo, libero
energías, desato ideas e imaginación, y supero la noción del tiempo y el
espacio. En este estado puedo atrapar incluso la realidad y sacudirla de sus impurezas
o transformarla de cara a un mundo mejor. La literatura, junto con la música y
la pintura, es un arte bello que nos orienta a ser mejores personas cada día.
Si desean saber más del escritor o su obra pueden pinchar en los siguientes enlaces: http://www.jorgevaras.com/ http://es.wikipedia.org/wiki/Jorge_Varas_V%C3%A1squez http://www.youtube.com/watch?v=BMkDl10CHTw |
Destaco, tras leer la entrevista, el compromiso de Varas con la literatura, Literatura en mayúscula, si se me permite, por cuanto cultiva varios géneros. También el notable esfuerzo que ha tenido que imponer, a veces parece pasar desapercibido, desde ese 'Amor bajo la alameda'; la constancia, el tesón y el compromiso de Jorge Varas merecen mi sincero reconocimiento. Mucha suerte y éxitos, y felicitarte por la entrevista, Elga. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Ginés J. Vera. Ese compromiso con la madre de las artes literarias, está compartido contigo y con nuestra querida Elga, a quien agradezco por darme a conocer a otros públicos.
EliminarJorge Varas
Viajes literarios, y transatlánticos...
ResponderEliminarMe imagino que cada migrante deja atrás una historia que hay que escribir.
Un abrazo
Sí, muchas historias por compartir, mi estimado Ricardo Guadalupe. Un abrazo.
ResponderEliminarCelebro que te haya gustado, Ginés Vera. Gracias por visitarme. Un beso.
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