Es
profesor, escritor, corrector y crítico
literario, títulos que ha aceptado con absoluto desprendimiento y humildad a lo
largo de su vida literaria, los mismos que le acompañaron a la hora
recibir el Premio Gregorio Sansa 2020 al que se hizo acreedor por su novela Brevísimo
tratado del descubrimiento del Viejo Mundo por alguien del Nuevo Mundo.
«Ni siquiera pensaba concursar porque no había terminado la novela. Era un proyecto ambicioso y muy arriesgado, y nunca lo concretaba. Temía que fuera tomada como una broma y terminara infelizmente en algún rincón», reveló.
En tu libro Brevísimo tratado del descubrimiento del Viejo Mundo por alguien del Nuevo Mundo (Ápeiron Ediciones, 2020), ¿quién se descubre a quién? ¿Por qué tu personaje emprende ese objetivo? ¿Lo consigue?
Estas preguntas son muy interesantes porque van a lo central de la novela: la confusión y la desestructuración narrativa como forma de la desilusión. En mi libro nada es lo que parece: se titula Brevísimo tratado, pero no lo es; intenta ser un «descubrimiento», pero termina siendo una constatación del sinsentido; se clasifica como novela, pero desemboca en tan solo unos «cuadros» o «escenas» de hechos disparatados que buscan su lugar sobre algún eje narrativo; intenta ver la vida con humor (o ingenio), pero se topa con la tristeza... Al final, no hay descubrimiento, sino un acto de fe hacia nuestro estar viviendo, en gerundio. De ahí que las últimas súplicas del narrador sean: «...ruego al lector avisado que dé crédito al tratado, a ciegas, aunque de extraordinarias aventuras esté plagado, tal como se suele dar crédito a lo que dice la gente a tutiplén».
El piuranito, es a la vez el editor y el narrador de la historia, pero también lo eres tú, el escritor, el que creó la trilogía del hombre inmigrante, ¿fue intencional?
"El dolor es el mismo en España que en Perú", asegura. |
El piuranito, tu protagonista,
es denominado así, por su origen, y tanto su editor don Jacinto Alegría
de Magallanes como el narrador, jamás se
refieren a él por su nombre de pila, ¿simboliza tu héroe a todos los que jamás
dejan de sentirse inmigrantes y que no tienen la oportunidad de hacerlo porque
el resto (la gente del país donde se han asentado) no se lo permiten?
La imagen del piuranito tiene cierto nivel de complejidad y, repito, confusión, tal como se señala en la nota a pie de página número quince (sí, mi Brevísimo tratado tiene notas a pie de página): «La confusión llegará a tal extremo que editor, narrador y protagonista serán la misma persona». Incluso el diminutivo del sobrenombre (tan característico del habla latinoamericana) va transitando desde lo cariñoso, con toques de aniñamiento, hasta llegar a ser despectivo. Lo cierto es que sí se revela su larguísimo nombre al inicio del primer capítulo, pero esta identidad pasa desapercibida y se pierde cuando llega a la Madre Patria putativa, o sea, España. Así, para el piuranito (noten el uso de la minúscula) todo es confusión o, si se prefiere, un constante sentimiento de no hallar su lugar. La última salvación que le queda es la escritura (la escritura como necesidad). Sin embargo, esta también lo traiciona.
Tu libro es complejo, caótico y por ratos una completa locura, sin embargo, al margen de los géneros que introduces o aparecen brevemente, no dejas de apelar al humor en sus múltiples formas y grados, pero al fin y al cabo, contribuyen a atenuar el horror y los malos pensamientos, ¿no te parece?
"¿A quién no le gusta divagar?", nos plantea. |
‘La divagación dramática’, uno de los recursos literarios del editor don Jacinto Alegría de Magallanes, o sea tú, es una magnífica y salvadora propuesta no solo a la hora de contar una historia como la tuya sino también para la vida real, cuando nos vemos metidos en situaciones embarazosas o que nos producen dolor. ¿Supongo que como escritor pasaste por una infinidad de experiencias similares?
"En mi libro nada es lo que parece", afirma. |
Aquí, allá o acullá, la situación económica que padecen los maestros y literatos es angustiosamente parecida, donde sea que esté el docente y el escritor se mantiene inalterable muy a su pesar (salvo escasas excepciones), tu protagonista lo reflexiona observando el río Manzanares, ¿otro descubrimiento decepcionante para el piuranito en el Nuevo Mundo?
Don Jacinto Alegría de Magallanes (el nombre tiene enjundia) se define como «profesor de profesión y escritor por necesidad». Obviamente, sería una locura convertirse en escritor para intentar solucionar la escasez de dinero, pero es que ser profesor tampoco sería mejor decisión. Otra vez, en esta caracterización, vemos que los actos muy humanos (arte y educación) se truncan y ceden ante lo material y lo espectacular («civilización del espectáculo», Vargas Llosa dixit). Por ello, son anecdóticas las palabras del único editor (de la editorial Espada Roja) que se anima a publicar la obra del piuranito: «Nos hizo saber que a nadie la importaba la historia, que se habían vendido miles de libros con páginas en blanco, incluso que había un escritor que aún no había escrito nada pero que ya llevaba cientos de pedidos por un libro que nunca iba a escribir». No es coincidencia que, en mi libro, este editor muera luego de comer un cebiche en mal estado.
A la generación del piuranito, los que vivieron su época de estudiantes
en la década de los 80 o los 90 y que
quisieron hacer algo con su vida, solo les movía la idea del triunfo -sea por
presión de sus padres o por propia iniciativa o inspiración-, sin embargo
muchas veces no sabían bien en qué, pero sí para qué, ¿es otra de las cosas que
descubre de forma tardía y fuera de su tierra tu personaje?
"Mi libro es tributario de Vallejo", señala. |
El quehacer genocida del terrorismo de Sendero Luminoso durante la
década de los 80 y parte de los 90 en el Perú, está relatado con crudeza al
inicio de tu obra, lo dejas en claro cuando el piuranito recuerda a su padre,
un efectivo de la fuerza del orden, y dice el narrador: «...cosa verdaderamente
maravillosa, no vio morir a su padre, aunque varias veces lo contempló llegar a
casa con la camisa ensangrentada. No
obstante, llámese milagro, buena suerte o brujería, pero la familia del
piuranito fue una de las pocas que ha podido sentarse relajada y completita
luego de que el barbudo Presidente Gonzalo fuera encarcelado».
De hecho, no continué con esa historia porque quise separarme de otros libros ambientados en esa época o de novelas sobre la migración que repiten tópicos. No quiero decir que la novela de inmigrantes se haya estancado, pero mi intención fue escribir algo distinto, novedoso. En mi Brevísimo Tratado, ni bien hago mención de ese hecho doloroso, inmediatamente cambio de tema hacia otros más «graciosos». La consigna es clara desde el inicio: mi libro debe servir de entretenimiento.
Un par de formas de hacer exitoso un libro es que un crítico hable o
escriba pestes de su contenido o que un editor inescrupuloso publique una
edición apócrifa, eso es lo que cree Alegría de Magallanes y lo busca. La
calidad de los libros ya no interesa, lo dejas en claro en tu obra, ¿no es así?
Acumula 20 años como profesor. |
Es una situación que estamos viviendo. No digo nada nuevo. La calidad ha bajado, quizás debido a la facilidad con la que ahora se publica o autopublica un libro. Nos estamos saltando pasos y procesos centrales (como el de la corrección o la edición). Esta «facilidad» desvirtúa todo el trabajo y estudio que implica escribir y dar a conocer un libro.
En varios momentos efectúas paralelismos entre tu tierra y España -infaustas,
por cierto-, pero que no dejan de ser verdad: caminar de noche con confianza,
un transporte público decente, entre otros, descubre que se puede vivir de otro
modo, ¿no es así?
Se puede vivir de otro modo, pero no se puede escapar de lo que somos. Continuamente intentamos «extirparnos», en lugar de «aceptarnos». Lo mismo pasa con la realidad: evasión frente aceptación o quizás resignación. En mi libro hay muchos guiños sobre estas ¿alienaciones?; las trato con humor, como cuando describo a la mujer madrileña: «peinada con coleta, en pantalones de deporte muy apretados y con sus rasgos árabes que ninguna reconquista pudo extirpar». Esta crítica o parodia también va dirigida al lenguaje de la crítica especializada. Esta, muchas veces, se encierra en sí misma y solo ella se entiende. De esto me río en el apartado titulado «Donde se reflexiona sobre la relación entre el texto narrativo y el sistema vivencial del ser humano».
Tu libro Brevísimo tratado del
descubrimiento de la Viejo Mundo por alguien del Nuevo Mundo obtuvo el
Premio Gregorio Samsa 2020 de novela breve, el jurado lo tuvo muy claro, por lo
que sé, desde un comienzo, ¿pensaste en ganar teniendo en cuenta las
características peculiares de tu obra?
Ni siquiera pensaba concursar porque no había terminado la novela. Era un proyecto ambicioso y muy arriesgado, y nunca lo concretaba. Temía que fuera tomada como una broma y terminara infelizmente en algún rincón. Es más, envié el texto una hora antes de que acabara el plazo y me olvidé del asunto. Meses después, revisando la bandeja de spam, leí la agradable noticia.
No eres nuevo en la publicación, ya antes salieron a la luz un par de
libros de tu autoría, y sueles escribir muchos ensayos en tu especialidad, pero
los editaste siempre con otro de tus nombres, ¿cuál es la razón de esa
constante a la hora de dar a conocer tus obras?
Cuando le otorgaron la nacionalidad española tuvo que escoger solo dos de sus cuatro nombres. |
En tu dedicatoria haces mención a las deudas, las que te legaron, las que legarás, las que
tuviste, las que tienes o tendrás por siempre, sin embargo no hiciste mención a
las que tienes contigo, ¿existen o no?
¡Qué difícil pregunta! A lo mejor no tengo deudas conmigo mismo porque no suelo apegarme a las cosas, ni a las personas, ni siquiera a los sueños. No soy de acumular objetos que nunca usaré y sí de reutilizar, dar nueva vida a lo que otros han desechado. A nivel personal, he ido aceptando lo que la vida me ha ido ofreciendo, para bien o para mal. Hallo paz en ello y soy feliz.
Si quieren saber más del autor o su obra pueden pinchar los siguientes enlaces: https://escripmania.blogspot.com/ https://www.linkedin.com/in/nazaretsolis/ https://www.instagram.com/luissoliscorrectorliterario/?hl=es |
Coincidimos una vez en uno de esos añorados encuentros literarios de la era precovid. Espero que volvamos a encontrarnos si nuestro espíritu literario sobrevive a esta realidad metaliteraria.
ResponderEliminarPor supuesto que esa oportunidad llegará. Un abrazo hasta Madrid.
Eliminar