Su admiración por la obra de José
Saramago le ha llevado a convertirse en uno de los principales difusores de la
literatura del Nobel portugués, y es que no hay otro tan calificado como él,
aparte de Pilar del Río, claro está,
para llevar a cabo esta misión. La
pasión del escritor catalán Joan Morales Alcúdia por los libros de
Saramago se acrecentó cuando lo conoció y pudo tratarlo durante un seminario
que el autor impartió en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, en agosto
del 2000.
Precisamente de esa experiencia y
tras un arduo trabajado de 14 años, sale a la luz el libro Saramago por José Saramago.
“Tenía un material muy valioso:
las grabaciones del seminario al cuál asistí. Cuando las escuchaba en casa, o
en compañía de algún conocido, pensaba: “Qué pena que no pueda compartir toda
esta sabiduría”. Y de ahí arrancó todo: de esa conciencia”.
¿Cómo alguien con una formación totalmente ajena al mundo de la
literatura llega a publicar libros tanto de narrativa como de poesía, e incluso
a animarse a escribir uno que podría incluirse en el ámbito de la autoayuda?
Bueno, tampoco puede decirse que
eso sea exactamente así. Si bien es cierto, que en lo que podríamos llamar como
educación formal se refiere, he estudiado disciplinas que tienen más que ver
con la economía y el marketing que con la literatura, siempre he sentido una
enorme curiosidad por otros ámbitos del conocimiento. Y es precisamente de ahí,
de esa curiosidad, de donde nace la necesidad de escribir libros que tienen
bastante poco ver con mi formación universitaria.
Un libro de cuentos sobre las relaciones humanas |
¿En qué momento exactamente siente el llamado de la escritura y cómo lo
recibió? ¿Cuando la literatura toca a la
puerta hay que abrirle siempre?
Resulta complicado ponerle una
fecha concreta a cuando sentí ese supuesto llamamiento a escribir. Mi madre
siempre dice que, ya de niño, y bien pequeño, yo prefería leer a jugar con los
juguetes. En ese sentido, coincido con
Saramago en que la lectura es, y será siempre, un prerrequisito imprescindible
para un día poder llegar a escribir algo. Es cierto también que en el colegio
disfrutaba muchísimo inventando relatos para la revista de clase (un conjunto
de folios fotocopiados y grapados). Y eso, como que se remonta a hace ya
bastantes décadas.
En cuanto a tocar la puerta, la
literatura, como cualquier otra disciplina, siempre estuvo abierta a que
entrase en mi vida. Para mí leer y escribir constituyen dos auténticos
placeres. El problema, en este caso, no estriba precisamente en abrirle la
puerta, sino en que, una vez abierta, ya no es posible cerrarla.
¿Hubo algún tipo de preparación antes de decidirse a publicar o desde
siempre se sintió listo para dar ese paso?
La preparación la hubo desde un
punto de vista meramente autodidáctico. En este caso, creo que fue más cuestión
de que yo tenía algo para contar que pensaba que valía la pena, y que, por el
otro lado, en la otra parte, por así decirlo, hubo personas que vieron o
pensaron que así era. Como en un rompecabezas, felizmente, encajaron las dos
piezas.
¿Nació primero el poeta o el novelista? ¿Qué diferencias en cuanto a
emociones y sentimientos hallamos en Me enamoré de la Luna y Cenizas de recuerdos? ¿Exige mayor esfuerzo escribir poesía que
narrativa u ocurre al revés?
Nació primero el poeta. La poesía
me permitió sentirme seguro para dar el paso posterior a la narrativa. Sin la
poesía, hubiese sido incapaz de construir relatos con el ritmo y la cadencia
que resultan necesarios para mantener tanto la tensión como el hilo narrativo.
En cuanto a las diferencias que
existen entre Me enamoré de la Luna y Cenizas de recuerdos, en el primero, que es un libro de cuentos
sobre las relaciones humanas y el amor, podemos decir que la prosa poética me
permitió expresar emociones que resultan universales. Como anécdota, he decir al
respecto que en algunas presentaciones ha habido gente que se ha emocionado
tanto con la lectura del libro que se me han puesto a llorar. En cambio, Cenizas de recuerdos es un libro de
poesía que se estructura a partir de una experiencia más personal, individual,
y por lo tanto, más intransferible. En cuanto a lo común, cabe decir que
estamos ante dos libros escritos con el corazón y, en ambos casos,
profundamente sinceros.
Otra obra escrita desde el corazón y profundamente sincero, como define su autor |
A usted le preocupa mucho el sistema educativo del país, de allí el
origen de su libro de denuncia EDUKT, ¿cómo lo concibió y qué objetivos ha
conseguido con su publicación?
Nuestro sistema educativo es un
desastre. Y no lo digo yo, basta con ver los resultados que obtiene España año
tras año en los informes PISA. Tras más de 20 años de docencia, me duele
comprobar cómo en vez de avanzar, retrocedemos cada vez más en áreas
fundamentales como el lenguaje o las matemáticas.
EDUKT es una especie de grito. De
hecho, se trata de una novela escrita íntegramente en lenguaje SMS que busca
precisamente eso: provocar. Es un libro denuncia, una novela que trata de hacer
una llamada en ese gran desierto que es en general la comunidad educativa, para
poner en solfa que, si lo que deseamos mejorar realmente es la calidad de la
enseñanza, no sólo resulta necesario dotar de más recursos al sistema
educativo. Que hay más: unos valores, unas ideas de fondo; aspectos sobre las
cuales las diversas administraciones suelen pasar de puntillas.
¿Por qué España está en la cola en cuanto a educación se refiere? ¿Qué
ha hecho mal?
Estamos ante una pregunta
compleja. Cabe tener en cuenta que sobre la educación inciden múltiples
factores. Los cambios sociales siempre tienen y han tenido sobre ella un papel
fundamental. En general, en España, seguimos creyendo que la educación es un
gasto y no una inversión. Opinando desde la primera línea de combate, y como
docente, considero que el sistema está excesivamente burocratizado, y cada vez
más orientado a la creación de especialistas. Gente que trabaje, poco o mucho,
pero que no ponga en entredicho al sistema. Y si ese es el objetivo final, ¿a
qué decir que lo estamos haciendo mal?
¿Un escritor es un inconformista permanente? ¿Qué papel debería asumir en
los tiempos actuales? ¿Su lugar se halla
encabezando revoluciones de conciencia?
En su encuentro con el autor portugués en aquel seminario de agosto del 2000 |
¿En qué haya motivación para seguir adelante un escritor que recién
empieza o uno que ya lleva años y no logra ser conocido por los lectores?
En mi caso, no es el reconocimiento-
o no- de los lectores lo que me impulsa a escribir. Se trata, más bien, de la
necesidad que tengo de tratar de darle sentido a la realidad que me rodea. Y,
particularmente, no encuentro mejor instrumento para ello que no sea el de la
escritura.
Su más reciente obra Saramago por
José Saramago está dando mucho que hablar, ¿de dónde nace su deseo de
difundir y compartir la obra del Nobel portugués? ¿En qué momento se llega a prendar no solo de
su producción literaria sino de su personalidad?
Desde que leí la primera obra de
Saramago- Memorial del convento-
sentí que estaba ante una novela especial. Y eso, como que resulta difícil
transmitirlo a alguien que no haya leído todavía alguna de sus novelas. Tras
leer el resto de su producción literaria, esa idea no ha hecho más que crecer y
reafirmarse con el tiempo. Y ha sido esa pasión por compartir dicho sentimiento,
lo que me ha llevado a difundir la obra de José Saramago a través del libro Saramago por José Saramago. Un libro,
cuyo origen, se remonta a un seminario que el propio autor impartió en la Universidad
Menéndez Pelayo en agosto del año 2000.
Por otra parte, y en lo que se
refiere a su personalidad, considero que, en este caso, estamos ante un autor
en el cual personalidad y producción literaria resultan inseparables: no se
concibe al escritor sin su obra ni su producción literaria sin hacer referencia
a su autor. Y ambos, obra y autor, unidos bajo un denominador común: la
coherencia.
Con Pilar del Río, quien le brindó todo su apoyo desde el comienzo |
Indudablemente. Fue allí donde
tuve la oportunidad de conocer personalmente a José Saramago.
¿En qué circunstancias se le ocurre pensar que el material recopilado
debe ser compartido? ¿Cuándo se pone manos a la obra y cuánto tiempo le demandó
el trabajo?
Tenía un material muy valioso:
las grabaciones del seminario al cuál asistí. Cuando las escuchaba en casa, o
en compañía de algún conocido, pensaba: “Qué pena que no pueda compartir toda
esta sabiduría”. Y de ahí arrancó todo: de esa conciencia. Luego, recopilé
durante cerca de 14 años el resto de material que consideraba necesario para
que el libro saliera lo “más redondo” posible. Y, a partir de ahí, tardé
aproximadamente un año en redactarlo y en darle la estructura definitiva.
¿Saramago por Saramago está
escrita para leerse en voz alta? ¿De esa manera podemos reconocer con más
facilidad su esencia?
El diario El País tituló acertadamente la aparición del libro con el titular:
“Leer la voz de Saramago”, una escueta frase que resume a la perfección la
esencia del mismo. En ese sentido, Saramago por José Saramago, es un libro
lleno de matices, escrito y transcrito con el objetivo de recoger de la forma
más fidedigna posible la voz del Nobel portugués. Personalmente, considero que leerlo
en voz alta, es una buena forma de abordarlo.
La biblioteca de José Saramago en Tías (Lanzarote) |
Pilar del Río ha sido fundamental
para que este libro viera la luz. En todo momento se mostró respetuosa y me
dejó entera libertad para redactarlo. Celebramos el nacimiento del libro en A Casa de Lanzarote. Presentar allí el
libro, en el sillón preferido de José, fue algo que no tiene precio. Un sueño. Más
allá del papel que jugó en el libro, siento una gran admiración hacia su
persona. Como Presidenta de la Fundación José Saramago su labor resulta
encomiable. Es una luchadora nata. Decir que es estupenda es apenas decir nada.
La aprecio muchísimo. Nunca me cansaré de repetir que le estoy y le estaré
siempre eternamente agradecido.
Usted que lo conoció y trató de cerca al escritor, ¿qué fue lo que más
le impactó de él como ser humano? ¿Qué es lo que más recuerda?
Hace unos meses escribí para la
revista Blimunda de la Fundación José
Saramago un artículo titulado: “Recuerdos
de mi profesor José Saramago”. En él decía lo siguiente: “La primera imagen
que me viene a la cabeza de Saramago en el rol de profesor en la UIMP de
Santander, era su capacidad didáctica. Cómo era capaz de hilvanar un discurso
coherente, lleno de matices, y en el que cabía casi todo: desde la más fina de
las ironías, hasta la más sentida indignación. Un discurso, que no requería de
nota alguna previa para aparecer en el aula con total naturalidad y que, como
el mismo escritor nos confesó, construía en torno al hecho de “estar pensando
en voz alta”.
Como ser humano, Saramago era un
ser comprometido hasta la médula, un escritor con el don y la vocación
irrefrenables de darse sin medida a los demás.
Irrepetible. Vital. Extraordinario. Único.
¿En qué aspecto radica la genialidad de Saramago? ¿Trascenderá los
tiempos?
La casa que habitó José Saramago en Tías (Lanzarote) |
En relación a la segunda
cuestión, la de si trascenderá a los tiempos, tengo muy claro que tanto la obra
como la personalidad de José Saramago son de largo recorrido. De ahí que no
tenga la menor duda de que, tanto su legado literario, como su personalidad,
perdurarán y lo harán aparecer como uno de los grandes clásicos de la
Literatura del S.XX y principios del S.XXI. Ni faltan ni sobran ingredientes
para que así sea.
Esa genialidad, bondad y sensibilidad nunca fue ‘entendida’ por sus
colegas portugueses, a su parecer ¿qué era lo que más disgustaba a éstos de
Saramago?
Si nos referimos estrictamente a
sus colegas de profesión, no podemos hablar de que exista una unanimidad en
cuanto a que su genialidad, bondad, o incluso, su sensibilidad, fuesen motivo
de disgusto. Valter Hugo Mãe, José Luís Peixoto, o Gonzalo M. Tavares, representan
en la actualidad unos de los puntales más sólidos de la narrativa portuguesa,
en los cuáles, eso no es así. No cabe disgusto en ellos sino, más bien, una
admiración compartida y recíproca con y hacia el Maestro.
Saramago se mostraba reacio a
hablar de su poesía. Él mismo la consideraba como un género menor dentro de
todo el conjunto de su obra. No obstante, es evidente que su narrativa está impregnada
de poesía. No sólo en lo que a la presencia de ciertos elementos poéticos se
refiere, que también, sino, en general, en esa musicalidad y en esa forma tan
peculiar de narrar que lo hacen tan inconfundible.
El escritor catalán está muy comprometido con la difusión de la obra de Saramago |
Saramago concibió una nueva forma
de narrar en la literatura en la cual el narrador tenía una presencia
omnisciente y omnipresente. Curiosamente, podemos decir con cierta ironía que,
la figura del narrador en José Saramago, se asemeja bastante a la de ese Dios
al que jamás se cansó de fustigar a través de la razón.
¿Dónde es fácil hallar al Nobel portugués si lo queremos encontrar en esta vida terrena
y mortal?
En términos generales, Saramago
vive y vivirá siempre en todas y cada una de sus obras. Tanto en las literarias
como en las no literarias. En sus libros, en sus discursos, en sus cartas.
Más allá de eso, para aquellos
que deseen profundizar en José Saramago, en A
Casa, en Lanzarote, “una casa hecha de libros”, como él mismo bautizó,
podremos encontrar pistas sobre su persona. Si buscamos en cambio al escritor,
deberemos desplazarnos hasta la sede de Fundación José Saramago en Lisboa. En
cambio, si lo que buscamos es el niño que fue, no nos quedará más remedio que
ir hasta el Alentejo y visitar allí la sede donde se exponen algunos de los
enseres más significativos que poblaron su niñez.
¿Cuándo los lectores de Latinoamérica y otras partes del mundo podrán
adquirir Saramago por José Saramago?
Esa misma pregunta me la hicieron
en directo desde una radio colombiana el mismo día en el que tuvo lugar la
rueda de prensa de la presentación del libro en Sevilla. Por mi parte, estaría
encantado de que el libro estuviese ya disponible en toda América Latina. Y
más, sabiendo que en este caso no se trata de un libro más sobre la obra de
José Saramago. Estamos hablando de un libro en el cuál el mismísimo Saramago
nos va desgranando los motivos, los personajes, y las motivaciones que están
presentes en cada una de sus obras. Soy consciente de la admiración y el cariño
con el que siempre han tratado a José Saramago en toda Latinoamérica. Dicho
esto, logísticamente, distribuir desde España, y más a través de una editorial
con las dimensiones de El Paramo, resulta difícil, por no decir imposible. Así
que, si alguna editorial latinoamericana se interesa y desea hacer una oferta,
aprovecho aquí para mostrar mi disponibilidad al respecto.
Firmando su libro a uno de los amantes de la literatura de Saramago |
Bueno, eso depende ya de lo que
cada uno considere como su triunfo
personal. Desde ese punto de vista, y
por mucho reconocimiento social que exista detrás, considero que el triunfo es siempre
una cuestión meramente personal.
En lo que a mí se refiere, mi triunfo
cotidiano consiste en tener la suerte de poder estar vivo, de hacer en gran
medida lo que me gusta, de saberme más o menos bien de salud, de gestionar bastante en qué quiero gasta mi
tiempo para poder comer cada día, tener la gran suerte de poder vivir en una de
las escasas zonas libres de conflicto del Planeta, de disfrutar al máximo de la
gente que me rodea y a los que tanto aprecio, y de tener una conciencia más o
menos clara de que la sociedad de consumo actual no sirve para hacer feliz a
las personas. Y, para acabar de rematarlo del todo, tener la suerte de poder
plasmar todas esas ideas y sentimientos en todos y cada uno de mis libros, y
que alguien se interese por ellos. Un gran triunfo, sin duda alguna (al menos,
para mí).
Y por último, parafraseando su obra, le pregunto: ¿Sigue enamorado de la Luna ?
Si quieren saber más del autor
o de su obra
pueden pinchar
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