Hace unos días sorprendió a sus lectores y a la crítica
con un poemario que se basa en algunos pasajes de Los Evangelios, pero en su
proyecto no había un afán catequizador,
le parecieron bellos y dignos de resaltar, y se lanzó a la tarea. La poeta
Milla Villanueva es inspiración, arte y filosofía. Eso es lo que nos deja la
también haijin en su hermoso poemario Bajo la luna de Kislev.
¿Qué tanto poder tiene la Luna sobre ti para
que la hayas tomado en cuenta en el título de tus dos últimos poemarios: A la luna de Valencia y Bajo la luna de Kislev?
Supongo que tiene
poder en todo y en todos: las mareas, las cosechas, los partos, la misma
muerte. En todo ello tiene algo que ver la Luna y por supuesto en nuestro
universo femenino. Y pienso que también en nuestras rachas de inspiración. Sin
embargo, el hecho de coincidir en el título de mis libros ambos con la Luna no ha sido un hecho
consciente.
En A la luna de Valencia, quise describir
el estado de “intemperie” en que cada persona se encuentra cuando llega a una
nueva ciudad. Pero también tiene que ver
algo con el homenaje a la Luna que en estos momentos me cobija. La hermosa Luna
de la ciudad que he elegido para vivir.
En cambio la luna Kislev
es la luna nueva de Sagitario, que parece ser regía la noche en que nació
Jesús. Según la rabina Karina Finkielsztein
el tiempo de la luna de Kislev es un tiempo de luz y transmutación. Como dice
Antonio Praena en su prólogo "tiempo de reinauguración de la casa y el
santuario, tiempo de hogueras y candelas, tiempo de poner luz en medio de las
oscuridades cotidianas".
En realidad casi
nunca elijo los títulos de mis obras sino que dejo que ellos mismo se me
revelen y en ocasiones son para mí misma una sorpresa.
En su obra A la luna de Valencia quiso hacer un homenaje a la tierra que la ha acogido |
Empecemos por
A la luna de Valencia que está
escrito en dos lenguas: castellano y valenciano, ¿había algo que rescatar o
reivindicar? ¿Cómo asumiste esta
creación hecha en haikus?
Ya había escrito
anteriormente un libro de haikus denominado Na
Distancia, en gallego y castellano, como homenaje a mis ancestros y a la
tierra en la que nací. A la luna de Valencia
es en cambio un homenaje a la tierra que me acogió y quise hacerlo en las dos
lenguas puesto que el valenciano es la lengua que se habla en esta comunidad.
El poeta Rafael Correcher en el prólogo
expresa “es pura celebración y también encuentro, contraste de culturas e
impregnación...” ¿Cuánto de tu esencia gallega y hogar mediterráneo hay en sus
páginas? ¿Querías agradecerle a Valencia
el hecho de acogerte y hacerte suya?
Efectivamente es un
poemario de agradecimiento y también de descubrimiento, muestra la sorpresa que
nos espera en cada calle, en cada jardín, en cada esquina que doblamos. En los
nuevos perfumes que nos impregnan y en la nueva luz que nos despierta cada
mañana. Claro que mi alma gallega está también ahí, no puedo desprenderme de
ella, tal vez, en algunos haikus que hablan de saudade. Es cierto que hay
contraste, pero también similitudes entre las dos lenguas y las dos culturas,
en algunas de sus costumbres y formas de celebración de la vida.
¿Quién o quiénes te ayudaron a traducir tus haikus
al valenciano? ¿Demandó mucho trabajo?
La traducción al
valenciano corrió a cargo de mi hijo Gustau Pérez, muy comprometido con la
ciudad desde Participación Ciudadana y por lo tanto conocedor de los barrios de
la ciudad y supervisado por dos profesores de valenciano, uno de ellos Josep
Micó, también haijin, y la poeta Inma López Pavía a los que desde aquí expreso
mi agradecimiento.
En tu papel de haijin, ¿cómo te ves a ti misma dentro del universo del haiku? ¿A
qué le rindes un homenaje permanente?
Supongo que a la
belleza aunque resulte un tópico decirlo. Me veo integrada dentro de esa forma
de poesía muy japonesa y que resuena con mi modo de ser y de vivir. Es un culto
a la sencillez.
El belleza del haiku resuena en su modo de ser y vivir |
¿Hay un momento preciso para dejarse llevar por
el haiku? ¿Lo buscas o simplemente se presenta y demanda tu atención?
En mi caso se
presenta a su antojo, el haiku como toda forma de poesía es caprichoso y
debemos esperar a que llegue, nos sorprenda y nos invada.
En lo físico y espiritual, ¿qué te aporta el
haiku?
Me aporta serenidad,
descubrimiento y concreción. También me hace estar atenta a lo que ocurre a mi
alrededor y me lleva hacia la reverencia por todo lo creado.
¿Qué tipo de haiku cultivas y cómo evalúas tu
trabajo?
Practico el haiku
clásico y en ocasiones el haiku urbano, con medida, kigo, y sorpresa final, pero
en estos momentos he declinado hacia el poema más largo, aunque conserva
algunas características del haiku como el yugen o misterio y la valoración del
instante o de un instante concreto.
Hace muy poco diste la sorpresa con la
publicación del poemario Bajo la luna de
Kislev? En verdad nadie esperaba un libro basado en Los Santos Evangelios,
¿qué te condujo a hacerlo? Lo destaco
porque entiendo que estás muy implicada en la filosofía oriental y a nadie se
le hubiera pasado por la cabeza semejante iniciativa o proyecto.
No estoy implicada
solamente en la filosofía oriental sino en cualquier filosofía que rinda culto
a lo sagrado, Buda no es patrimonio solo de los budistas como Cristo no es solo
patrimonio de los cristianos. Por otro lado, me pareció que los pasajes del
Nuevo Testamento guardaban una gran fuerza y belleza poéticas, en ese caso me
impregné de otros poetas que también escribieron sobre el tema, como por
ejemplo José Watanabe que además de ser de ascendencia japonesa y escribir
haikus tiene una maravillosa obra sobre la figura de Jesucristo titulada Habitó entre nosotros.
Junto a Gloria de Frutos, Juan Luis Bedins y Rafa Correcher durante la presentación de A la luna de valencia |
Justamente al respecto, tu prologuista, el
escritor y sacerdote Antonio Praena lo expresa de la siguiente manera: “Es el
de Milagros un libro valiente. ¿Quién en su sano juicio literario, se atrevería
a publicar en estos tiempos un poemario articulado por completo en torno a la
figura de los Evangelios?” ¿Qué esperas conseguir
con tu obra y sobre todo a quién realmente está dirigido?
Realmente no me he
planteado conseguir algo en concreto, está dirigido a cualquier público
interesado en poesía porque se puede ver como un poemario en sí mismo dejando a
un lado el tema religioso. El poeta Antonio M. Herrera dice al respecto: “Aunque muy alejado del misticismo religioso, he
disfrutado, como se dice en el prólogo, de un viaje poético-cultural muy bello”.
Sí
que he observado de todos modos que entre las nuevas generaciones o poetas más
jóvenes la Historia Sagrada es una gran desconocida por lo que no pueden
entender al completo el sentido de los poemas.
¿Cómo
han recibido tus lectores Bajo la luna de
kislev? ¿Qué fue lo primero que te
dijeron?
La primera impresión
fue de total sorpresa. Ha sido muy bien acogido y me siento muy satisfecha,
mucho más de lo que pudiera esperar y eso que aún no he concluido con las
presentaciones. Pero quisiera resaltar aquí un párrafo de la presentación de la
poeta Pilar Verdú que dice: “Agradecidos estamos
a Mila, por haberse atrevido a escribir "Bajo la luna de Kislev", por
prestarse así a ser "enluarada", preciosa palabra de su Galicia natal
que quiere decir más o menos "llena de luz de luna”.
Y
tus colegas escritores ¿qué te comentaron? ¿Hubo algunas voces críticas?
Es posible que sí pero no han llegado hasta
mí. En general me animan a continuar con el poema largo y tal vez a hacer un
segunda parte de A la luna de Kislev.
Con la autora de la entrevista |
¿Tuviste
dudas en cuanto a su publicación una vez que diste por terminada tu labor de
redacción? ¿Buscaste consejo?
Sí, busqué consejo
en Elena Escribano, profesora de poesía en el Taller Polimnia 222 de la
Universidad Politécnica de Valencia. También en el poeta Vicente Gallego que
revisó mis textos y por supuesto en Antonio Praena. Todos ellos me animaron a
publicar el libro, aunque eso sí, suprimiendo algunos textos que no estaban a
la altura en su consideración. Les estoy profundamente
agradecida.
Es
obvio que eres una mujer de fe, pero ¿qué destacas más en tu obra, su valor
literario o religioso?
Su valor literario,
lo religioso es solo una connotación.
Sé
que Bajo la luna de Kislev alude a un tiempo de milagros y bendiciones,
háblanos de esto.
Los milagros y
bendiciones ocurren todos los días, sin embargo parece que vivimos ajenos a
ellos. Estamos acostumbrados a lo trágico. Pero todos los días alguna mujer da
a luz, todos los días cantan los pájaros, nace una rosa en algún balcón, llueve
o amanece en la playa cercana. Florecen los cerezos y los almendros en esta
primavera que nos desborda, llega un tren a su destino, aparece una oportunidad
que no esperábamos…Cada día alguien te sonríe o te dice gracias por algo pero
nos sentimos indiferentes ante la maravilla.
¿Cuál es el sentido que le das a tu obra
teniendo en cuenta ese marco tan especial?
No le he dado un
sentido especial más que relatar unos pasajes que me parecieron bellos. No
pretendí hacer una labor evangelizadora, no soy una iluminada. Ni siquiera me
considero devota.
¿Con
qué actitud debemos acercarnos a tu poemario?
Creo que con la
actitud que requiere cualquier libro de poesía.
¿Qué
ha significado para ti en lo espiritual
y en lo literario Bajo luna de Kislev?
Todavía no lo sé muy
bien porque es un libro joven y tiene aún que promocionarse, pero sí me ha
servido por el momento para darme a conocer en mayor profundidad y en otra
forma diferente de escribir.
Mila,
¿habrá otra luna de Kislev para la humanidad?
Claro que sí, quedan
muchas lunas de esperanza y de bienaventuranza.
Si desean saber más de la autora o su obra pueden pinchar los siguientes enlaces: http://concilyarte.blogspot.com.es/p/mila-villanueva-poeta.html http://conciliadosmila.blogspot.com.es/p/mila-villabueva.html http://milavella.blogspot.com.es/ http://lastura.org/category/mila-villanueva/ |
Bien, Elga. Interesante tema. Ya veo entrevistas en segunda persona. Le das un toque más intimista y de confianza. Adelante
ResponderEliminarAcepto los consejos y sugerencias. Me pareció que tenías razón, Javier. Además siempre se aprende de los maestros. Gracias. Besos.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Mila, estamos acostumbrados a lo trágico, por ello necesitamos, como también dice, que haya milagros a diario, pequeños milagros (llamémosle así, más allá del misticismo o la connotación espiritual), necesitamos acaso un poco de poesía de tanto en tanto y ahí surgen voces como la de Mila o la tuya, Elga.
ResponderEliminarMuchas gracias y felicitar a Mila.
Saludos.
Gracias Ginés
EliminarUn abrazo fuerte.
Mila